miércoles, 12 de febrero de 2020

RUBÉN CONTRERAS: ENTRE LA DEMAGOGIA Y LA MENTIRA, ESTÁ LA TRAGEDIA DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI.

Si algo ha caracterizado a este régimen instaurado en el poder en Venezuela, a partir de 1999, es su capacidad dialéctica para crear elucubraciones y hacer propaganda y publicidad, para tratar de vender un sistema político putrefacto, que no tiene desde que Carlos Marx escribió El Manifiesto Comunista en 1848, ninguna obra ni gestión de gobierno positiva que mostrar.

Obviamente, que la instauración de este pranato en el poder, se debe a la descomposición que estaba atravesando nuestra democracia imperfecta, como la denominó Gonzalo Barrios, y que hoy los estudiosos del hecho socio histórico, al comparar ambas versiones, coinciden con lo expresado por Pompeyo Márquez cuando en una entrevista, un agudo periodista le dijo que como compararía este socialismo del siglo XXI con los gobiernos de la 4ta. República, y Pompeyo le respondió que Los Adecos y los Copeyanos eran unos roba gallinas, en comparación con estos chavistas.

El caso es que hoy 11/02/2020, nuevamente los varguenses, confrontamos otro apagón. No disfrutamos del servicio de energía eléctrica en Caraballeda, desde las 3.00 A. M; y llegó nuevamente la energía eléctrica a las 4.05 minutos de la tarde, es decir tuvimos la penuria de 13 horas sin luz, y el gobierno bien gracias.

Lo sorprendente de esto es que casi todos los días, observamos cortes de energía eléctrica en nuestro estado Vargas y en todo el país, igualmente se vive otra tragedia con las telecomunicaciones y la CANTV, bajo este pranato cambio su misión, debido a que ahora se encarga de desunir a la gente.

En la industria petrolera, vemos a diario como se acrecientan los problemas, y diariamente es noticia por los accidentes que ocurren en ellos, recordemos el incendio de Amuay y la respuesta del felón en ese momento fue que el show debía continuar.

Otro caso paradigmático y digno de Ripley, es lo vivido en las empresas básicas de Guayana, uno de los emporios industriales más importante de nuestra América y, afortunadamente hay comunicadores sociales que han arriesgado su vida, al igual que quienes hicieron el reportaje acerca de la destrucción de la Cantv, para mostrarnos a través de las redes, el estado actual de las instalaciones industriales de nuestro país.

No hablemos de la situación de los hospitales, ni de los aeropuertos, del transporte público, del Metro de Caracas, de la vialidad y otros, porque entonces llegaríamos a centurias tratando de devanarnos los sesos, tratando de buscar una explicación como estos delincuentes en 20 años, destruyeron un país en vías de desarrollo.

Pero en lo quiero hacer hincapié es que, el chavismo como todo régimen dictatorial, impone la norma del terror, utilizando los estamentos de la fuerza armada, como sus peones para el amedrentamiento de la ciudadanía, ya que es común y pareciese algo normal, ver a esos soldados jóvenes, en algunos casos parecen imberbes, custodiando todos los espacios públicos, oficinas del gobierno, y muchos negocios y centros comerciales. Esto es premeditado, es la política del terror, ya que buena parte de la ciudadanía al ver esos muchachos armados, se cohíbe de criticar o expresar opinión en contra de estos delincuentes en el gobierno y eso es lo que pretende el régimen, que los ciudadanos por miedo no expresen su sentimiento.

Así como el gobierno tiene tomadas las instalaciones públicas en todo el país, también tiene militarizado los centros de producción y desarrollo, los centrales azucareros, las aduanas, la industria del gas, los puertos y otros y en ellos, la matraca, la coima, la mordida impuesta por los facinerosos del régimen es permanente, de allí el dicho, quien fuera teniente de la guardia nacional en una alcabala.

Pero el caso es que el régimen también tiene militarizadas las instalaciones eléctricas, las de Cantv y la industria petrolera, y no ha podido descubrir, ni abortar ninguno de los saboteos propiciados por esta nefasta y oprobiosa oposición. Claro, también debemos entender, que el imperio, así como le inoculó el cáncer a Chávez, también inoculó a los rabipelados, iguanas, ratones, monos de todo tipo y a otros animales, para que rompieran y se comieran los cables del tendido eléctrico, para que la ciudadanía no disfrutase del servicio eléctrico y lo que no entendemos de este pranato es que, después de descubrir el ataque cibernético al tendido eléctrico que nos viene del Guri, no ha podido echarle mano a los saboteadores que cortan las lineas y sabotean las centrales y termoeléctricas, así como tampoco a los que perturban a Cantv y el sistema de distribución del agua.

Pero el caso es que ocasionalmente vemos o escuchamos alguna declaración de algún personero del pranato, refiriéndose a estos hechos y a pesar de ser tan tediosos a través de los diversos programas escatológicos, tratan de catequizar a nuevos evangelistas para su causa y deslastrarse de culpas, ya que este régimen no ha cometido errores en su nefasta gestión, por lo que los culpables son la oposición apatrida, el imperio, y ahora, Guaido y Trump.

El caso es que este régimen caracterizado por la demagogia, tiene años luz, vendiéndonos a través de sus cadenas a través de los medios de comunicación un estado de bienestar, que lo recordamos permanentemente cuando nos llega el vital líquido, o cuando logramos la bombona de gas, o cuando hacemos la cola para comprar la gasolina o cuando vamos a un centro de salud, como aconteció el último fin de semana, cuando un autobús que traía unos jóvenes deportistas para la Guayra y tuvo un accidente con más de 20 heridos en la autopista Caracas-La Guayra, lo cual colapsó al hospital de Pariata quien no pudo atenderlos y fueron ruleteados al seguro social de la Guayra, donde tampoco pudieron ser atendidos y tuvieron que ser atendidos en centros de salud en Caracas.

Es decir, de nada vale que el usurpador hable para mostrarnos un país que dista de la realidad, porque para ver no se necesita anteojos y un solo paseo por la zona de Catia en Caracas, sirvió para pretender hacer un mea culpa de lo que han destruido y que no han querido ver en 20 años.

Claro, Carlos Gardel dijo que 20 años no es nada y es obvio, ya que él no vivió bajo ningún gobierno peronista, así como tampoco bajo un régimen chavista.

Rubén G. Contreras G.
rubencontrerasg@gmail.com
@RubenContreras

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