Cuando escribí mi artículo el 19 de marzo, trate de establecer consideraciones sobre el momento político de aquel entonces, argumentos que básicamente giraban en el tema geopolítico y como Venezuela se insertaba en él, no acostumbro a espaciar por mas de cuatro semanas un artículo de otro, pero la situación compleja exigía observar y esperar el desenlace, el pasado 30 de abril ocurrió, cadena de eventos que al día de hoy siguen siendo confusos, distintas versiones se cruzan y tropiezan entre ellas y los dos grandes actores del conflicto, Rusia y Estados Unidos mantienen invariables sus posiciones.
El régimen habla de Golpe de estado fallido y la Oposición de un paso mas hacia la libertad, la verdad es que mientras todo esto ocurre la inmensa mayoría de los venezolanos siguen padeciendo las consecuencias nefastas de una batalla política hoy convertida en guerra. Los venezolanos hemos sido arrastrados hacia la política de confrontación, profundizada con la llegada al poder de Hugo Chavez en 1999, pero que realmente inicia con la crisis de la Democracia bipartidista de la cuarta república, el chavismo contrario a revertirlo y propiciar la reconciliación nacional opto por profundizarlo y convertirlo en estrategia política para mantener el poder con el agravante de que la Oposición decidió jugar en el mismo terreno, al final ambos terminaron pareciéndose o siendo lo mismo.
Las partes en conflicto comparten el mismo objetivo, el poder por el poder sin importar a quien o quienes se llevan por delante, lo que Maquiavelo definió como “el fin justifica los medios”, es tan compleja y absurda la situación venezolana que tenemos dos Presidentes de la Republica, una muestra clara de la terrible división y anarquía en la que estamos atrapados, situación está que algunos actores internacionales y nacionales han aprovechado para su propio beneficio en detrimento del sufrimiento de la mayoría de venezolanos, seguramente alguien ganara esta batalla y probablemente vendrán tiempos mejores, pero no significa que las heridas queden sanadas, tarde o temprano volverán a brotar y sangrar para volver a repetir situaciones similares, de tal manera que si Venezuela no pasa por un proceso de reconciliación y encuentro estaremos condenados por siempre al fracaso.
El “todo es superior a la parte” recordábamos hoy en un almuerzo familiar, esta es la única verdad que puede salvarnos como nación y salir del atolladero, Venezuela debe convertirse en un compromiso para los venezolanos, recordemos a Kennedy y su frase “no preguntes que puede hacer tu país por ti, sino que puedes hacer tú por tú país” aquí nace el compromiso de una sociedad frente a una nación que quiere ser grande, los venezolanos debemos renunciar a la confrontación como modo de vida y sustituirla por el respeto a las normas y hacia los demás, estoy convencido que estamos en un momento estelar para que las partes en conflicto depongan actitudes e inicien un proceso dialogo, negociación y salida a la crisis, decenas de países han manifestado disposición a ayudar solo falta que las partes lo soliciten, tal como lo dijo el Papa Francisco en una de las ultimas entrevista que le hicieron sobre Venezuela “si necesitan ayuda, de común acuerdo ¡pídanla!”
Confieso que luce complicado un escenario de encuentro, sin embargo, los que estamos convencidos que la solución a los conflictos es posible a través del reconocimiento mutuo y los acuerdos justos debemos seguir insistiendo en esta opción y evitar hasta el último minuto una confrontación sangrienta cuyos resultados inmediatos serán muerte y destrucción sin garantías de un futuro mejor, el futuro solo estará garantizado si todos participamos en el.
Jose Lombardi
jjlombardiboscan@gmail.com
@lombardijose
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