miércoles, 11 de noviembre de 2015

LUÍS ALFREDO RAPOZO, ¡SE HUNDE EL BARCO, SE HUNDE LA REVOLUCIÓN!

Hace agua la nave, el gobierno se nota dando zarpazos ante la opinión pública.

Eso se puede ver en cualquier mercado popular cuando la ama de casa procura estirar el sueldo y adquirir los alimentos. Y si usted entra en algún centro  comercial para ver las vidrieras, le aseguro que sale con los cabellos parados como si fuera una comiquita, cuando observa lo que cuesta vestirse.

También se puede ver en el “apuro” que tiene el gobierno, quien sabe perfectamente de las encuestas que hablan sobre la intención de voto del venezolano y predicen la derrota en las próximas elecciones parlamentarias, es una realidad muy difícil de revertir.

Ese apuro al que me refiero, usted lo puede ver cuando los principales jerarcas del gobierno salen por el canal ocho-el cual ha sido tomado por asalto-, tratando de justificar la pésima situación que estamos viviendo y se transforman en seres violentos que vomitan tripas azules contra la oposición, se convierten en chismosos de farándula policial y presentan  campañas contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, de Rómulo Betancourt y hasta del apacible Rafael Caldera.  Entonces,  ponen frente a las cámras de televisión un rostro confuso, procurando dar optimismo  en medio de una tragedia inminente.

Me parece que intentan sacar el agua del barco con una angustia de ahogado, pero entra tanta agua que los peroles empiezan a flotar: Cómo van a pintar un cuadro bonito en 25 días, cuando se han pasado 16 años expropiando, atacando al empresariado, promoviendo la autocracia, nadando en la corrupción, desmotivando la inversión, soltando sapos y culebras mientras fomentan la división nacional, promoviendo sus propias importaciones que afectan al productor nacional y con controles por todas partes que afectan las libertades económicas. ¿Con qué posaderas se sienta la cucaracha-como decía mi abuela Pía-?

Muchos militantes de base se comen el cuento, que somos víctimas de una guerra económica y entonces, hablan de la pensión que reciben; del modulo barrio adentro que casi siempre anda sin pacientes; de la misión vivienda que no llega a Uchire, ni a Clarines, ni a Piritu, ni a Valle Guanape y procuran defender un comunismo de hambre. Pero, no es suficiente: La inflación, el desabastecimiento, el alto costo de la vida tiene a las familias contra la pared. Y por supuesto, mucha gente que se escapa del fanatismo partidista puede ver con claridad el desmadre comunista.

Para colmo de males, sus candidatos “meten la pata” cuando declaran que es sabroso hacer cola y que comerán piedras fritas si es necesario para defender la revolución: una torpeza demasiado grande que hizo crispar las voluntades y llenar el espectro de vulgaridades.

Yo digo, que este 6 de diciembre se votará para definir lo que los venezolanos quieren como sistema para vivir. O le dan su aprobación a seguir apoyando al comunismo propuesto por el gobierno; o por el contrario, le dirán que no aceptan más este camino de pobreza absurda y forma de gobernar, para abrir el juego hacia una democracia de nuevo tipo.

Si el gobierno pierde las elecciones estará en una posición no de dictadura cívico militar para gobernar, como decía Maduro; sino de entender que debe reconducir su gestión y asumir el cambio necesario, empezando por su añejo gabinete y cambiando de actitud. No será fácil, porque tienen que cambiar de paradigma y reconocer el fracaso económico. Tienen que reconocer que han dejado un país devastado.

Luis Alfredo Rapozo
luisalfredorapozo@gmail.com
@luisrapozo

Anzoategui - Venezuela

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