miércoles, 11 de noviembre de 2015

PANCHO AGUILARTE, UN PARTIDO DE DERECHA PARA VENEZUELA

Venezuela entro en la modernidad sacudida por la irrupción de la doctrina comunista en el mundo. Dirigentes políticos de todos los colores impregnaron sus tesis filosóficas, sus programas y sus ofertas electorales del aderezo socialista. Rómulo Betancourt, Jovito Villalba, Salvador de la Plaza, los hermanos Machado y hasta el socialcristianismo de Rafael Caldera basaron su predica y captación de simpatizantes y militantes en la resolución de los problemas a los más pobres y desamparados. No ofrecieron el oficio sino el pez. Eso explica el grado de subdesarrollo que hemos padecido. 

La dependencia y el subsidio a las grandes mayorías ha sido la política de todos los gobiernos democráticos. Con la sola excepción de los 8 años del General Marcos Pérez Jiménez, Venezuela ni sus líderes han ofrecido un plan de desarrollo y modernidad. Seguramente si los partidos políticos no hubieran logrado el derrocamiento del dictador tachirense el país hubiera contado con una infraestructura del primer mundo. El crecimiento fue interrumpido por la demagogia y el populismo. Desde 1958 se ha venido construyendo una cultura del paternalismo del estado sobre la capacidad de los ciudadanos El resultado no es otro que la miseria,  estancamiento y la pobreza en las que nos han sumergido estos cincuenta y cinco años de gobiernos populistas. 

Es propicia la ocasión y la hora de comenzar a edificar un partido de derecha, que potencie lo económico, la meritocracia, la formación tecnológica, el estudio y la capacitación y estimule la riqueza y la libertad plena del comercio, que garantice y privilegie la propiedad privada, que entienda que no es a través del estado como los individuos pueden hacer fortuna sino que esta depende de la capacidad y la dedicación que ponga cada quien. 

Un partido de derecha que potencie al ciudadano por encima del estado. Los tímidos esfuerzos de Caldera y COPEI, Borges y Primero Justicia por construir una organización de derecha fueron eclipsados por la ambición rápida de poder y el temor de asumir que se es de derecha. 

Distinto a países como Chile, Brasil y el caso atípico de Ecuador donde a pesar de autodenominarse de izquierda Rafael  Correa ha adelantado toda una política económica de derecha que ha colocado a su país como una de las economías mas solidas de la América Latina. 

Después de estas elecciones del 06 D, debe surgir un proyecto de derecha sin complejos y sin ambages que ofrezca crecimiento económico, desarrollo, libre empresa, y expulse la teoría del estado paternalista y explique y venda la teoría del mercado y el neoliberalismo. 

Si algo ha quedado claro es que el populismo y el subsidio mental y económico de las grandes mayorías han fracasado rotundamente. Un país que no produce no puede salir del atraso y el subdesarrollo. Romper esa cultura de la izquierda de la que hacen gala Capriles y Borges es menester para iniciar una nueva Venezuela. 

Hay liderazgos para construirla. Buenos lideres para iniciar una gran organización de la derecha en Venezuela en contraposición al culto de la miseria y la compasión que ha caracterizado a la izquierda venezolana en estos últimos 55 años. Si algo ha quedado claro es el rotundo fracaso de quienes juegan al buen salvaje, por el contrario ha llegado la hora de entrar con decencia al siglo XXI, de echar las bases para una gran nación. Es una tarea ardua, exigente y a mediano plazo, pero es la única que garantiza que se acaben las colas y que tengamos al fin el gobierno que nos merecemos los venezolanos.

Juan R. Aguilarte T.
panchoaguilarte@hotmail.com
@P_aguilarte

Anzoategui – Venezuela

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