La primera quincena de diciembre se convierte en una nueva medición del apoyo popular para las dos convocatorias realizadas, una está prevista para el 6 de diciembre y la otra entre los días 7 y 12 de diciembre. Analistas prevén que terminará en otra confrontación, sin lograr avizorar algún entendimiento entre ambas corrientes políticas.
La prevista para el 6 de diciembre donde los partidos oficiales más otros organizaciones políticas apoyan la concurrencia para estas elecciones, ya que la consideran una oportunidad de medir su respaldo popular y a la vez estar confiados de que van a obtener un importante número de diputados en la nueva Asamblea Nacional, justificando estos partidos distintos al PSUV su participación en las elecciones convocadas para ese día. El sector oficial promueve la asistencia electoral con los anuncios de los logros sociales obtenidos en las distintas misiones que han sido implementadas, así como los diversos programas de asistencia social. Responsabilizando a las sanciones como la causa de las calamidades y limitaciones que afectan a la familia Venezolana, sobretodo por la caída del poder adquisitivo y la evidente disminución de los ingresos petroleros al no permitirle a PDVSA colocar mayores volúmenes de petróleo en el mercado mundial, así como la venta de otras materias primas por parte de las empresas públicas que se encargan de su explotación y venta.
La otra convocatoria es la consulta popular llevada adelante por los partidos que conforman la mayoría de la Asamblea Nacional así como un grupo representativo de organizaciones e instituciones civiles, para ser realizada entre el 7 y 12 de diciembre. Los participantes y convocantes a esta consulta popular, manifiestan su desacuerdo con las elecciones de una nueva Asamblea Nacional al considerar que no se cumplieron con la normativa legal vigente al elegir una nueva junta directiva del CNE, facultad que le correspondía al parlamento vigente, requisito que no se cumplió y que origino el llamado a no participar en estas elecciones. Ya que las consideran como muy favorables a la tendencia oficial al manifestar que con la actual directiva del Consejo Nacional Electoral integrada mayoritariamente por personas que se han identificado como favorables a quienes ejercen el poder, no haciendo confiables los resultados de estas elecciones a ser realizadas el 6 de diciembre.
Todo lo cual nos indica que independientemente de los resultados electorales que puedan ser obtenidos, se mantendrá la confrontación política, donde desde ya se hacen evidentes las insalvables diferencias existentes, lo cual traerá un desmejoramiento mayor de la capacidad de las instituciones públicas para resolver las calamidades que afectan a las familias Venezolanas.
Lo preocupante es que a pesar de los llamados de las instituciones más representativas de la sociedad civil, las cuales gozan de alta credibilidad popular como la Iglesia y los gremios empresariales, así como importantes instituciones como la ONU, la comunidad económica Europea, grupo de Lima, etc. No se observa ni siquiera el menor indicio de alcanzar los mínimos consensos para desentrañar la complejidad en las cuales se encuentra la Nación Venezolana.
Las proyecciones de participación de los ciudadanos en ambas, tanto la elección del 6 de diciembre, como la consulta popular del 7 al 12 de diciembre. Tienen distintas evaluaciones y proyecciones por lo cual la transparencia con la cual se realicen ambos procesos definirá cuál de ellas cuenta con el mayor apoyo popular. Lo preocupante es que independientemente de los resultados seguiremos en esta confrontación, la cual solo nos conducirá a mayores calamidades para los venezolanos.
Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución
Venezuela
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