Que gran parte de nuestra ciudadanía se encuentra cada vez más escéptica ante la política es un hecho manifiesto. Y, si contemplamos el espectáculo que últimamente se nos ofrece, no es de extrañar tan penosa situación.
Ahora bien, si queremos diagnosticar la última raíz de nuestro evidente malestar político, yo diría que se sitúa en la falta de un proyecto histórico que atraiga el interés popular.
Es la visión de la tarea política como un proyecto creador. Como un debate entre proyectos de futuro. Lo que hoy día falta en una política con alas. Un viaje hacia nuevos horizontes con fervor popular, con una entusiasmada esperanza; un proyecto que hoy día pueda devolver la ilusión a muchos ciudadanos desencantados, superando la herencia del desgobierno de los últimos 21 años con su socialismo bueno para nada.
Hace dos décadas y una revolución informática más tarde, los ciudadanos venezolanos hemos experimentado los cambios más extremos en todos los aspectos, en todas las áreas de la vida en sociedad de lo que podría haberse predicho. Como ya algunos lo habíamos pronosticado.
El modelo y la eficiente gestión es la función específica, el instrumento concreto para hacer que las instituciones sean capaces de producir resultados. Excelentes resultados. ¿Y eso es posible? Claro que es posible.
Ahora si entro en el tema que propone el titulo. Nadie puede predecir con precisión dónde estaremos dentro de 10 o 20 años, pero probablemente será tallado por aquellos que buscan la oportunidad, que no están felices de quedarse quietos y aceptar la forma en que las cosas se están dando. Y es aquí donde el concepto calza.
¿Qué son los Emprendedores del Porvenir?
Son individuos, personas con soluciones innovadoras para satisfacer las necesidades de la sociedad. Son ambiciosos y persistentes enfocándose sobre los mayores problemas de la convivencia social ofreciendo nuevas ideas para un cambio a gran escala. No hay nada más cierto sobre el ser humano que el hecho de que no es solitario, sino social. Esto quiere decir que es necesario poder rodearnos de los demás para desarrollarnos como seres humanos y vivir mejor.
En lugar de dejar las necesidades sociales al gobierno o a los sectores empresariales, los emprendedores del porvenir encuentran que no es solo trabajando y resolviendo el problema sino cambiando el sistema, el modelo; difundiendo la solución y persuadiendo a las sociedades íntegras a tomar nuevos saltos. Un emprendedor del porvenir a menudo parece estar poseído por sus ideas, comprometiendo su vida al cambio en la dirección de su campo.
Es visionario y realista, ha la vez preocupado con la implementación práctica de su visión en todo. Un emprendedor del porvenir es un agente de cambio de la sociedad: pionero de innovaciones que benefician a la humanidad.
Cada emprendedor presenta ideas que son amigables al interesado, comprensibles, éticas y motivan al apoyo de la difusión para maximizar el número de gente local que las llevará a cabo, toma su idea, y la implementa.
En otras palabras, cada emprendedor del porvenir es un reclutador masivo de " hacedores de cambio" un modelo para ayudar a estos ciudadanos a canalizar su pasión dentro de la acción.
Podemos afirmar que los emprendedores del porvenir son capaces de dar con soluciones únicas en un contexto local y, por tanto, contribuir de manera más eficaz al desarrollo social, humano y económico. Los emprendedores del porvenir inventan modelos de provisión de servicios que dan respuesta a las necesidades más básicas de las personas; también cambian e institucionalizan el comportamiento, las normas y reglas que permiten a las comunidades y sociedades asignar recursos de manera más justa y formalizar los derechos del individuo.
El emprendedor del porvenir es una persona no sólo con capacidad de ver cómo generar un cambio en la sociedad y con la capacidad de llevarlo a cabo, es una persona con la determinación y el compromiso. Y esto nos remite a la cultura de la participación ciudadana, del compromiso civil en definitiva, muy ligada, al emprendimiento, al riesgo, al cambio.
Efectivamente, una de las debilidades evidentes de nuestro País es la carencia de emprendedores, sean del ámbito que sean. Emprendedores entendidos como personas con visión, determinación y capacidad de generar un impacto social, económico o político a través de la innovación.
Una mentalidad emprendedora es una de las mejores herencias que pueden y deben recoger las generaciones futuras: atreverse, probar a comenzar algo, estar preparados para fracasar, soñar, arriesgar… impulsar cambios en sus vidas, en la vida común de todos.
Hay un inmenso campo de posibilidades y oportunidades para llevar a cabo importantes cambios estructurales en la sociedad, algunos vendrán de la mano del sector público, otros de las empresas, muchos de formas ligadas al tercer sector, esa sociedad civil organizada, ávida de participación. De merecida participación en un Estado DE Ciudadanos POR ciudadanos PARA Ciudadanos. Emprendedores remodelando el futuro.
Salvar a la Nación no es una tarea ingrata. Buscamos una receta propia, muy dinámica y rigurosa, una especie de sello que nos diferencie de las fórmulas clásicas aplicadas a estos menesteres. Lo Caracterizamos como un complejo orgánico sociopolítico y vivencial, que trata de realizar tres grandes anhelos, valores e ideales, como son: "LA VIDA, LA LIBERTAD Y LA PROPIEDAD"
Te levantarás todas las mañanas con un sentido real de propósito genuino y orgullo auténtico. Y por la noche, cuando besas a tus hijos y nietos para que se duerman, sabrás, en el fondo de tu corazón, que tus esfuerzos están ayudando a su futuro. Juntos podemos asegurarnos de que el futuro no sea lo que hoy es. Oprobio e inopia.
Y recuerda… Ciudadanos en Acción. ¡Juntos es Mejor!
Raul Amiel
raulamiel@gmail.com
@raulamiel
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