Aparentemente, luego del 23 de febrero del año en curso, una vez fallido
el plan del Presidente de la República de Venezuela para ingresar ayuda
humanitaria desde la hermana República de Colombia, algo muy grave ocurrió en
el seno de su gobierno más allá del fracaso puntual del antedicho evento.
Veamos.
Hasta ese momento el Presidente de la República mantenía un propósito
político rigurosamente enfocado en la concreción del publicitado proyecto: Cese
de la Usurpación, Gobierno de Transición, y Elecciones Libres. Pero es el caso,
que salvo el impactante retorno del Primer Mandatario Nacional a inicios de
marzo por el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, desde aquel entonces su
estrategia evidencia modificaciones de tal entidad que no solo desdibujan lo que
había sido la tratativa presidencial de otrora, caracterizada por la innovación
y el arrojo, descolocando siempre al régimen usurpador, reemplazándola por una
estrategia como la actual, plagada de lugares comunes y ensayos reiteradamente
fracasados, solo útiles para adornar portadas en periódicos internacionales.
Porque pretender alcanzar el Cese de la Usurpación valiéndose hoy día
únicamente de multitudinarias manifestaciones de protesta nacional en rechazo
al colapso de los servicios públicos básicos, o peor aun ensayando el bloqueo
pacífico de la ciudad capital con la sola participación de la población civil
desarmada, a remedo del 11 de abril de 2002, indica a las claras que el
objetivo político es otro, muy distinto al reemplazo inmediato y definitivo del
régimen socialista causante del vigente genocidio.
El Presidente de la República de Venezuela está a tiempo de retomar el
rumbo perdido, reasumiendo el Cese de la Usurpación como desiderátum de su
gestión y para ello debe aceptar realidades y cumplir obligaciones, y por ende
reconocer la necesidad inmediata del apoyo militar internacional a tales
efectos. Continuar esquivando la activación del artículo 187.11 de la CRBV, sin
mayor argumento que la testarudez, condena a Venezuela a permanecer entre la esclavitud
y el exterminio socialista, y al nuevo gobierno como otro cómplice necesario
del vigente caos ¡Prohibido olvidar! Ora y labora.
Ronny Padrón
@caballeroperci
caballeropercivall@gmail.com
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