Un
día antes de la Cumbre del Grupo de Lima en Bogotá, el presidente Juan Guaidó
autorizó la difusión de un comunicado oficial que proponía el “uso de la fuerza
contra el régimen por bloquear la ayuda humanitaria”.
Sin
embargo, el Grupo de Lima, en su declaración de Bogotá reitera: “…su convicción
de que la transición a la democracia debe ser conducida por los propios
venezolanos, …….., por medios pacíficos y diplomáticos, sin uso de la fuerza”.
Todo
lo expresado por el Grupo de Lima, en el documento final del acuerdo de Bogotá,
en nuestra opinión, no es más que una mera declarativa política, dirigida a
engrosar el expediente que la Corte Penal Internacional de Justicia, CPI, está
instruyendo en contra de Nicolas Maduro y sus cómplices y no tiene que ver con
la imperiosa necesidad de una acción militar internacional como lo requiere la
gran mayoría de los venezolanos, en la voz de nuestro legitimo presidente Juan
Guaidó.
El
grupo de países que en realidad sostienen un compromiso de llegar hasta el
final en la lucha del pueblo venezolano para lograr su libertad, está integrado
por EE.UU., Inglaterra, Canadá, Alemania, Holanda, Colombia, Brasil, la OTAN y
eventualmente, Argentina y Chile.
Inglaterra
ya tiene preparada una fuerza de tarea en Curazao y Estados Unidos puso en
movimiento su maquinaria de guerra que se aproxima al Caribe. Colombia y
Brasil, ya poseen fuerzas importantes en sus fronteras.
Solo
es cuestión de tiempo, para que, cuando menos lo esperen se inicien las
operaciones militares. Tenemos que entender que el día “D”, es resguardado con
máximo secreto.
Mientras,
aviones norteamericanos de espionaje electrónico operan desde aguas
internacionales sobre las costas venezolanas, desde hace tiempo y la CIA, según
su director, Mike Pompeo, tiene toda la información de inteligencia que
confirman el peligro que representa el narco-régimen para la región, dijo en
una entrevista en “Fox News Sunday”, al ser interrogado sobre las declaraciones
del presidente Donald Trump.
La
intervención militar en Venezuela no será una guerra convencional entre
estados, ya que se trata de una operación de carácter policial para someter a
toda una banda de delincuentes organizados internacionalmente para saquear las
arcas públicas de Venezuela. De tal forma que los métodos que se utilicen para
liquidar a los bandoleros son irrelevantes.
La
información precisa en donde accionan y duermen cada uno de los Capos, con que
cuenta la Central de inteligencia, la puso en manos del Pentágono para que, una
vez analizada prepare sus Ordenes de Operaciones (OP).
El
contenido de la frase “No hay vuelta atrás”, del presidente de los Estados
Unidos, Donald Trump, es un evidente e inflexible mensaje de esperanza para los
30 millones de venezolanos que tenemos 20 años luchando por nuestra libertad.
Para
concluir el presente escrito, nos permitimos sugerirles a nuestros
compatriotas, proveerse de alimentos, agua, linternas, gasolina y armas y municiones, en caso de que sean necesarias para lograr lo
que todos estamos deseando, NUESTRA LIBERTAD E INDEPENDENCIA.
Cnel.
(Ej.) e Ing. Rubén Dario Bustillos Rávago*
rdbustillos@gmail.com
@rdbustillos
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