¿Por las
buenas o por las malas? Es sin duda la gran interrogante este 23 de febrero de
2019, fecha fijada por el Presidente de la República Juan Gerardo Guaidó
Márquez, para el ingreso de la Ayuda Humanitaria Internacional, evento que sin
duda marcará el final del régimen socialista en el poder.
Es de
especial interés vista la historia cruenta que rodea las salidas del poder por
parte del socialismo, conocida como es su inveterada costumbre de creerse con
derecho eterno y exclusivo para ejercer la función de gobierno, con el
agravante de que la receta socialista implica siempre la esclavitud y el
exterminio.
Así las
cosas, en el caso Venezuela podríamos ser testigos de un hecho pocas veces
visto en la historia política contemporánea: La salida pacífica de un gobierno
socialista (luego de 17 años esclavizando mediante el engaño y la violencia
homicida). El único precedente conocido lo tenemos en la Nicaragua de 1990
cuando luego de una pavorosa guerra civil, con un pueblo indignado en las
calles, un ejército en armas (Los Contras) y un gobierno estadounidense
comprometido con la liberación de ese país, el dictador socialista Daniel
Ortega reconoció su derrota electoral ante la demócrata Violeta Chamorro, y le
entregó el poder, luego del expediente de muerte y desolación típico de esa
ideología del mal cuando gobierna.
Hoy, en
nuestra Pequeña Venecia se presentan condiciones similares a las existentes en
la Nicaragua del 90. Sin embargo importantes variantes como la vinculación de
la dirigencia socialista con el crimen organizado a nivel internacional y la
estrecha complicidad de la fuerza militar socialista, agregan dificultad al
pronóstico certero sobre la clase de final que le depara a este experimento
socialista criollo.
¡Prohibido
olvidar!
Ronny Padrón
caballeropercivall@gmail.com
@caballeroperci
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