lunes, 29 de abril de 2019

GUILLERMO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, VENEZUELA SUFRE LA MAYOR INFLACIÓN DEL PLANETA.

En Venezuela sufrimos la mayor hiperinflación en curso en el planeta. Los revolucionarios crean dinero de base que ni siquiera llegan a imprimir y contraen el crédito en socialista depresión hiperinflacionaria, o inflación primitiva por medios más avanzados. Para entender algo así primero hay que estudiar los daños del inflacionismo mucho antes de esas últimas consecuencias.

Los gobernantes se financiaban con inflaciones antes del papel moneda de curso legal y la banca moderna. El colapso económico ocasionado por el Augusto Diocleciano y las quiebras nacionales de los Habsburgo son buenos ejemplos. Pero sus primitivos métodos de envilecimiento de la moneda son poca cosa ante los mecanismos inflacionistas del dinero estrictamente fiduciario como base monetaria del circulante ampliado por una banca de reserva fraccionaria.
    
La extrema elasticidad de la oferta monetaria actual es consustancial a nuestro frágil sistema bancario contemporáneo. Sin dinero fiduciario de curso legal, bancos centrales y crédito ampliado, las inflaciones se detendrían mucho antes de los extremos hiperinflacionarios que permiten un dinero cuyo coste de emisión es insignificante.

No obstante, sin bancos centrales muchos bancos surgirían en auges y quebrarían en recesiones cíclicas. Por eso existen. Con una banca que se endeuda a la vista para prestar a plazo, un prestamista de última instancia capaz de comprar toda la deuda a plazo necesaria para dotar a la banca de la liquidez para hacer frente a sus obligaciones resulta indispensable. También resulta indispensable que tal banco pueda hacer de curso legal su propia emisión fiduciaria para estar en capacidad de cumplir su papel.

En consecuencia, las tasas de interés no son el precio del dinero en el tiempo, sino una decisión política del banco central. Bajar artificialmente las tasas es incrementar artificiosamente la inversión. La consecuencia es la reducción del ahorro junto al incremento de la inversión. Como la diferencia tiene que salir de alguna parte, sale de la ampliación del circulante. Inevitablemente, un dinero incrementado en cantidad valdrá menos en bienes que no se incrementarán en tal cantidad a la misma velocidad. De ningún bien o servicio se puede incrementar la oferta a la velocidad que se puede incrementar la del circulante.

La oferta no puede ser un antecedente causal de la demanda y la inversión no puede ser previa al ahorro. Aunque responde a la demanda que prevé, la producción siempre deberá ser anterior al consumo. En términos lógicos, la demanda sería previa a la producción únicamente en potencia. Con tasas de interés artificialmente bajas y mayor cantidad de circulante, el dinero para invertir es más barato y el dinero para consumir abundante pero de menor poder de compra, –y eso no es evidente de inmediato– habrá mayor demanda de algunos bienes y servicios –que depende tanto de dónde ingrese primero el circulante como de la forma en que afecte las valoraciones subjetivas de los individuos– que alzará sus precios e incrementará las inversiones en su producción y comercialización.

Esto último tendería a bajar los precios, la posibilidad de incrementar la producción de bienes y servicios nunca será suficientemente rápida para alcanzar a la velocidad que con se puede incrementar el circulante, de una u otra forma. Los precios entonces subirán más rápido que la producción que intenta alcanzarlos mediante el crédito barato sin éxito. Y consecuencia de tal diferencia temporal, tenemos un impacto inflacionario sobre la generalidad de los precios que exigirá un incremento de la tasa de interés con la que el auge artificial estimulado por la política monetaria expansiva se derrumbara llegando las quiebras, reorientaciones de inversión, y crecimiento negativo hasta que se reasigne completamente el capital corrigiendo los errores producto de tasas de interés artificialmente bajas desorientando ahorristas, inversionistas, productores y consumidores.

Cuando identificamos al dinero como institución evolutiva emergente surgida de relaciones intersubjetivas (institución que a su vez entendemos como clave del orden espontáneo de mercado) entendemos lo que explica Gabriel Zanotti: “no es lo mismo la moneda en la Antigua Roma y en el Washington actual. Sin embargo, ambas situaciones históricas tienen ‘algo en común’: la naturaleza, la esencia, el sentido, de la relación intersubjetiva en cuestión. Cuando Mises define moneda como una mercancía que demandamos no para consumo directo, sino para intercambiar por otras mercancías que sí demandamos directamente consumir, está haciendo una definición fenomenológica, universal, de la relación intersubjetiva que llamamos ‘cambio indirecto'».

Con esto, lo concluiremos que cuando una nueva categoría de relación surgió de la intersubjetividad que la evolución del orden espontáneo institucionalizó, ese proceso evolutivo nos entregó una categoría teórica universal que, una vez identificada como tal, podremos emplear en el campo de la teoría pura y aplicar a cualquier manifestación circunstancial de la misma en cualquier realidad histórica concreta.

Sabemos un precio regulado exige la regulación de otros al punto que finalmente todos habrían de regularse. La interferencia arbitraria sobre cualquier característica de lo que en la evolución competitiva emergió como medio de intercambio indirecto de universal aceptación, conduce fatalmente a similares interferencias sobre todas sus características, incluyendo la arbitraria interferencia en todas las instituciones relacionadas con el dinero. Y con ello, a la distorsión recurrente de la información clave del mercado, creando artificiales escenarios de oportunidad puramente aparentes.

Únicamente una adecuada correspondencia entre la teoría del dinero y el crédito con la teoría de la estructura dinámica del capital por etapas, en el marco de la teoría del orden espontáneo permite una teoría del ciclo económico internamente coherente y adecuadamente aplicable. Pero antes de ello, nos permite entender la inflación como lo que es: un problema de velocidades relativas entre la emisión de dinero y la producción de bienes y servicios y una distorsión de las valoraciones subjetivas de todos y cada uno.

Guillermo Rodríguez González 
@grgdesdevzla

No hay comentarios:

Publicar un comentario