viernes, 1 de enero de 2021

JOISE MORILLO, APOLOGÍA MACABRA

El mas del común, sostiene la errada creencia de que: lo maquiavélico es satánico y, no es así, tal adjetivación es producto de la intriga que se suscitó por intereses políticos donde Girolamo Savonarola (el oscurantista, Florencia, Italia 1452-1498) tildó a los postulados políticos de Nicolás Maquiavelo (Florencia 1469-1527), quien consideraba según sus argumentos que: “el fin justifica los medios para mantener al Príncipe en el poder”, como diabólicos. No obstante, aunque Maquiavelo planteaba tal acepción no es de su ingenio. Como cosa irónica, Savonalora fue condenado a morir en la hoguera acusado de hereje, cismático y despreciador de la Santa Sede, cuya autoridad la regentaba un Borgia, Alejandro VI. A quien Savonarola criticaba negativamente con sofismas y medias verdades.

Esto anterior demuestra que la difusión de información (propaganda excesiva) puede ocasionar en la mayoría de los casos reversión en contra de quienes la profesan o difunden. Hay dos razones que limitan la profusión del engaño y la verdad incluso dicho de las formas más floridas. La primera es  “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo (A. Lincoln). Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.” La segunda es:  (...) ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen (Mateo 7:6). 

El argumento del título después de haber propuesto estas ideas anteriores es; observar que la propaganda derivada de una convicción engañosa y sofista (Falaz) en función de un objeto adoctrinado, ideología o culto a la personalidad, puede ocasionar involuntariamente efectos devastadores en la conducta y conducción de las masas, sobre todo las populares e ignorantes de todo conocimiento político e ideológico.  Con esto traigo a colación, la insólita jerga frenética que causo la decisión del gobierno izquierdista de Argentina en pro de la legalización de algo antinatural como el aborto cuyo protagonismo era precisamente de gente de aspecto muy sofisticado y/o con consignas que, imagino de un fundamento surrealista propio también de la enajenación que produce la propaganda patetica y populistas de los revolucionarios de la desesperación del S.XXI, y propio de la ignorancia antes señalada, que compete a quienes no conocen un ápice de lo sublime y la estética de la naturaleza, y que, desafortunadamente tiene siglos manejada por la gleva izquierdista. 

En el artículo se observará el caso de Alberto Korda (fotógrafo cubano) quien, en ejercicio de su arte más que apego a algún concepto ideológico;  con el triunfo de la Revolución cubana en 1959, trabajó para la misma y acompañó a Fidel Castro como fotógrafo en distintos recorridos que el líder cubano realizó en esos años. Tal ejercicio en 1960 cambiaría su vida, ya que fue cuando realizó la famosa fotografía al Che Guevara  a quien convirtió en ¿El Guerrillero Heroico?, la cual se considera como la más reproducida de la historia de la fotografía en todo el mundo y uno de los diez mejores retratos fotográficos de todos los tiempos. Trabajo con el que no imaginaria,  ni tener la  intención de  apologizar por tiempo impredecible la estética del hombre revolucionario. Aun cuando sí dar mérito a su trabajo. 

Al observar, desfiles feministas, protestas callejeras de radicales de izquierda, paredes de universidades y desfiles de la comunidad LGTB a nivel internacional se tiene la figura del Che Guevara  como un apolo que convirtió Korda en más que un icono un fetiche “progresista”. Paradójicamente, muchos de los que usan una polera (remera para los argentinos, franela para los venezolanos) con el rostro de Guevara no conocen su verdadera historia,  solapada con una construcción realista de la misma, la cual constituye una forma de Histeria huxleyana que ha enajenado a masas con las características señaladas al principio e irónicamente a un sector romántico ilustrado bastante numeroso. 

Sin embargo, en su haber se cuenta además que le llamaban el carnicero de la cabaña, fortaleza prisión  donde torturaban y asesinaban por orden del y de Fidel Castro a opositores y presos políticos en la Habana Cuba, que: ¡siendo muy socialista, anticapitalista y luchador social!, según su primo Fernando Córdova, tenía empleadas con las que saciaba sus pulsiones sexuales, siendo una de ellas la mucama Jacinta, de 72 años, al tiempo que visitaba la casa de sus familiares en Buenos Aires. 

A su novia -a finales de los años 50- descarada, cínica y sarcásticamente le declara en una misiva su sesgo ególatra y narcisista dañino, al momento de iniciar su pseudo epopeya o, periplo de voluntad itinerante, le comunica: «Sé lo que te quiero y cuanto te quiero. Pero no puedo sacrificar mi libertad personal por vos. Es sacrificarme a mí, y yo soy lo más importante que hay en el mundo, ya te he dicho». 

Según Hugo Balderrama (escritor argentino) “Más allá de su decisión personal, la carta nos muestra que Guevara era todo lo contrario al altruista y abnegado que nos muestran sus apologistas.” 

Balderrama señala que, no se explica cómo las masas de apoyo y membresía de las ONG en pro de las LGTB rindan culto y aúpan la personalidad del carnicero de la cabaña, cito: 

¿Cómo explicamos que hoy la cara del Che aparezca en marchas del orgullo gay? 

Esa inexplicable actitud debería o, da evidencias de que este sector de la humanidad ignora que el che durante su gestión política designada por Fidel Castro en la isla de Cuba, demostró su homofobia con una radicalidad y compulsiva pasión al punto que fundó una especie de gueto o reservación al estilo de los stalags Nazi  en la periferia de la habana, al cual denomina campo de trabajo de Guanahacabibes, destinado a reeducar a colectivos no afectos y que dañaran la imagen de la revolución, entre ellos los homosexuales, que sufrieron maltratos, violaciones e incluso ejecuciones en ese recinto, con un gran letrero que afirmaba: «El trabajo os hará hombres». 

Irónicamente, plantea  Balderrama, El Che es un mito que puede ser usado -por la ignorancia del caso- en una bandera futbolera, en una Franela fabricada en Estados Unidos o como estandarte de causas que en vida Guevara hubiera despreciado, o incluso hubiera fusilado a sus promotores. 

La apología del che es indudablemente una obra de la falacia izquierdista en las fronteras europeas, americanas y gran parte del mundo terráqueo humano. Reciclado en Latinoamérica por el Foro de Sao Paulo presidido por otro gran megalómano y narcisista dañino, Fidel Castro quien por supuesto, tiene como esencia el mismo espíritu traidor y asesino. 

En el futuro, la historia de este personaje de apología errada, se debería considerar como: tristemente célebre. 

Joise Morillo
aojoise@gmail.com
kaojoise@gmail.com
@Joisemorillo
Venezuela

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