Sabemos
es arduo difícil porque los venezolanos somos amantes de la paz, dicho sea de
paso, las veces que nos hemos enfrentado a los cercenadores de la democracia
siempre ha faltado el toque final, esa organicidad política que concrete los
hechos, no la hemos tenido.
A
lo largo de estos más de 20 años de chavismo, con Chávez, más o menos hasta
2010, se vivió en una ficticia burbuja de bienestar producto del boom
petrolero, existía el mismo desastre, pero con abundancia de recursos para
“taparlo”, por eso apenas asume el poder Maduro, con la quiebra de Pdvsa y las
arcas vacías, al régimen chavista se le vio el hueso.
Ni
siquiera con elecciones en trágicas condiciones mínimas e institucionalidad
psuvizada el chavismo fue capaz de volver ganar los espacios de poder, por tal
motivo “evolucionó” a elecciones en condiciones absurdas donde impone partidos,
candidatos y resultados… por eso las sanciones.
En
todo este tiempo la Venezuela con democracia civil y perfectible, la
reclutadora de inmigrantes e inversiones del siglo XX, pasó a ser la paila
infernal de hoy, la que está a punto de convertirse en el fenómeno de
emigración más grave del planeta, amén que ya lo es en términos de deterioro de
calidad de vida. Lo único que ofrecen nuestros políticos son excusas, de parte
y parte… ¡Tengan paciencia arguyen con voz metalizada e indolente!
¿Cómo
tener pacencia? Todo lo que es requerido para la vida como la salud, la
educación, el trabajo, los servicios públicos, seguridad y demás, se encuentra
en extremaunción, solo un puñado de aliados del régimen se atreve realizar
puntuales negocios, las inversiones realmente necesarias/urgentes no aparecen ni
aparecerán mientras Venezuela no recobre la ruta democrática y constitucional…
es un hecho.
En
Venezuela no puede haber paciencia, menos hoy día que el Covid-19 nos ha hecho
caer en cuenta de todo lo que perdimos. Los efectos colaterales de la pandemia
son iguales o peores a ella misma, en una nación cuyo salario mínimo oscila en
2$ dólares el hambre, la pobreza se multiplica mucho más que en aquellas
naciones democráticas, apegadas a la constitucionalidad. En paralelo, ahora que
requerimos un sistema público de salud, de agua y electricidad eficientes,
servicios de gasolina, gas y gasoil para el traslado de personas, alimentos y
medicinas, pues ya no lo tenemos, la corrupción los exterminó.
No
se puede pedir paciencia desde la tarima del gobierno rodeado de lujos y
beneficios, tampoco se puede pedir paciencia desde una oposición con
privilegios. Los venezolanos no queremos más “paciencia” humanamente no hay de
dónde sacarla, hoy la paciencia significa venezolanos que se marchan con una
mano adelante y otra detrás a buscar refugio en otras naciones. Significa pasar
hambre, morir de hambre, de mengua en los hospitales, sufrir porque no se tiene
recursos para comprar medicinas… la paciencia en Venezuela está acompañada de
sufrimiento y muerte.
Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela
La paciencia tiene sus escenarios y momentos;ya es hora de soluciones.
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