El sistema de organización del proceso productivo, por efectos de la cuarta revolución industrial (profundización de las tecnologías) se está orientando hacia la GIC Economy o “economía de agentes libres” que hace referencia a un enfoque laboral donde las personas con talento y creatividad son contratadas puntualmente para trabajos esporádicos en aras de contribuir con el desarrollo de una determinada actividad; al punto de constituir una innovadora relación laboral donde se contratan empleados para trabajos específicos y ocasionales los cuales son remunerados por tarea, proyecto o lapso breve vinculados con distintas áreas, integrando una cantidad significativa de formas de trabajar, de profesiones y de oficios. Habitualmente, estos trabajadores ocasionales se estructuran en torno a una labor en común lo cual favorece el fortalecimiento de las habilidades individuales en un contexto de producción donde un elevado número de posiciones temporales son el común denominador. La GIG Economy, le brinda la oportunidad a una gran cantidad de personas de ser contratadas para operar de manera colaborativa donde la figura del freelance o trabajador autónomo adquiere una especial relevancia.
Freelance, es un anglicismo (palabra procedente de la lengua inglesa que se usa en otro idioma) que debe entenderse como la actividad ocupacional asociada con el talento a la luz del ejercicio profesional que realiza una persona trabajando de forma independiente, es decir se dedica a realizar trabajos de manera autónoma al punto de facilitarle el desenvolvimiento en su profesión y/o saberes ocupando su tiempo de acuerdo a sus necesidades y la de sus clientes; siendo que usualmente no cumplen horario de oficina y cuentan con la autonomía de modificar su agenda de acuerdo a la carga de trabajo que posean, todo lo cual queda expresado en el respectivo contrato que han de suscribir donde se especifica el tiempo que trabajará para el empleador y bajo que condiciones. En general, un freelance tiene mayor variedad de asignaciones que en un empleo fijo al tiempo de propiciar una comunicación más efectiva con el contratante al tener una relación directa con él, hasta inducir un aumento en la calidad de las respuestas laborales. Vale acotar, que desde un punto de vista cultural en muchos países el trabajo freelance es considerado como una posición socialmente más elevada ya que en su mayoría son muy especializados y altamente tecnológicos.
La actividad freelance, está considerada como la ¡nueva forma de trabajar! en un contexto diferenciado del denominado negocio propio (emprendedor) asumido como una persona que funda una empresa y toma riesgos financieros con el objetivo de obtener ganancias económicas en función a la generación de bienes o servicios, mientras que el freelance es un profesional independiente que ofrece su talento a una determinada empresa u organización bajo la figura de un proyecto. Es de hacer notar, que especialistas a nivel mundial sostienen que requerir la presencia permanente de los empleados en la sede de la oficina es una tradición laboral obsoleta que fue establecida luego del surgimiento de la primera revolución industrial (1760-1840); siendo de obviedad manifiesta que en el presente las empresas deben romper con el paradigma tradicional del empleado a tiempo completo en la oficina, hecho que les abre la oportunidad de aprovechar tanto el talento que es la base del crecimiento profesional de los freelancers, como de la tecnología que está sirviendo de columna vertebral del crecimiento de procesos basados en plataformas “colaborativas” en el ambiente de la GIG Economy, en función de procurar los mejores resultados del negocio. Es de resaltar, que según Forbes el 43% del empleo de EEUU en 2020 estará formado por freelancers; mientras que el informe Freelancing in América 2017 señala que para ese año en EEUU un 35% de los trabajadores lo hicieron bajo la figura de freelancers al extremo de superar los 57 millones lo cual representó algo más del 36% de la fuerza laboral del país, aportando unos 1,4 billones de dólares equivalente al 17% del PIB.
Sea propicio destacar, que el perfil de los freelancers que contratan las grandes empresas se caracteriza por un elevado nivel de educación y habilidades criticas apuntaladas por su talento entendido como la inteligencia triunfante que resuelve los problemas y avanza con resolución en la elección de las metas que usualmente consigue alcanzarlas; con el valor agregado de estar motivados a una búsqueda frecuente de capacitación en pro de aportar nuevas ideas y proyectos. Es de resaltar, que ante el empuje de la GIG Economy y de los freelancers el objetivo de la educación no puede limitarse al desarrollo de la inteligencia individual sino impulsar sociedades con talento, diferenciadas de las “sociedades estúpidas donde las creencias vigentes, los modos de resolver los conflictos, los sistemas de evaluación y los modos de vida, disminuyen las posibilidades, el bienestar o la sociabilidad de las inteligencias individuales.” (J. Marina).
Expertos en la materia, seleccionaron cinco recursos fundamentales que constituyen el talento que deben fomentarse en todo proyecto educativo bajo el paradigma innovador de EDUCACIÓN DEL TALENTO: 1.- Una idea del mundo veraz, rica, amplia y llena de posibilidades; 2.- Un pensamiento fluido, riguroso, creativo, capaz de resolver problemas; 3.- El aprendizaje de la libertad: la construcción de la voluntad, la responsabilidad personal, la formación de la conciencia moral y las virtudes de la acción; 4.- El lenguaje, la comunicación con nosotros mismos y con los demás; 5.- La sociabilidad, los sentimientos sociales, la búsqueda de justicia. Todos estos recursos han de convertirse en hábitos, es decir estructuras mentales estables que establecen pautas de respuesta y acción que pueden ser modificadas y mejoradas favorablemente durante la vida del ser humano.
Por otra parte, en el contexto de las habilidades más demandadas en los profesionales freelancers de la GIG Economy del presente, se pueden citar: Marketing y comunicación digital; Diseño web; Diseño gráfico; Desarrollo de aplicaciones; Administrador de sistemas; Programador web; Social Media Manager; Community Manager; Desarrollador de Apps; Audience insights; Formación en SAP; Administración de websites; E-Commerce; Gerente de marca; Gerente de marketing digital; Servicios de marketing digital (SEO, SEM); Video marketing; Analista de datos; Gerente de cuentas claves; Gerente de proyectos empresariales; Redacción de textos; Asistente contable; Asistente administrativo; Gerente de impuestos; Asistente legal; Desarrollo y consultoría estratégica; Tecnologías de la información; Atención al cliente; Atención al usuario; Soporte técnico; Logística en almacenamiento y distribución; Gerente de ventas; Asesor en Seguros; Asistente en inmigración; Asesor en bienes raíces; y un largo etcétera.
Sea propicio expresar, que en el ínterin mientras las organizaciones dan el salto hacia la GIG Economy a través de la incorporación de freelancers, deben apuntalar la Formación Continua en la Empresa que ha de apoyarse en un sistema de gestión de la formación altamente eficaz y flexible, a efecto que las iniciativas formativas (individuales y colectivas) puedan ser consultadas en favor de transmitir la Misión y Valores de la empresa en un contexto de trabajadores en continuos procesos de formación en aras de alcanzar los objetivos y metas institucionales. En tal sentido, las empresas deben contar con un Plan de Formación Continua con el propósito que los trabajadores desarrollen su talento al tiempo de actualizar sus conocimientos y de adquirir renovadas habilidades en pro de elevar sus competencias a los fines de un cumplimiento satisfactorio de sus funciones.
Reflexión final: Nos permitimos concluir con una cita: “No debemos pensar solo en el mundo que dejamos a nuestros niños, sino en los ¡niños que dejamos a nuestro mundo!”
Jesús Alexis González
@JesusAlexis_Gon
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