martes, 31 de agosto de 2021

JOSÉ ANGEL BORREGO: *MARGARITA*

Lo bueno de conversar con gente inteligente es que se le pega a uno algo. No mucho, pero asaz para enhebrar ciertas ideas que pugnan por ser analizadas.

Hablaba el viernes con *Luis Fernández Villegas,* a mi criterio, el periodista más minucioso como observador que he conocido. Tiene la doble virtud: escudriña científicamente y archiva mentalmente. Luego establece las analogías y en algún momento las hilvana en voz alta o las transcribe en blanco y negro. Nos referíamos antier a las calamidades por las que atraviesa Margarita y lo sencillo que resulta abordarlas y resolverlas. Hasta ahora ha sido la *cuadratura del círculo* para políticos y gobernantes insulares y para quienes desde Caracas tienen idéntica responsabilidad, nada sagrada, de velar por cada ciudadano del país.

Margarita, apuntaba Luis, es muy superior a todo lo que lo rodea. *He visitado casi todas las islas del Caribe y ninguna posee los atractivos y recursos que ostenta Margarita* dice con absoluta convicción. Luis no es margariteño. Nació en Ciudad Bolívar pero desde infante fue enguacalado por su padre, *Don Luis Fernández* ciudadano probo que gozó de grandes afectos en la tierra guayanesa y supo que *Caracas* era el mejor destino para su cachorro y así fue. Luis ocupó la máxima
jerarquía periodística en el diario *El Nacional* y en otros destinos que lo requirieron. Tiene un modesto apartamento en Margarita porque *adora la isla* y cada lugar que visita lo hace más margariteño y más inconforme con el poco resultado que ha obtenido ese terrón insular.

Desde luego que compartimos con Luis sus cuitas. Estas y todas. Nos amalgama una *identidad fraterna* pero sus palabras son más universales que lo cotidiano de un comentario al desgaire. Y permiten que uno recuerde que Nueva Esparta, por su estatus insular -lo comparte plenamente Luis- ostenta mayor factibilidad de resolver los asuntos que la constriñen. Ahora Margarita es apenas un cúmulo de sitios poblados, cada uno con su nombre, cada uno con sus gentes y todos en común con gravísimos problemas que cada día se hacen más profundos. *¿Lo peor?* No se asoma una respuesta convincente para adecentar al menos el futuro próximo (mañana mismo literalmente) de Margarita y Coche. Hace poco más de una semana, Coche la hermana menor de Margarita, estuvo cuatro días, *¡cuatro días!* sin luz (a lo Trucutú) por una deficiencia anunciada cual crónica de García Márquez.

Coincide Luis, cuando compartimos ideas para encontrar respuestas definitivas, que ellas son un camino *confiable por fiable.* ¿La conocen los líderes de Nueva Esparta? Se pregunta pero intuye anticipadamente que no. Los políticos apenas saben *distanciarse entre sí* antes que encontrar vías coincidentes al menos para asuntos que *uno supone* erradamente que deberían serles comunes. Como el *malestar que molesta* al prójimo. Ninguno tiene idea sobre cómo conjurar maleficios ni evitar el estrangulamiento del presente y más aún del futuro de Margarita como *Plataforma Turística,* eslogan usual en discursos repletos de insustancialidades.

*¿Qué hacer?*

En ocasiones, distinta una de otra, hicimos el planteamiento a dos personas que *nos consta* tienen buena conexión con *Maduro.* Uno chavista, *Elías Jaua* y otro, en nuestro particular concepto, el personaje que mejor maneja la *elegancia política* en el país: *Claudio Fermín.* Las circunstancias que resultan convenientes para Maduro tejieron esa amistad con Claudio pero no sabemos hasta qué dimensión alcanza. Claudio nos ha dicho que él se siente *Margariteño* y que nacer en otro punto fue accidental e intenta con sus limitados recursos arañar vías de solución. Aceptamos la explicación porque sé que no es pretexto ni evasiva. Es una realidad que vive Venezuela con el *muro de Berlín* que significa un gobierno que no escucha más allá de sus limitadas carencias. Pero en cuanto pueda, Claudio encontrará cómo decirle a Maduro que *Margarita tiene solución.* Difícil es que Maduro sepa de qué le habla Claudio. (¿Margarita? ¿Dónde queda eso?)

