viernes, 15 de mayo de 2020

OSCAR ARNAL, PANDEMIA Y ESTOICISMO


El estoicismo fue fundado 305 años antes de Cristo. Tiene su fundamento en la razón. Proclama que estamos en esta vida para hacer el bien y dejar un mundo mejor. Vivir conforme a la naturaleza. El objetivo es alcanzar la felicidad, prescindiendo de fama o fortuna. La violencia es el último de los recursos. Los cuatro principios estoicos son: la sabiduría, la justicia, el valor y la templanza.


El estoicismo tiene que ver con la capacidad que tiene una persona para controlar sus emociones. El estoico se mantiene por lo tanto firme ante la adversidad. Importante para nosotros en tiempos de pandemia, crisis de los servicios y falta de gasolina.

La clave de la felicidad se encuentra en la “ataraxia”: equilibrio que se logra cuando no existen las turbaciones. La idea es mantenerse ajeno a las vicisitudes materiales o desapegados de ellas y ponernos en los zapatos de los demás. Quien obra mal lo hace por falta de sabiduría. Es necesario vivir libre de pasiones. Hay que dominar las reacciones mediante el autocontrol.

Una de las máximas figuras del estoicismo hoy es el profesor italiano Massimo Pigliucci. En su libro “Cómo ser estoico”, nos brinda una serie de consejos para vivir mejor. Los estoicos se mueven en la vida combinando una serie de prácticas que van encontrando en su propia experiencia, y así van construyendo su vida de manera personal. El autor ofrece ciertos ejercicios, aplicables a nuestro día a día. Las cosas tienen una naturaleza fugaz. Todo y todos dejamos este mundo tarde o temprano. La anticipación tiene que ver con la necesidad de contemplar las potenciales consecuencias de nuestros planes, para impedir que nos sorprendan y tener más control sobre las situaciones difíciles. El autocontrol tiene que ver con no ser cómplices de quienes pretender herirnos, su provocación sólo puede funcionar si lo permitimos. 

Los impulsos pueden llevarnos a la perdición y por eso hay que controlarlos, pensar antes de tomar decisiones. Solidaridad frente al dolor ajeno como si se tratara del propio. Vida plena y armoniosa. Observación ya que el ser humano tiende a opinar con mucha más frecuencia que ha observar en silencio, y esto le impide enriquecerse. Es muy importante encontrar el sentido de lo que se dice antes de compartirlo. Decir cosas que puedan servir.

Oscar Arnal 
oscar.arnaln@gmail.com
@OscarArnal 

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