jueves, 4 de marzo de 2021

JOISE MORILLO, ESTADÍSTICA, ALARMANTE O IRÓNICA

En Venezuela, desde que se creó la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) y se impuso la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (RESORTE), los medios de comunicación radiales, televisivos y escritos solo publican lo que les permite y conviene al gobierno. 
 
De este modo los medios de comunicación están limitados a propagar la verdad de los acontecimientos cotidianos, y sus representantes, los periodistas, comunicadores sociales, presentadores y animadores, en muchos casos han sufrido: persecución, acoso mediático, violencia física, secuestro, encarcelación y, hasta muerte por denunciar casos donde el gobierno ha ejercido extrema violencia, contra opositores y contra las manifestaciones pacífica que hace la población para protestar por las situaciones adversas que se les ha presentado en el transcurso de la gestión de gobierno representada por el liderazgo del PSUV. 
 
Por otro lado, los medios de comunicación oficialista, que son miles y de distintos tipos, se dan a la tarea de publicar cuanta información le convenga para dar una buena imagen, no importando cuanta mentira y tergiversación acerca de un tópico a exponer, tengan que divulgar, siempre y cuando fortalezca la idea de liderazgo que el régimen -en nuestro caso de Maduro- necesita aunado al escarnio y el sarcasmo con un lenguaje procaz y violento como lo hacen en Con el Mazo Dando y Zurda Konducta, este último conducido por un mercenario mediático extranjero. Para esto, el comunista Salvador Allende afirmaba: 
 
“El periodismo no debe ser objetivo, sino en función de la revolución” 
 
Actualmente, en el marco de la situación de salud que se ha presentado a nivel mundial con la aparición de una variante del SARS 2, cepa del COVID 19, la cual se especula fue creada en laboratorios chinos, los venezolanos han padecido de una cuarentena que los ha confinado a una casa por cárcel, aunado a una escasez de combustible, ocasionada por la gestión de la regulación de energéticos fósiles que ha emprendido el régimen de Maduro y que solapa con diferentes clases de argumentos, incluyendo, bloqueos de recursos monetarios colocados en Bancos del exterior etc. 
 
En tal sentido se han llevado a cabo un control de la población para mantenerlos inmóvil lo máximo posible con el argumento de que se debe proteger a la ciudadanía del peligro eminente que ocasiona tal (pernicioso) virus el caso es que se le ha dado prioridad a una seguridad sanitaria, pero se ha descuidado 100% los demás asuntos públicos a los que la gestión de gobierno mediante sus diferentes circunscripciones debe cumplir. 
 
En los últimos días Freddy Ñáñez, ministro de Comunicación, reportó que en las últimas 24 horas 444 nuevos contagios del virus SARS-COV-2, que causa la Covid-19, con lo cual los casos de esta enfermedad ascendieron a 138.739 en el país, que también sumó tres muertes más vinculadas a la pandemia que elevaron el número de fallecidos a 1.341, este sábado. Un saldo de 4,78 muertes por cada 100.000 habitantes. 
 
O sea, desde marzo del 2020 hasta el 27-02-2021 ha habido por caso COVID 19, 1.341 muertes. Un porcentaje con respecto a los 28.000.000 de habitantes que quedan en Venezuela de: 0.0049%. Mientras, las muertes por violencias de diferentes índoles fueron, aunque menos del doble que en 2017 y 2018, más altas. En una rueda de prensa con el director del OVV Roberto Briceño-León aseguró que, en 2020, hubo 11.891 personas que fallecieron por causas violentas, lo que implica una tasa de 45,6 por cada cien mil habitantes y un porcentaje estadístico respecto a la población de 0,042%.  
 
El asunto es que esta comparación no la hace el régimen, ni el TSJ, y mucho menos la autoridad del ministerio público. Las autoridades civiles tienen una preocupación muy grande y tienen que responder a las órdenes del gobierno; reprimiendo la actividad cotidiana del ciudadano, pero no al delincuente y la delincuencia que ha disminuido por causa de la diáspora  que ha tenido que afrontar el pueblo incluyéndose a ellos, que al no tener que quitar o arrebatar a la ciudadanía (indefensa y desprotegida) y que el producto de sus fechorías no les está dando para subsistir han tenido que unirse a los migrantes venezolanos, que forzados por la escasez y la represión del régimen han tenido que huir del país. 
 
La estadística real es que: hay más muertes por causa de la violencia que por causa del COVID 19, y no es por la cuarentena establecida y menos por la calidad de asistencia médica que ha desarrollado el régimen, pues los hospitales están totalmente desguarnecidos, la gente que entra en ellos por alguna enfermedad, se muere, no por falta de asistencia, porque nuestros médicos tienen una vocación de servicio inmensurable, sino por falta de recursos y dotación de insumos para poder salvar vidas. Por algo no dejan hacer autopsias a los cadáveres, con esto todo el que se muera en un hospital con cualquier patología pulmonar así no sea las que producen el COVID, le imputan muerte por COVID y punto, a Cremarlo.  
 
En conclusión, cualquier noticia donde se diga la verdad de los sucesos que pongan en tela de juicio la gestión del régimen está vetada de antemano y, quienes logren publicarla, tienen la soga al cuello. La mentira ha mellado la perspicacia de nuestro pueblo, el régimen actual de Venezuela ha adoptado la propaganda enajenante como patrón para ideologizar a su favor al pueblo principalmente a los jóvenes y niños. Ese es el modelo Nazi fascista promovido por J. Goebbels, adlátere de Hitler, ministro de información y propaganda alemán (1944) quien afirmaba: 
 
“Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar (…) Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores y hacer que nuestros simpatizantes se lo repitan en todo momento” 
 
La estadística esta malversada, alarmante e irónica a la vez.
 
Joise Morillo
kaojoise@gmail.com
@kao_joi_lin
Venezuela EEUU

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