En economía suele mencionarse que lo más dañino es aquello que no se ve, que en lo especifico de la virus-crisis 2019 dicha afirmación se confirmará por intermedio de las modificaciones estructurales que llegarán para quedarse a la luz de nuevas relaciones Tecno-económicas (TE) que afectarán a todos los sectores económicos y a la sociedad como un todo, la cual venía transitando un largo tiempo de “serenidad económica” que permitió configurar un Estado de Bienestar apuntalado por acciones gubernamentales en procura de mejorar la redistribución de la riqueza, al punto que el sector público ocupa (no de manera eficiente)parte importante de las funciones del mecanismo del mercado.
El binomio serenidad-bienestar, habrá de enfrentar luego de la crisis, a la denominada Teoría de los “cisnes negros” (Nassim Taleb, 2008) que es una metáfora utilizada en pro de describir un suceso inesperado y de gran impacto tal como el descubrimiento en Australia (siglo XVII) de una especie de cisnes negros cuando se suponía que todos los cisnes eran de color blanco. vale acotar, que un evento económico es considerado un cisne negro si reúne, al menos, tres requisitos: 1.- Ser altamente improbable (sin evidencia que vaya a suceder); 2.- Tener un elevado impacto (que afecte la sociedad en general); y 3.- Se explica mediante razonamientos lógicos luego de suceder, para demostrar que iba a suceder irremediablemente. Son referencia de estos cisnes negros,: A.- El “nacimiento” de Internet en 1983 como una red de computadoras para comunicarse entre ellas, que paulatinamente fue introduciendo cambios en la forma de actuar, de trabajar y de comunicarnos; B.- Los atentados en EEUU (ataques terroristas suicidas) contra las Torres Gemelas y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001; hecho que impulsó cambios en las relaciones internacionales y en materia de seguridad.
Es así, que en economía el cisne negro se vincula con aquellos acontecimientos que provocan un cambio en las preferencias de los inversionistas de corto plazo, que no están preparados y protegidos para hacer frente a esos eventos, y en consecuencia entran en un pánico irracional al extremo de alterar la evolución de los mercados (hasta tanto retornan a su ritmo promedio) mas allá de los obvios efectos que son propios de una situación de depresión económica; tales como la contracción del PIB, el incremento de la deuda publica, aumento del desempleo y muy especialmente el nefasto shock de oferta (los precios como el producto se mueven en sentido contrario) que ejerce alta influencia sobre la oferta agregada (cantidad total de bienes y servicios ofrecidos) que, en conjunto estarían dispuestos a vender los entes que integran los sectores económicos los cuales se identifican con las actividades que realizan; Primario: Extracción de recursos naturales para ser consumidos por la familia o servir de materia prima para producir otros bienes (agricultura, ganadería, pesca, minería); Secundario: Transformación, de forma artesanal e industrial, las materias primas primas en productos; Terciario: Producción de bienes intangibles (Servicios tales como actividades financieras, transporte, comerciales y profesionales).
En cuanto a los probables cisnes negros que aparecerán en el Sistema Tecnoeconómico (STE) mundial que emergerá luego de la virus-crisis 2019, destaca con manifiesta obviedad una Transformación Digital (TD) que implica mucho mas allá que la incorporación de tecnologías, hasta constituir un proceso complejo y profundo mediante el cual se pretenderá reorganizar las estrategias institucionales en procura de elevar los valores añadidos, hasta el punto que la tecnología se convertirá en un medio y no en
el objetivo que facilitará mejorar el desempeño, aumentar el alcance y garantizar mejores resultados a la luz de cambios estructurales en las organizaciones donde las tecnologías pasarán a ejercer un papel estratégico central en un contexto donde el trabajo, las comunicaciones y las transacciones serán ejercidas básicamente a distancia en un entorno de uso intensivo de métodos digitales para hacer más eficaces las operaciones rutinarias, con énfasis en la interrelación entre personas al margen de donde se encuentren, las conferencias en línea para interactuar entre sí, la comunicación simultánea bidireccional de audio y video, la centralización de las bases de datos, y un largo etcétera; donde el trabajo se realizará fuera de la sede de las empresas por medio de un sistema de telecomunicación, al igual que un avance irreversible hacia la enseñanza virtual en línea o a través de Internet.
En fin, la Transformación Digital se irá materializando mediante etapas sucesivas tales como: Digitación (conversión de información analógica para una forma digital a efectos escribir datos haciendo uso del teclado de las computadoras); Digitalización (lo tangible es convertido en datos digitales para ser manejados por una computadora); Entorno Virtual (implementación digital en todas las escalas de la organización mediante plataformas web para fines específicos).
Jesús Alexis González
jagp611@gmail.com
@JesusAlexis_Gon
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