lunes, 13 de junio de 2022

JOSÉ GREGORIO CONTRERAS: EL LIBERALISMO Y LA LUCHA CONTRA LA POBREZA. DESDE VENEZUELA

A propósito del tema que voy a tratar en este artículo, estimo pertinente citar la frase muy poderosa de Friedrich A. Hayek, quien dice: “El hombre aprende con el desengaño de sus expectativas.” Cuántos ejemplos nos puede dar la historia de falsos líderes que han alcanzado el poder, erigiéndose como defensores de los pobres y además prometiendo acabar con la pobreza, y lo que han hecho es convertirlos en más pobres, crear muchos más, y, lo que es peor, le han robado la libertad. Son tantos los que en nombre de ellos han hablado y tantas las falsas expectativas creadas, que ya no debe haber lugar para tantos engaños, y por ende se debe aprender de ellos, de allí la pertinencia de esta frase.

Ante esta realidad y teniendo en cuenta que en nombre de la mal llamada igualdad, se ha pretendido matar lo más hermosos que tiene el hombre: la libertad, los políticos que abrazamos la doctrina liberal, tenemos el doble compromiso de aclarar conceptualmente el tema y las causas de la pobreza y de revertir la dramática situación que vive Venezuela. El régimen se ha encargado de hacernos más fácil esta explicación, en el caso venezolano, pues, según un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello el 96% de los hogares en Venezuela viven en la pobreza, y el 64% en la pobreza extrema, es decir, no necesitan los venezolanos, convencerse, aun más, de lo perverso que es el modelo del socialismo y de las mentiras de quienes lo propugnan, cuando ofrecen acabar con el flagelo de la pobreza, ya que viven en carne propia los rigores de esta y conocen sus causas.

Nos corresponde ahora la tarea de hacerle entender a nuestros hermanos venezolanos, que el único modelo que nos puedes dar la oportunidad de salir de esta desgracia, es el liberalismo y les explicaremos porqué:

Lo primero que podemos decir, es que los socialistas han concebido la pobreza con la falta de ingresos para obtener los bienes necesarios, pero esto no es del todo cierto, y de hecho concebirla así, genera más pobreza. Nosotros concebimos la pobreza como el resultado de la privación de las capacidades básicas, sin ellas es imposible alcanzar el bienestar y se estará condenado a la pobreza. De allí que nuestro compromiso es darle las herramientas a los ciudadanos, capacitarlos con nuevos recursos para una mayor efectividad en la búsqueda de sus propósitos, en otras palabras, no darles el pez sino enseñarlos a pescar, es decir, darle la libertad de ser agente, que es la libertad para conseguir cualquier cosa que la persona, como ciudadano responsable, decida que habría de conseguir. Es nuestro papel, además, desde las funciones de gobierno, educarlos para enseñarles que las recompensas que recibirán no dependerán exclusivamente de las habilidades y capacidades que posea, sino del uso correcto que haga de ellas.

Los liberales luchamos por la libertad, y una manera de ser libre, es salir de la pobreza, por eso la lucha contra este flagelo la concebimos como una lucha por el bienestar, y este entendido en los términos de lo que una persona puede realizar, este conjunto de capacidades que estamos obligados a darles a las personas, representa, pues, darle la libertad para que ellas puedan escoger los modos de vida alternativos que puedan llevar.

Ser pobre en un país rico como Venezuela solo se explica por no haber capacitado a los venezolanos para aprovechar toda esa riqueza. La clase política solo se dedicó a la dádiva como única manera para su supervivencia política, dando lugar a una gran brecha entre ricos y pobres, cuando podríamos ser mayoritariamente ricos, si el modelo se hubiese basado en libertades como las que proponemos, y estoy seguro que nos hubiésemos evitado la desgracia que vive Venezuela con el socialismo del Siglo XXI.

Así, desde un contexto específico, en esta lucha contra la pobreza se pueden hacer provisiones públicas para la seguridad social o programar las exigencias de algunas capacidades elementales como, por ejemplo, poder evitar privaciones como la inanición, la desnutrición, la morbilidad evitable y la mortalidad prematura. La pobreza la debemos atacar dando libertad, como dice Isaiah Berlin: ” la libertad de un hombre o de un pueblo para elegir vivir como desea”.

Nuestro interés es sacar a los venezolanos de la pobreza, es hacerlos libres, no darles dádivas para fungir que le estamos dando bienestar, cuando por el contrario, lo que se logra con eso es condenarlos a seguir siendo pobres. Los liberales combatimos la pobreza: haciéndolos libres. En palabra de Hayek: “El principal objetivo de la libertad es ofrecer oportunidades e incitar al individuo para que asegure el máximo uso de conocimientos que pueda adquirir. Lo que hace el individuo a este respecto no es su conocimiento genérico sino su conocimiento concreto: su conocimiento de las circunstancias y condiciones especiales”. He allí la diferencia y nuestro compromiso.

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