No todos los caminos conducen a destinos felices. Hay unos más escarpados que otros. El ser humano ha buscado las respuestas y soluciones que sus problemas han requerido. Problemas donde entra en juego todo lo que explica: cómo se organiza la vida. Su tiempo y espacio. Estas ideas han acompañado al hombre desde que comprendió que su desarrollo personal se vería sujeto a circunstancias ante las cuales poco o ningún control podría tener. Así comenzó a pensarse en el arte del liderazgo.
Surgieron importantes teorizaciones alrededor de la práctica de vida que somete al hombre al escarnio. También, teorías que develan, en su más hondo análisis, verdades esenciales y ordinarias valiéndose del aporte de la sociedad y de la conducta humana como canales que descifran incógnitas y desatan nudos que enmarañan y revuelven fundamentos de civismo, desarrollo, justicia, ética y moralidad acordes con el desempeño de la vida.
En la premura que la dinámica política-económica obliga a actuar y a la cual se somete el liderazgo como disciplina de organización, surgieron serias irrupciones. Esos líderes formados bajo la égida de dicho modelo de liderazgo, engorronaron, embrollaron y confundieron el devenir de organizaciones y de la sociedad bajo su gestión.
De este tipo de liderazgo, se derivaron ingentes problemas muchos de los cuales devinieron en tenebrosas y aterradoras realidades. Fue así como la dinámica de vida, dio cuenta de otro liderazgo apuntalado más sobre valores humanos, sentimientos y emociones, que basado en teorías inmutables declaradas como principios organizacionales, gerenciales o administrativos.
Hoy se habla de otro liderazgo. De otro dispuesto a verse y entenderse como la nueva manera de enfocar las relaciones entre personas cuya necesidad de apoyo y comprensión configura el terreno sobre el cual se cimienta el presente. Es un liderazgo que por su visión de amplio espectro, es inspirador de vidas.
Bajo esa nueva teoría del liderazgo, puede contemplarse el mundo desde el ser. Enseña a conocer que la persona más importante, es cada ser humano toda vez que, igualmente, enseña a compenetrarse consigo mismo pues reconoce que se es protagonista de la vida. Hace entender que las decisiones propias tienen fuerza para inspirar vidas.
Sus determinaciones no esperan el desarrollo de análisis cerrados por técnicas parciales o sectarias. Sabe discernir entre lo obtuso de una actitud y lo dilatado de una situación. Con ese conocimiento, el hombre apreciará mejor la libertad. Así rediseña el futuro y los caminos que llevan a su disfrute. ¡Cueste lo que cueste! Es por eso que existe otra dimensión desde donde se lee otra matiz del problema bajo el cual se concibe el liderazgo. Es decir, que realmente existe el otro lado del liderazgo.
Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Merida – Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario