viernes, 18 de junio de 2021

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: ¿CÓMO DOMAR A LOS PARTIDOS POLÍTICOS?

Nuestras Constituciones nacionales han sido prácticamente un “copia y pega” en cuanto a su configuración política, ha sido y es (hoy más que nunca) una fulgente oda al presidencialismo, tanto que básicamente nos condenan a un dictador constitucional. Entarima al presidente como “Jefe del Estado” cuando solo debe ser jefe de gobierno, por mencionar tan solo un simple ejemplo entre tantas mega facultades y competencias que acompañan este cargo que más bien parece extraído de entre la Nobleza, pues tampoco nos asegura un perfil idóneo, sino que se asemeja más a un enviado divino.
 
Así es, fácilmente podríamos confundirnos con reyes, todos nuestros presidentes han sido de esa nobleza venezolana que cuando llegan al poder conducen al país como un gran latifundio. La amenaza del Estado Comunal acelera esta descomposición de nuestro sistema político.
 
Se hace imprescindible Venezuela supere este cáncer, el presidencialismo es un ancla segura al subdesarrollo. Basta dar una ojeada por el mundo, la mayoría de los países occidentales que disfrutan niveles envidiados de calidad de vida exhiben sistemas parlamentarios, no se engañen, aunque existan noblezas éstas hoy día cumplen papeles protocolares, quienes deciden la conducción de esas naciones son los civiles, sistemas parlamentarios, en una armoniosa separación de poderes. El poder hay que distribuirlo entre las instituciones del Estado y deben funcionar con sinergia, esa es la clave.
 
No vamos ahondar en lo que ocurre en las naciones frenéticamente presidencialistas porque dolorosamente los venezolanos lo sabemos muy bien, además, en la actualidad Cuba y Nicaragua complementan este cuadro de deshonor. Las instituciones del Estado se confunden con los partidos políticos de los gobernantes, dando paso a regímenes de élites todopoderosas posadas en un pueblo intencionalmente debilitado, oprimido.
 
¿Cómo domar a los partidos políticos y sus hegemones? Venezuela pudiera adoptar un sistema parlamentario similar al suizo. La jefatura de gobierno es ejercida por un cuerpo colegiado, nos explicamos: Sí nuestro periodo presidencial es de 5 años, ese cuerpo estará conformado por 5 diputados, uno por cada tolda partidista con mayor representación en el parlamento, cada uno de ellos será el jefe de gobierno por un año, sin reelección a ese cuerpo, obligando a los partidos llegar acuerdos pragmáticos, lo que favorece al país.
 
Otra externalidad positiva es la escogencia de los poderes públicos nacionales, médula ósea de las democracias, necesariamente serán electos bajo el principio del acuerdo o confianza política entre los parlamentarios a través comisiones temporales con configuración similar a la jefatura de gobierno pero, por ejemplo, con 10 parlamentarios de las 10 toldas partidistas con menor representación, donde la imparcialidad de los titulares a elegir sea la principal característica, además de lo cualitativo.
 
Son ideas, nos comprometemos a continuar escribiendo al respecto, pero lo realmente necesario comprender es que Venezuela, para retomar su camino a la prosperidad debe, en primer lugar, superar al chavismo para luego conformar un sistema político que evite se continúe repitiendo lo que hasta hoy nos destruye la nación. Alemania lo hizo, configuró su sistema político a fin de evitar vuelvan a surgir nuevos Hitlers.
 
Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela

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