Recientemente escuchamos al ministro del Poder Popular
para el Petróleo Tareck El Aissami decir textualmente que: “Hace un año
Presidente (Nicolás Maduro), la comisión Ali Rodríguez Araque, recibió una
industria petrolera totalmente devastada en todos los aspectos”. La verdad es
que hace más de 20 años, el expresidente Hugo Chávez recibió una industria
petrolera de primera calidad, y la revolución se encargó de destruirla.
En 1998 Petróleos de Venezuela S.A. era la tercera
empresa en el mundo en capacidad de refinación y de procesar 3,3 millones de
barriles diarios de petróleo. Administraba 24 refinerías en todo el mundo, 18
de ellas en el exterior y 6 en el país. Hoy, en esta Venezuela “socialista”,
importa gasolina.
Ahora bien, esto no fue lo que se esperaba de la
industria petrolera estatizada; en la que una década después de nacionalizada,
se tuvo que devaluar el bolívar, en aquel fatal viernes negro de 1983.
Décadas después, debimos tener la economía más sólida
de la región, con una moneda fuerte y estable que nos diera ventajas
competitivas en el intercambio comercial con los demás países.
La clase política del momento impuso el término
"nacionalizado" -lo cual es falso- apelando a un sentimiento
patriotista, que solo sirvió para que los políticos sustrajeran el doble de lo
que ya malversaban antes.
Esta situación, le dejó en bandeja de plata a Chávez,
una PDVSA, en la que solo tuvo que desplazar a un cuerpo gerencial de su
dirección, para financiar su locura socialista del siglo XXI, en la que pasamos
-en estas últimas dos décadas- del bolívar, al bolívar fuerte, luego al bolívar
soberano, y con el ahora anunciado bolívar virtual, solo confirma que la moneda
nacional desde hace rato es invisible.
La realidad es que destruyeron a Venezuela, su
economía y su petróleo; expropiaron empresas, obligaron a más de 5 millones de
venezolanos a abandonar su patria, 6 millones de hectáreas intervenidas,
generaron hiperinflación (39 meses) llevaron al país a depresión económica (28
trimestres). Solo en los últimos 8 años, el Producto Interno Bruto (PIB) se
redujo 8 veces.
En medio de este desastre, hoy vemos que ese mismo
chavismo que pasó años asegurando que la economía estaba mal por culpa del
dólar criminal, ahora obliga a una cadena de farmacias a dar vuelto en dólares.
A nuestro juicio se presenta una gran oportunidad, en
la que lo sensato es que desde los sectores que adversamos al gobierno,
apoyemos una agenda liberalizadora, donde la recuperación económica -con base a
liberalización- implicaría, entre otras cosas, recuperar la autonomía de los
individuos con respecto a su dependencia del Estado y sus dádivas, por ende eso
significa mayor capacidad, a mediano plazo, de expresión política autónoma y
por lo tanto, de un cambio que sea sostenible.
Hay que preguntarse si el gobierno, sabiendo que esto
puede colaborar para que se produzca un cambio democrático, va a correr el
riesgo, o va a prevalecer la ferocidad del Estado-PSUV. Lo que si es cierto, es
que los sectores pro-cambio y pro-democráticos nacionales, debemos actuar
juntos.
Si las industrias venezolanas tienen entre un 70 y 90%
de capacidad que no utiliza, sería conveniente que las cámaras sectoriales y
Conindustria le presenten una propuesta al gobierno que ofrezca abastecimiento
local asegurado, a cambio de facilidades e incentivos de exportación; en ese
sentido, desde Unidad Visión Venezuela aplaudimos que ya Fedecámaras y
Consecomercio hayan hecho planteamientos concretos a través de la recién
instalada Comisión Especial para el Diálogo, la Reconciliación y la Paz, en la
que el punto clave es restablecer la inversión privada con seguridad jurídica.
Ratificamos que nuestra gente y el país deben de estar por encima de cualquier
diferencia y de la estéril diatriba política que ha puesto la soberanía del
pueblo por debajo de intereses mezquinos.
La ciudadanía clama por una clase política que atienda
los problemas de la gente, ¡ya está bueno! no se puede seguir privilegiando a
un grupito de enchufados que viajan en helicópteros de última generación a Los
Roques, sobre millones de venezolanos que buscan comida entre la basura.
Omar A. Ávila H.
www.unidadvisionvenezuela.com.ve
Secretario
General de Unidad Visión Venezuela
@OmarAvilaVzla
Venezuela
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