El anuncio hecho por Nicolás Maduro sobre el retorno a clases ha generado un intenso debate entre los miembros de las comunidades educativas, alumnos, personal administrativo, obreros, docentes, padres y representantes.
Sin negar la importancia del regreso a clases, al profundizar el análisis la mayoría de las opiniones coinciden que es una irresponsabilidad del gobierno formular el referido anuncio, sin tomar en cuenta la precaria situación de los centros educativos, escuelas, liceos y universidades y las condiciones de pobreza crítica que hoy afecta a los trabajadores de la educación. Sumado a ello, el causante principal de la suspensión de las actividades académicas que es la pandemia causada por la Covid 19.
El régimen, en sus anuncios pone el acento en la importancia de que alumnos, docentes, obreros y personal administrativo regresen a las aulas cumpliendo las medidas de bioseguridad para protegerse de la covid-19. Pero evade mencionar que los centros educativos carecen de los elementos necesarios para cumplir con las normas de bio-seguridad que puedan garantizar un regreso seguro a las actividades escolares.
La irresponsabilidad gubernamental, pasa por alto intencionalmente que en la mayoría de las escuelas hay fallas con el suministro de agua, los baños no funcionan, no tienen productos para la limpieza (cloro, desinfectantes), no hay tapabocas, no hay gel desinfectante y el deterioro de la planta física es más que evidente.
Realmente, con esas deplorables condiciones la lucha contra el coronavirus no pasa de ser un saludo a la bandera que solo garantiza un enorme riesgo de contaminación para todos los miembros de la comunidad educativa.
Sumado a esto, la incapacidad del régimen para garantizar un efectivo plan de vacunación. No pasan de los simples anuncios. Pero, en la práctica, el personal que labora en las escuelas, liceos y universidades sigue en el ruleteo de conseguir las vacunas: Si logró ponerse la primera dosis de la rusa, ahora no consigue la segunda. Cámbiate para la china es lo que el régimen le dice. Pero, el principal problema, ni siquiera es mencionado por el régimen: ¿Cuál es el plan de vacunación para nuestros niños y jóvenes? Incorporarse a clases sin estar vacunados es transformar a nuestros profesores y estudiantes en un caldo de cultivo para ser infectados por el coronavirus.
En fin, es importante señalar que todas las personas coinciden en la importancia del regreso a clases, el punto de discrepancia con el régimen es sobre las condiciones en que dicho regreso está planteado. La inexistencia de un efectivo plan de vacunación, en especial para niños y jóvenes, la condición de pobreza crítica de los docentes, la inexistencia de programas de seguridad social (HCM), los salarios de hambre, los problemas de conectividad, la deserción estudiantil y la diáspora de docentes hacen de este llamado a clases un acto irresponsable.
Es deber constitucional del Estado garantizar la salud y la protección de los ciudadanos y en este caso en particular, el retorno a clases sin las debidas garantías de protección, estaríamos en presencia de un delito de Lesa Humanidad y los responsables gubernamentales deberían ser castigados con todo el peso de la ley.
Jesús Elorza Garrido
jesuselorza@hotmail.com
@jesuselorza
Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario