lunes, 8 de marzo de 2021

AURORA LACUEVA, GIGANTES QUE NO SE NOMBRAN

Crueles gigantes se pasean entre nosotros causándonos graves daños. Un lado político ve a unos y a otros ignora, mientras en la acera de enfrente resaltan a los que aquellos ignoran y guardan silencio acerca de los que su contrario denuncia. 

De este modo, para la oposición tipo G4 las “sanciones” de potencias extranjeras no existen, o sólo afectan a individualidades. Cada día sus partidarios destacan las carencias que sufrimos y las fallas del gobierno, pero nunca reconocen que resolver nuestros problemas se hace muy difícil hoy debido al asfixiante peso de las medidas coercitivas de EEUU, y al bloqueo de cuentas bancarias y otros activos en Europa. No hablan de lo delirante que es tener miles de millones de dólares represados en bancos internacionales y carecer de dinero suficiente para adquirir medicinas o alimentos. Un ejemplo entre muchos: sabemos que mantener la educación básica es importante. Y también sabemos que en la actualidad el salario de las y los docentes de las escuelas públicas y subsidiadas no alcanza para vivir. Darle durante el resto de este año un bono especial de treinta dólares mensuales a este personal costaría menos de 150 millones de dólares. Y solamente en un banco de Portugal hay retenidos más de 1.700 millones de dólares, que no se pueden usar. 

Mientras tanto, para el oficialismo todos nuestros males se deben a las “sanciones” y a nada más. No se reconocen los serios errores y faltas que, prolongados en el tiempo, cavaron el foso por donde las acciones externas nos terminaron de hundir. Tenemos el caso de la corrupción: desde los primeros años de Chávez se dejó crecer, hasta convertirse en uno de esos gigantes que nos agobian. Supongo que en algún momento se consideró “funcional”. Siendo que el problema no es solo lo que se pierde en dinero y calidad humana sino que, para robar mejor, todo debe ser ineficiente. Adicionalmente, la gestión se ha empantanado a menudo por la ineptitud de quienes están a cargo. Incluso a los más altos niveles, las malas políticas han tardado mucho en ser revertidas –cuando se ha hecho- y el manirrotismo ha dominado. Son gigantes que nos acosan y que deben ser enfrentados. Contamos con un gigante bueno, que somos todos como pueblo: con reclamo, voto y acción positiva podemos vencer. 

Aurora Lacueva

lacuevat@hotmail.com

@AuroraLacueva

@Unoticias

Venezuela

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