sábado, 14 de septiembre de 2019

ROMÁN IBARRA: UNIDAD Y ORGANIZACIÓN


Como si la crisis y la destrucción social y económica fueran poca cosa para nuestra sociedad, el régimen –haciendo su trabajo deletéreo- juega abiertamente a la división de la oposición con bastante éxito, en vista de que ha logrado su cometido hasta el presente.

Son muchas las veces en que hemos abogado por la necesidad de construir la unidad de la oposición de manera cohesionada; robusta; coherente y sincera.

Hasta el presente, es obvio que los intereses grupales, y personales se han venido imponiendo en el sentido de impedir que la unidad logre establecerse para defender el interés general, con lo cual, el régimen gana. 

También hay que advertir que existen factores trabajando sinceramente a favor de la unidad, pero reciben ataques, no solo por parte del oficialismo, sino peor aún de factores que se autodenominan de oposición. Es una orquesta nacional con ramificaciones internacionales que terminan por hacer mucho daño al esfuerzo inmenso que se ha venido haciendo desde la Asamblea Nacional, encabezada por su Presidente Juan Guaidó.

Presionar a Guaidó, y los partidos para hacer cosas contrarias a la reorganización de la unidad, es trabajar de manera indirecta al servicio del comunismo y la corrupción que representan Maduro y su gente.

Cuántos errores más se pueden cometer para seguir regalándole el país a los amos de Maduro en Cuba? No se dan cuenta de que con ello se garantiza la continuación en el poder de la dictadura cubana; el narcotráfico; la corrupción; la guerrilla de la Farc, y el ELN; el terrorismo de los Sirios e Iraníes; el hambre y la miseria en Venezuela?

No se dan cuenta de que primero hay que organizar la fuerza de la oposición de manera inequívoca tras un solo plan que permita derrotar y expulsar del poder a quienes hoy nos destruyen? Lo primero es salir de la tiranía, y luego abrir el juego democrático para la competencia leal de quienes quieran medirse frente a la ciudadanía para conquistar un liderazgo legítimo.

El oficialismo conoce a la perfección el juego y vive creando provocaciones para que en el bando opositor reine la división, y la incertidumbre. Por ello se cierra y minimiza las posibilidades para que la desesperación y la antipolítica nos dividan. 

Desde el año 2002 se han cometido errores garrafales, con los cuales, se le han regalado 17 años en el poder a una claque destructora y corrompida que actúa al servicio de una corporación criminal internacional: La huelga petrolera; el paro indefinido; la Plaza Altamira; el Carmonazo. Después, la abstención en las parlamentarias de 2005, y las abstenciones sucesivas. 

Solo hemos tenido éxito precisamente cuando hemos asumido el hecho electoral como nuestro fundamento y fortaleza (2007 referéndum constitucional-2015 elecciones parlamentarias, y 2017 elección de gobernadores), acompañado de la unidad más robusta y organizada posible.

Hoy estamos en medio de otra crisis de la unidad, y el régimen aprovecha para destruir la mesa de negociación patrocinada por el gobierno de Noruega y la comunidad internacional, y avanza en la promoción de elecciones adelantadas para el parlamento, como si la crisis del país fuera de orden legislativo, y no del desastre producido desde el ejecutivo.

Presionemos de manera unitaria amparados en la comunidad internacional para que se celebren –claro que si- elecciones parlamentarias, y también dentro de la negociación, elecciones presidenciales, y que sea la mayoría del pueblo venezolano quien decida.

Con ese escenario ganamos todos; gana la democracia; la paz, y se abre el camino para la reconstrucción del país, luego de estos casi 21 años lamentables.

Preparémonos para lo inevitable, vienen las elecciones. Necesitamos unidad y organización

Por: Román Ibarra
@romanibarra

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