Al parecer
esta resulta muy difícil de alcanzar, visto el accionar del nuevo gobierno de
la República de Venezuela. Porque cuesta entender como el genocidio se mantiene
al mismo ritmo de otrora, ello a pesar del acuerdo casi unánime de la comunidad
democrática mundial en torno a la Presidencia de Juan Gerardo Guaidó Márquez,
que sumado al apoyo popular del que goza, junto al fundamento constitucional
base de su mandato, hacen de la inmediata liberación nacional el desiderátum de
su gestión.
Pero no ha
sido así. Muy por el contrario vemos con horror como el publicitado proceso de
liberación inminente, basado en las premisas de: Cese de la Usurpación,
Gobierno de Transición y Elecciones Libres, va degenerando en una ¨Guerra de
Desgaste¨ que lleva implícita la continuidad de muertes por hambre, enfermedad
y hampa, de sello socialista, tragedia humana que debía tener un pronto fin a
manos del nuevo gobierno de la República de Venezuela, empleando para ello
todos los medios a su alcance conforme a la Carta Magna.
Si
entendemos que la Constitución de la República en específico su precepto Nº 187
numeral 11, brinda al nuevo gobierno la herramienta jurídica para cesar en modo
expedito la usurpación, ello a través de la cooperación militar internacional
con fines humanitarios, del todo indispensable considerando la ausencia de una
fuerza militar institucional capaz de someter al régimen socialista en el
poder, con pesar deberemos de concluir que todavía el común de la dirigencia
demócrata nacional no termina de comprender a cabalidad las implicaciones de un
genocidio y la necesidad de ponerle fin de manera inmediata
¡Prohibido
olvidar! Ora y labora.
Ronny Padrón
caballeropercivall@gmail.com
@caballeroperci
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