El pasado 15 de mayo se llevó a cabo la Quinta Reunión del Grupo de Puebla, una internacional de lo que llaman izquierda, que se hizo de manera virtual, ya que no se pudo realizar en el departamento del Magdalena (cuyo gobernador quiere convertir a esa comarca en una nueva colonia cubana) por el Covid-19 o virus chino; lo que más llamó la atención de ese conciliábulo, fueron las palabras del señor Pepe Mujica, expresidente marxista y exguerrillero del desaparecido grupo terrorista Tupamaros de Uruguay, quien afirmó: “ el fallido proceso de paz en Colombia es un fracaso de la humanidad entera”, sin embargo habría que preguntarle a un militante del comunismo totalitario como lo es Mujica, ¿A qué paz se refiere? sabiendo que la paz en la concepción leninista, es parte de una estrategia engañosa para la toma del poder.
Comenzando porque el termino paz es bastante genérico, ahora si se refiere el señor Mujica a los acuerdos entre el gobierno de Santos y las Farc en noviembre de 2016; ello fue un formalismo para que un sector de ese grupo terrorista, tuviera impunidad e hiciera parte de la burocracia estatal en el Congreso y en varios estamentos, porque el otro sector llamado “segunda Marquetalia”, que dirigen los narcotraficantes Iván Márquez y Jesús Santrich, siguen buscando el poder mediante la violencia y el terrorismo; así que el acuerdo con las Farc se hizo con una parte, porque la otro está haciendo lo que tradicionalmente ha ejecutad durante 56 años; a lo que hay que agregar que para que hubiera una desmovilización más amplia de esa banda armada, se tenía que proscribir el anticomunismo, lo que significaba que cualquier contradictor de los dogmas marxistas de las Farc, debían de ser perseguido por la justicia colombiana, usando el paralogismo de la responsabilidad de terceros; pero eso no se ha permitido.
El expresidente del Uruguay, como buen comunista recordara las palabras de Marx sobre la paz : “ el significado de paz es la ausencia de oposición al socialismo”, lo que en buen romance quiere decir, que nunca habrá paz, sino hasta que triunfe el socialismo, por lo que Pepe Mujica, debería guardarse esas palabras sobre la paz en Colombia, pues indiscutiblemente los acuerdos de La Habana han sido un paso más hacia la toma del poder por parte del comunismo con sus aliados; aunque les falló la persecución ideológica a los contradictores del comunismo totalitario, para que el camino les quedara más expedito.
Dentro de las enseñanzas marxistas, se habla de paz para hacer la guerra; entonces la sensiblería del exmandatario de Uruguay, responde a una internacional comunista que con sus aparatos como el foro de Sao Pablo y el Grupo de Pueblo, buscan consolidar en América Latina gobiernos “alternativos o progresistas”, para crear la Unión Soviética de Latinoamérica, como lo pretendían Hugo Chávez y Fidel Castro, quienes no podían admitir que la URSS hubiera eclosionado y que se cayera el muro de Berlín, ya que en su nostalgia por la guerra fría esos sucesos para los dos tiranos eran inconcebibles, de ahí que aprovechándose del atraso conceptual e ideológico de algunos dirigentes demócratas, montaron su socialismo del siglo XXl, como artimaña de engaño a los pueblos, porque continua siendo el mismo anacronismo marxista con otro ropaje.
También en el Encuentro reciente del Grupo de Puebla, hay personajes que llaman poderosamente la atención, comenzando por el expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, al que se le olvida que su partido, renegó en 1977 del marxismo, pero de pronto todavía no se ha enterado, y le está haciendo la segunda al comunismo de “podemos” con Pablo Iglesias, que gobierna en coalición en España con el PSOE al que pertenece Rodríguez Zapatero, eso sin lugar a dudas es el resultado de la confusión ideológica.
También es algo bastante exótico, que el presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien se muestra como guardián de la hereda peronista, acuda a eventos como el del Grupo de Puebla, desconociendo el señor Fernández el anticomunismo de Juan Domingo Perón, quien pronunció la célebre frase “ No cambio la bandera de justicialismo, por el sucio trapo rojo del comunismo”, a lo que hay que agregar que Perón tuvo como su ministro de Bienestar Social a José López Rega, fundador de la triple A(alianza anticomunista argentina), lo que demuestra que juntar al peronismo con el marxismo es un exabrupto.
Y para completar el sainete del Grupo de Puebla, también estuvo como animador el expresidente colombiano Ernesto Samper, miembro de una rancia oligarquía, que históricamente ha vivido asustada con los fetiches comunistas del materialismo histórico y la inevitabilidad, por lo que el futuro de la humanidad supuestamente es marxista, por ello esa oligarquía a la que pertenece Samper se quiere congraciar de una vez con los dueños del futuro y, de ahí que el exmandatario acude presto a las convocatorias de la mamerteria Iberoamericana.
El señor Mujica en la reunión de marras habló de la posibilidad de que surjan en la región conflictos armados, y eso no es nada raro, porque la secta marxista leninista que tiene presencia en nuestros países, utilizando la combinación de todas las formas de lucha ayer, hoy y siempre, deja en algunas ocasiones la violencia terrorista, pero como táctica revolucionaria; por lo que el expresidente uruguayo en su prosapia marxista, no se puede venir a rasgar las vestiduras hablando de paz, cuando se sabe que el comunismo totalitario tiene como un principio fundamental a la violencia para esclavizar a las naciones.
Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia
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