Imaginemos
por un momento que vivimos en la Sociedad 5.0, en la que ciudades “verdes”
ayudan al control del calentamiento global, donde las tecnologías de
comunicación aportan a la creación de infraestructuras inteligentes de manejo
energético o tecnologías digitales para proveer servicios fundamentales en
áreas remotas, todo con el apoyo de robótica e inteligencia artificial.
Una
sociedad super inteligente donde vehículos autónomos y drones traerán productos
y servicios a la puerta de tu casa, un robot la limpiará, la nevera revisará
las condiciones de los alimentos almacenados, tractores autónomos segarán los
campos y sistemas cibernéticos mantendrán las calles en perfectas condiciones.
Parece
ciencia ficción ¿verdad? Pues eso y más es lo que se ha propuesto Japón en su
plan Sociedad 5.0, un programa a largo plazo que integra espacio físico con
ciberespacio, luego de haber superado la sociedad cazadora (Sociedad 1.0), la
agrícola (2.0), la industrial (3.0) y la informática (4.0). Un proyecto que
apunta a la inteligencia artificial para su uso en todos los servicios,
incluyendo las tres áreas prioritarias de la Sociedad 5.0: salud, movilidad y
productividad.
Más
modesto, aunque en la misma onda, va Camerún con su Plan Estratégico Digital
2020, que ha incluido el emprendimiento de un centro de alta tecnología
especializado en robótica, manufactura digital y visión por computación
asistida, único en el África subsahariana.
Datos como
estos y muchos más se encuentran en el extenso informe 2021 sobre la ciencia en
el mundo (más de 700 páginas), publicado por la UNESCO el pasado 11 de junio,
bajo el subtítulo que aquí tomo para encabezar esta gacetilla. Un informe que
documenta la rápida transformación en marcha de las sociedades humanas en su
conjunto, con la mirada puesta en nuevas posibilidades socioeconómicas, al
tiempo de corregir desigualdades sociales que exigirán la adopción de medidas
de protección.
Para estar
a tono con la sociedad del conocimiento que caracteriza al siglo XXI, y
alinearse con los Objetivos del Desarrollo Sostenible 2015-2030 (ODS), la
UNESCO propone que todos los países inviertan al menos 2% de su producto
interno bruto (PIB) en investigación e innovación, si quieren emprender con
éxito la doble transición “verde” y digital que exigen los tiempos que corren.
Transición
que requiere el uso de plataformas claves en tecnología digital. Inteligencia
artificial, el internet de las cosas, robótica industrial, impresiones 3D,
electrónica híbrida, fotónica, biomanufacturas, blockchain, tecnologías
cuánticas, biomedicina, nanotecnologías, son apenas algunas de las claves para
avances actuales y futuros.
Desde 2014
ya son más de 30 los países que han incrementado su gasto en investigación, de
conformidad con el compromiso que contrajeron para alcanzar los ODS. A pesar de
este avance, los países del G20 capitalizan nueve décimos de las inversiones en
investigación, personal de investigación, publicaciones y patentes, al tiempo
que ocho de cada diez países del mundo apenas dedican a ciencia, tecnología e
innovación (CTI) menos del 1% de su PIB, perpetuando así su dependencia de las
tecnologías procedentes del extranjero.
Entre los
países desarrollados, puntea Israel con 4.95% de su PIB dedicado a CTI, seguido
entre otros por Corea del Sur 4.53%, Japón 3.26%, Alemania 3.09%, Estados
Unidos 2.84%, China 2.19%, Unión Europea 2.02%, Reino Unido 1.72%, Canadá
1.57%. De los países de América Latina, Brasil 1.26%, Argentina 0.54%, México
0.31%.
De
Venezuela se indica que en 2016 dedicaba 0.69% de su PIB a CTI, a la vez de
señalar que el severo éxodo de venezolanos al exterior y la recesión que ha
hundido la economía del país han afectado la productividad del sector CTI, lo
cual se refleja en una caída de 24% en el número de publicaciones originadas en
Venezuela durante el período 2015-2019. Mientras tanto México, a pesar de la
baja contribución a CTI en su PIB, se ha convertido en el 9º país del mundo en
automatización, contando con 5.700 robots industriales instalados, la mitad de
ellos en el sector automotor.
Transformaciones
de este tipo exigen creatividad y espíritu de innovación, a la vez que
inversión de más cantidad de recursos materiales y humanos en la investigación
hacia sectores estratégicos. Mirar a la distancia para fijarse metas a largo
plazo mientras se solucionan los problemas del día a día es la enseñanza que
nos queda de países como Japón, planificando su desarrollo con la vista puesta
en la Sociedad 5.0.
Tal como lo
expresa la UNESCO en este extensísimo informe 2021 cargado de datos e
informaciones, “la ciencia se ha convertido en sinónimo de modernidad y
competitividad económica, e igualmente de prestigio”.
Gioconda San-Blas
gsanblas@gmail.com
@daVinci1412
@DiarioTalCual
http://giocondasanblas.blogspot.com
Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales,
Individuo de Número, Sillón XX
Caracas, Venezuela acfiman.org
“El castigo
por rehusarte a participar en política es ser gobernado por personas inferiores
a ti”. Platón
"Aunque
no te interese la política, la política se interesará en ti". Pericles
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