Sobre Jaua no podría ofrecer ningún alegato. Lo dejamos a su concienciaYo por mi parte *tiré la toalla.*

El hecho cierto, *muy cierto por cierto,* es que además de estos dos personajes hemos intentado ofrecer la idea a supuestos líderes internos del estado sin éxito alguno. Se ha contado con apoyos de opinadores diversos y de un técnico de la calidad del *Dr. Eustacio (Tongo) Aguilera.* Pero nada, aunque todos y cada uno de quienes gobiernan o aspiran hacerlo saben que *sin agua y luz* no hay presente ni futuro. Y lo sabe todo cristiano con un mínimo de entendimiento. Sin embargo atiborra las redes con anuncios de *prontas inversiones turísticas* por arte de birlibirloque. ¿Quién construye un hotel donde no hay servicios básicos, complementado ello con deficitaria garantía alimentaria? Un enhufado a quien no le importa el dinero porque no lo arrimó por vía legítima. Pero a un promotor serio, conocedor del turismo, sabedor de que no puede traer gente a sufrir malos tratos y que debe ofrecer el máximo de calidad nunca se le ocurriría invertir medio centavo en Margarita. En *esta Margarita* desasistida por quienes ejercen y han ejercido el gobierno y la política.

Margarita, nos lo recuerda *AFLH* ha sumado logros de organización interna en sus *Pymes.* Es un estado donde la gente trabaja en diversos frentes. En la empresa, en la pesca, en la agricultura y donde la vida le permita socorrer a la familia. Algunos hablan de “nuestros hermanos pescadores” en el solo leco. El Puerto Libre se vino abajo por imprevisión legislativa y con él el turismo interno. Y la *agricultura.* Hemos dicho que en Margarita hay tierras zonificadas agrícolas porque lo son. Rogelio González Gamero y Dalmiro Guerra, dos ingenieros agrónomos que fueron ambos directores del MARNR en Nueva Esparta ponderaron en diversas ocasiones las vocaciones agrarias de buenas extensiones de territorio. Guillermo Malavé y Manuel Millán aseguran que lanzan piedras y cosechan dátiles e higos en San Juan. Pero muchas áreas agrícolas están en *cercanías de playas* y un ministro cercano al mundo *musulmán* intenta borrarles el sabor del agro y hacerlas *turísticas-comerciales* y adquiribles por afines a su credo, los compradores, no las tierras. Tal vez se proceda con tanta opacidad que nadie se entera, pero no debe tomarse esto alegremente. Turismo *sin alimentación* no existe, Margarita es una isla (hoy aislada) y siendo factible que buena parte de sus requerimientos sean producidos in situ, parece poco inteligente desbaratar los planes de Dios sobre la tierra confirmados por el técnico. Resultaría de alta conveniencia que se demuestre a los propietarios de fincas que en este preciso instante con el agro y capacidad de exportación a islas muy cercanas (Aruba, Curazao, Bonaire y el resto del Caribe y Las Antillas, el beneficio es muy superior que venderlas al turquito que va expandiéndose programadamente.

Otro punto lamentable es que el *sector privado* prefiere no participar en la *parranda política.* En una región como Nueva Esparta, con ese potencial enorme para generar felicidad a base de riquezas, de desarrollo, de progreso y de excelencia solo un *Gerente* (en negritas y con *G* mayúscula) podría convertirlo en un factor de *Economía Productiva.* No hay opciones. Los políticos de oposición no serán atendidos por Maduro y sin ello nada es factible. El político oficialista nada exigirá temeroso del regaño cupular. ¿Entonces? Con los políticos no hay oportunidad porque ni siquiera conocen cómo descifrar la incógnita que los separa del éxito como gobernantes. Solo hay que enfocarse en un empresario y *obligarlo* a que sea gobernador *dentro de dos años* cuando pueda ser *revocado* quien resulte electo el 21N y haya fracasado (que así será) en sus dos primeros (y únicos) años de este periodo inmediato.

José Angel Borrego

periodistaborrego@gmail.com

@periodistaborr1

Venezuela 

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