No solo la carencia y/o desaparición paulatina de
principios morales están desde hace largo rato mellando la identidad de nuestro
gentilicio. Desde hace poco más de 10 años la existencia de nuestra estirpe se
está transformando en una especie de entes sobrevivientes por causa de la
debacle existencial inducida por el régimen de corte castro-comunista impuesto por el chavismo. La
cosiata como germen del fascismo nonagésimo de los políticos contrarios a
Bolívar, no hizo tanto daño a la gesta heroica, ni al espíritu del venezolano
como lo ha hecho este régimen sobre la clase productiva y trabajadora del siglo
XXI en Venezuela. Que ha venido compitiendo asimétricamente con un poderío
represor homicida y cruel.
El pueblo hasta ahora no solo compite –estoicamente- en contra de la barbarie de los codiciosos de poder local, sino contra una codicia imperialista (solapada) bien organizada y perversa que no le importa el sufrimiento de las masas sino que hace alarde de su poder de convicción propagandística para hacer de ellas los tontos útiles –supuestamente causa de del orden político de sus tiempos – cuyo padecer indignaba a la razia comunista de Ulianov Vladimir, Bakunin, Proudhon y otros ansiosos de poder y gloria como Marx, Fidel Castro, H.R, Chávez, del S.XX-XXI; cuya propaganda Falaz ha hecho bandera de cuanto avatar negativo afecta en el momento para achacar todos los males que producen a un enemigo rebuscado o inexistente y, para atizar el supuesto empeño de proteger y salvaguardar la libertad del pueblo y la nación entera que ellos mismos han restringido en nombre de una ideología que ellos mismos no digieren por confusa e inviable, aunado a un supuesto deseo de paz que han destruido con el terror de estado. Sumado al confinamiento ciudadano teniendo como herramienta el miedo al Covid 19 y, creando con ello lo que Aldous Huxley concibe como “histeria colectiva”.
Simón Rodríguez (Robinson) el más ilustre de nuestros
filósofos y mentor del libertador decía con suma razón que no se puede culpar
al maestro de la mala educación de sus alumnos si ellos no tuvieron buena
educación.
Un pueblo ignorante es mejor manipulado por quienes
conocen sus limitaciones y debilidades.
Es por ello que quienes ostentan el poder en países bajo el yugo de
regímenes absolutistas, totalitarios, dictatoriales, tiránicos y/o populistas,
desarrollan como axioma diferente fórmulas para mantener a los pueblos
ignorantes, de política, de sus derechos, de todo conocimiento básico en las
ciencias y la tecnologías; en función de
limitar la idea de luchar, de construir mecanismos y/o desarrollar ideas en pos
de lograr su libertad. Diezmada paulatinamente por sus opresores. Es totalmente
válido pensar que este episodio de ¡pandemias! ha caído como anillo al dedo a
los tiranos para justificar su bien organizado plan de mantener al pueblo en la
miseria, con hambre, terror y escasez de recursos de movilización (vehículos y
combustible) sumado a la ya explicada limitación contra el pueblo de la
obtención de conocimientos.
Conclusión
están sometiendo a Venezuela y a su pueblo a una situación totalmente
retrograda
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