En su discurso plantean situaciones y afirmaciones -con falsos positivos- nada veraces y, hasta ilógicos, patéticos, que indignan de forma severa a quienes las escuchan creando de forma inmediata aversión al protagonismo de tales hechos.
Bolívar, basado en el manejo de la ignorancia del pueblo denunciaba que con la mentira nos han acabado más que con las armas.
"Para muestra un botón"
El arañero de Sabaneta, descartando que insinuara la invitación a la ciudadanía a salir con un arma a hacer cualquier cosa violenta en el caso de la necesidad de alimentar a sus hijos, durante una de sus alocuciones en una tarima ante la plana mayor del ministerio de la defensa, en uno de sus bodrios propagandísticos llamado "Aló presidente" al cual muy pocos o ¿nadie? llamaba, tuvo el tupé de afirmar lo siguiente:
"Yo vengo de Venezuela donde los niños comían perrarina, las madres pobres daban perrarina a sus niños, muchos niños se morían de hambre, había desnutrición infantil, millones y millones de venezolanas y venezolanas no tenían para comer, de ahí nació Misión Mercal" (Hugo Chávez Frías, 28 de septiembre 2012, Av. Juncal, Maturín).
Si analizamos tal afirmación nos daremos cuenta que la misma, además de falsa es absurda por ilógica, su fundamento se deslinda del hecho histórico de principio. Para esto el Historiador Daniel Terán (Venezuela) declara que no hay ninguna información que apoye con seriedad esta tendencia, ni proveniente de los institutos alimentarios, ni de salud, ni estadístico, asociados con un amarillismo periodístico de los años 70 donde se insinuó tal noticia.
En el supuesto -negado- que esto hubiera acaecido, sería un caso absurdo; pues, el alimento para caninos llamado Perrarina siempre ha sido más costoso (en dinero) que cualquier producto de la dieta alimentaria venezolana, de modo que además de ilógico sería un despilfarro. Por ende, lo más seguro habría sido que tal producto desapareciera de los anaqueles de los abastos populares.
Quien haya tenido el trabajo y la voluntad de oír el desparpajo del discurso sofista de Chavez, de sus acólitos y adláteres se habrá dado cuenta que la ironía, el sarcasmo y la mentira eran el condimento leninista de su retórica embustera. O sea, no tiene o tenía nada que embidiarle al Nazi-fascismo goebbeliano.
La Perrarina o comida para perros en todas sus versiones, según el fabricante, es un alimento canino de élite y de la clase media de cualquier país de economía sana o próspera. A lo mejor si se hubiera enfocado en vísceras o desperdicios como parte de la alimentación en otrora y, como sucede actualmente con el gobierno actual donde la gente empobrecida por su gestión acude a la basura, se le pudo haber creído. En esto, la crueldad de su adoctrinamiento es y fue además de patética efectiva, al punto de haber enajenado la mente del pueblo al conformismo y la desmoralización.
Con ello el victimismo señalado por el genio político de Carlos Rangel (Venezuela, 1929-1988) es totalmente evidente. Está sucediendo con éxito en toda latinoamerica, caso que Gloria Álvarez (Guatemala) advierte, que si la oposición de derecha no se pone los pantalones en contra del populismo socislists, sea, toma acciones correctas y eficaces, la marea roja se va a convertir en un tsunami en contra de la democracia a nivel mundial.
Joise Morillo
@kao_joi_lin
Venezuela-USA
Pues nunca fue económico ese producto y si se quiere debería de tener nutrientes, porque los perros de quinta siempre estaban sanos y bonitos, como dices : para muestra un botón
ResponderEliminarMuy cierto jaja, Mejor ejemplo no hay!
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