jueves, 13 de agosto de 2020

FELIPE PÉREZ MARTÍ, SOBRE EL COMUNICADO DE LA CEV. MOVIMIENTO LIBERTADORES.

El Movimiento Libertadores quiere interpretar el comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana del 11 de Agosto en sentido positivo, como un aporte fundamental a la solución de nuestros ingentes problemas políticos y sociales.

En primer lugar, algunas consideraciones sobre el comunicado, y el marco de la propuesta del Plebiscito tipo 16J:

1. Es cierto que el pueblo venezolano tiene una gran vocación democrática, y que “asume en su normalidad ciudadana la vía electoral como bandera pacífica y racional de establecer una ruta política consensuada e inclusiva para resolver los ingentes problemas que la afectan”.

2. También es cierto que “es necesario celebrar elecciones libres, justas e imparciales con participación de todos los partidos y movimientos políticos, y con un basamento ético que respete el voto ciudadano según está previsto en la Constitución y las normas electorales”.

3. Adicionalmente, también es cierto que abstenerse de participar en las elecciones convocadas por el CNE ilegítimo no basta, y que “hay que asumir la responsabilidad de buscar salidas y generar propuestas para el pueblo que durante años ha creído en ellos”, y las otras consideraciones hechas sobre la inmovilización, el abandono a la acción política, renunciar a mostrar las propias fuerzas.

4. Creemos en la afirmación que hace la CEV en el sentido de que “nos mueve la fe en Dios, en los valores trascendentes y el amor al pueblo, los únicos que conducen a la paz y a la convivencia fraterna de todos”. Esto se manifiesta también por su valentía al expresar con sinceridad sus opiniones, conociendo de antemano las consecuencias de una reacción negativa de algunos liderazgos políticos opositores, a los emplaza a hacer su parte, asumiendo su responsabilidad.

Es nuestro propósito aquí hacer notar que no es necesario para lo planteado por la CEV en relación a la necesidad de respetar y garantizar el derecho al voto de los venezolanos, como algunos podrían interpretar de la lectura del comunicado, que la única alternativa electoral es participar en la convocatoria del CNE ilegítimo.

Está la opción que hemos propuesto, de hacer un Plebiscito tipo 16J: https://www.movimientolibertadores.com/

Esta alternativa, electoral, garantiza las cosas que son imprescindibles en este momento, y que reflejan el espíritu del comunicado de la CEV:

1. Participación ciudadana mediante el voto, de acuerdo a la Constitución “en su normalidad ciudadana”, cosa que no garantiza el CNE ilegítimo.

2. Unidad de la oposición democrática, en que el liderazgo político opositor, de todos los colores, debe asumir su responsabilidad, como bien apunta la CEV.

3. El ejercicio del derecho ciudadano para escoger a sus diputados teniendo en cuenta el desempeño de los que han ejercido su función, para prorrogar la gestión de quienes han hecho una buena labor y sustituir a quienes no lo han hecho. También la elección de una Junta de Transición, que debe tener suficiente tiempo para establecer una nueva República y salir de la crisis humanitaria, social, político-institucional, económica y de soberanía.

4. La vía de una salida definitiva del régimen delincuencial, y del sistema caza-renta, aprovechando las alianzas internacionales disponibles.

Finalmente, queremos dejar claro la interpretación correcta de la frase “esta convicción nos lleva a descartar cualquier salida fuera de la institucionalidad constitucional”, usando la doctrina social de la iglesia:

1. Los artículos 350 y 333 constitucionales nos obligan a desconocer, por un lado, y sustituir, por el otro, a las instituciones que violentan la Constitución, como el CNE ilegítimo. Por tanto, la alternativa del Plebiscito se inscribe en esta convicción de la CEV.

2. La doctrina social de la iglesia implica la aceptación de medidas de fuerza para neutralizar actos delincuenciales contra las personas y la población, y prevenir su permanencia. Esto incluye no solo el uso legítimo de la fuerza policial contra un secuestrador, por ejemplo. Sino también la acción militar contra un desgobierno ilegítimo y delincuencial, como en Venezuela.

3. La propuesta estratégica que hemos diseñado implica una salida pacífica, con salvoconducto, dada la fuerza relativa desigual a nuestro favor, si se acopia toda la fuerza potencial que tenemos disponible. El acto plebiscitario activa ese acopio y coordinación de fuerzas, que incluyen las internacionales de manera imprescindible, dado el apoyo geopolítico de fuerzas negativas que tiene el desgobierno.

4. En este mismo sentido, es claro que, según se conoce en la teoría y la evidencia empírica, se requiere una amenaza creíble para la salida y la viabilidad del salvoconducto y la salida pacífica. Un acto de fuerza de este tipo ese justificado por la doctrina social de la iglesia, no solo por la Constitución, como un acto de uso de fuerza proporcional para el ejercicio del derecho fundamental de la defensa propia.

5. La iglesia católica no desconoce la existencia de leyes naturales que rigen la creación de Dios. Pero tampoco la existencia de leyes sociales que rigen, según los tiempos y circunstancias, la voluntad de los pueblos y sus derechos sociales y políticos. En particular, el derecho y el ejercicio del poder originario del pueblo, que puede y debe activarse en este momento, y que está por encima de cualquier CNE, sobre todo si es ilegítimo y usurpador, como en este caso. Además, las realidades y alianzas geopolíticas, que hay que aprovechar en favor de la causa justa, y no desconocer las que se han usado en contra del derecho y la justicia.

Estas consideraciones validan en lo fundamental la propuesta del Plebiscito tipo 16J como la acción alternativa correcta en este caso, y sirve para interpretar el manifiesto de la Conferencia Episcopal Venezolana, que muy a tiempo vino a clamar por un acuerdo político para la solución de nuestros problemas, si lo interpretamos en sentido positivo, en particular, sensibilizando al liderazgo político opositor sobre la necesidad de la acción y la inconveniencia de la inacción y el irrespeto de los derechos políticos de los venezolanos.

Para concluir, ofrecemos humilde y sinceramente esta propuesta como parte de la inspiración de Dios, Quien “bendice a nuestro pueblo y concede discernimiento a los dirigentes sociales y políticos ante los graves retos que enfrenta hoy la patria”.

Agradecemos su bendición, estimados obispos venezolanos, que siempre han sido consecuentes con el pueblo venezolano sometido a tantas penurias y que piden una solución definitiva y esperanzadora.

Quedamos de Ustedes, sometiendo estas ideas para su consideración, de los dirigentes sociales y políticos, y del pueblo venezolano,

Felipe Pérez Martí
@Sabiens
Movimiento Libertadores. 

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