miércoles, 8 de diciembre de 2021

RICARDO VALENZUELA: MUERTE DE COLOSIO Y DEL MEXICO LIBRE (PRIMERA PARTE) DESDE MÉXICO

El lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen veraces, el asesinato respetable y dar la apariencia de solidez del viento puro”. 
George Orwell 

Hace unos días, tratando de vencer el insomnio me di a navegar por el menú de Netflix y decidí ver la serie “Colosio”. De inmediato me invadió la tristeza recordando ese capítulo negro de nuestra historia y, sobre todo, recordarme el alma tan podrida del sistema político y judicial de mi país. Me revivió esa gran pena al recordar la forma en que terminó la vida de un paisano sonorense tan valioso y, especialmente, la inocencia de Donaldo para manejarse de la forma en que lo hizo como candidato sin pensar en las consecuencias.

No puedo entender que, en un viaje de Salinas a China, lo hayan convencido de cancelar la candidatura a la presidencia de Colosio. Pero, lo más patético sería la forma en que el presidente empezó a mostrar sus dudas dándole juego a Camacho Solís, quien se estaba comportando como un verdadero canalla. Si Camacho Solís no fue parte del complot para el asesinato, fue el principal inspirador provocando un gran desprestigio para México que iniciaba su debut ante la oportunidad de escalar al primer mundo. Pero, en su lugar, tuvimos la crisis que no solo no permitió al país llegar a su destino, sino que, de nuevo lo enviara al infierno del tercer mundo.

Recordé, también, que, en aquellos momentos la gente, haciendo a un lado el sufrimiento inmediato de la crisis, nunca tuvieron idea de las consecuencias que provocaría ese fenómeno a futuro y que todavía seguimos pagando. México se exhibió como el mejor representante de un país controlado por un grupo especial de Perfectos Idiotas Latinoamericanos. En medio de esa explosión económica y política nadie se comportó con valor ante la adversidad, integridad, patriotismo y simplemente se permitió que ese grupo de rufianes hicieran lo que les diera la gana sin consecuencias. Mostró un país sin la materia prima para fabricar el México que hemos soñado.

Y debo insistir. No hay materia prima con la cual se pueda construir un país con cimientos que, desde el final de la revolución, se construyeron arenosos y no han podido sostener las estructuras del edificio. México es un país que siempre ha vivido reconstruyéndose y nunca se ha dedicado a construir. Desde la independencia se inició la destrucción de lo construido en la colonia con un siglo de guerras, golpes de estado y la pérdida de la mitad de nuestro territorio. Pasaba a la reconstrucción de Porfirio Diaz, pero llegaría la revolución para de nuevo destruir todo.

Pero, como el burro que tocó la flauta, con ayuda de la segunda guerra mundial se iniciaba ahora la reconstrucción con Desarrollo Estabilizador. Se había perdido mucho tiempo y, a pesar de sus destrozos, la revolución seguía siendo el grito de todos los demagogos, evento que nadie se atreve a criticar so pena de ser excomulgado por el Papa revolucionario en turno. En este periodo post revolucionario fue cuando se formó la ideología que todavía prevalece, el gran culto al estado en lugar de la capacidad y el potencial de una sociedad civil libre. Obviamente tuvimos el importante papel de la cultura heredada de la madre España, que, con el nuevo sistema educativo socialista, se mezclara ese potente cóctel de nuestro fracaso permanente.

Lo poco que había logrado el Desarrollo Estabilizador, iniciaría su total destrucción cuando Echeverria tomara el poder en 1970. Y, para garantizar esa destrucción fuera grande y perdurable, la tarea recaía en Lopez Portillo. En medio de ese destructivo huracán llegaba De la Madrid para, con el botiquín de primeros auxilios totalmente vacío, intentara estabilizar el moribundo paciente con sus aspirinas, curitas para sus sangrantes heridas, y las grietas de la muralla mexicana tratando de taparlas con chicle. Y, ya con una gran urgencia para tirar la toalla y le entregaba las llaves a Salinas.

Se iniciaba otro periodo de reconstrucción encabezado por un presidente joven, educado en EU y con nuevas ideas, pero esta debería ser la madre de todas las reconstrucciones. En 1988 tomaba el timón de una nave a punto de naufragar y, para fines de 1993, su reconstrucción era tan exitosa, admirada por todo el mundo, que se hablaba del Milagro mexicano. El día ultimo de ese año, Salinas satisfecho celebraba sus logros y estar ya por entregar las llaves de Los Pinos a mi paisano Luis Donaldo Colosio. Poco después de las 12 de la noche se le acerca un miembro del Estado Mayor para darle un parte; había estallado la guerra de los Zapatistas en Chiapas. Por coincidencia, era la fecha en la que se iniciaba la operación del TLC.

Un poco más de dos meses de ese día primero, asesinarían a Colosio y se arreciaba la destrucción del Milagro Mexicano.

Afirman los economistas de peluquería que todo era una farsa y la economía estaba prendida con alfileres. Yo les reviro afirmando que la economía mundial es la verdadera farsa y está prendida con alfileres muy delgados. La economía de EU es también una verdadera farsa, pero sus alfileres los fabrica el FED y la han estado deteniendo durante muchos años. Pero, suponiendo sin conceder, que la economía mexicana en 1994 estaba prendida con alfileres, no había motivo que la declararan en agonía y luego recetarle veneno para ratas. Ese veneno se lo deberían haber dado a los políticos.

Los políticos ni los economistas entienden de finanzas, el problema de México era de flujo de efectivo que se podía haber resuelto con una línea de crédito que la Tesorería de EU le había abierto en la época de Bush I, pero, cuando se tratara de utilizar, se la negaría el fatal Summers, secretario de la Tesorería y sobrino de Paul Samuelson un economista keynesiano que envenenaría a generaciones de estudiantes ¿Por qué se la negaron? Por la misma razón que toda AL ha estado siempre en crisis permanente. Las elites globales no quieren un México desarrollado y próspero porque pierden control. Además, la devaluación fue la gran oportunidad para sus saqueos que les redituó quedarse con el sistema bancario y el país endeudado con ellos. La estabilización de la economía y un Colosio con su gran pecado; Hablar antes de tiempo exponiendo ideas de liberación que las elites odian, fue la gota derramadora.

El error de diciembre 1994 destruyó lo reconstruido por la Salinostroika. De los más de $500 billones que le costó a México, todos fueron a engrosar las bóvedas de las elites globales. Y, el Milagro Mexicano lo convirtieron en el Vía Crucis de los mexicanos cuando Salinas excediera los límites de velocidad establecidos y lo multaban. Luego Colosio amenazara con eliminar esos límites y todas anclas que han mantenido al país subdesarrollado. Y, las elites aplicarían la misma estrategia con la que eliminaron a Trump para devorar a EU.
 
Ricardo Valenzuela
elchero@outlook.com
@elchero
http://refugiolibertariol.blogspot.com
Mexico

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