EN CUALQUIER PARTE
Para la historia y los recuerdos quedaron las imágenes de un pueblo
sano, tranquilo, seguro…de pescadores y gente de la costa, que disfrutaba del
hermoso azul del cielo y del mar.
En estos tiempos la semblanza se ha venido transformando de una manera
tan violenta, que uno siente el temor de perder hasta las raíces, sea en
Falcón; en Aragua, Carabobo, La Guaira, Miranda, Anzoátegui, Sucre y hasta
Delta Amacuro.
Lo digo, porque la presión que ejerce la pobreza, el hambre, el
desempleo, la especulación, el precio y escasez de los alimentos ha venido
incidiendo en la cotidianidad de la gente y entonces, se están viendo nuevos
problemas sociales en cada zona-donde antes, no se observaban-, como por
ejemplo la prostitución adolescente, el alcoholismo en la juventud, los
ladrones de casas, los especuladores que quieren ser millonarios revendiendo
alimentos, asaltantes de camino que no se pelan un camión, ladrones de negocios
y un sin fin de modalidades; que cualquier cristiano se siente que tiene la
necesidad de batirse “a plomo limpio” como en el lejano oeste. Para colmo de
males, la justicia se ve torpe, corrupta, embrollada, pidiendo cuaimas,
burocrática, tramposa, que da terror que un hijo de uno caiga en desgracia y en
mano de un juez malandro, de esos que piden plata para liberar a un inocente.
Para colmo los servicios policiales no avanzan con el tiempo y da pena ajena
enterarse cómo funciona un destacamento en un pueblo, sin vehículos, sin
tecnología en comunicaciones, sin seguridad social suficiente, sin dominio
geográfico, sin desplazamiento, con inadecuada infraestructura, sin
presencia…en fin: el desmadre.
Naturalmente, cuando en un pueblo de 15.000 habitantes-ponga usted el
promedio-, sucede un hecho lamentable como la violación y el asesinato de un
escolar, pues tiemblan los cimientos de la tranquilidad espiritual de la gente
y el dolor es tan grande que se conmocionan hasta los cocoteros, que mueve el
viento.
El pasado17 de febrero se dio en Uchire un hecho sangriento muy feo
donde una pareja anciana de posaderos fueron asesinados con arma blanca: entre
los dos recibieron 24 puñaladas, según informa la autoridad policial y forense,
para ser robados, supuestamente por un sujeto que tenían de huésped. La
violencia fue tan intensa, que uno piensa en un pervertido, un tipo enfermo, un
sicótico, un sociópata…que consiguió un lugar dónde hacer una maldad.
Aparentemente es un hecho aislado, que pudo suceder en cualquier parte. En
Caracas, también se están viendo hechos muy feos donde descuartizan seres
humanos y los lanzan en un basurero por razones realmente banales o fútiles.
Igual sucede en el Zulia, cuando por celos, un hombre cree que su mujer es un
pavo y debe aderezarlo.
Lo cierto apreciados lectores, es que hay sitios que requieren más
atención de las autoridades como es el caso de Boca de Uchire, en donde no se
salvan ni los autobuses de deportistas que transitan por su frente. La
criminología, la secretaría estadal y hasta el Ministerio de Interior y
Justicia deberían estudiar lo que sucede y ponerse a trabajar seriamente para
atacar a la delincuencia en este momento tan menguado que vivimos, donde la
delincuencia manda hasta desde las cárceles, como si fueran un imperio
incontrolable.
¡Ay, Boca de Uchire, quién te viera sano, creciendo con armonía y
alejado del hambre, de la pobreza, de la marginalidad y la desidia!
Luis Alfredo Rapozo
luisalfredorapozo@gmail.com
@luisrapozo
Anzoategui - Venezuela
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