HUGO
CHÁVEZ PROFETIZA EL FIN DE SU MANDATO
PARA ENERO DE 2013
No se alarme de este título,
si bien es cierto que, con rigor
semántico, y, bajo la diversidad y complejidad de diversos estudios y disciplinas, la psicología, el
psicoanálisis, la filosofía, hay un consenso en la definición de suicidio como acto deliberado, consciente,
premeditado de darse la muerte o quitarse
la vida, distinción aparentemente
sutil, pero que se aproxima a la sustentación misma de la decisión del
suicida.
Así, Sócrates, toma su decisión inexorable, irreversible, atrapado en
las leyes de su propia lógica, mientras Mayakovski toma su decisión
ajustando a motivaciones de ética.
En
efecto, Sócrates no tiene otra opción, pues, las propuestas de sus discípulos son contrarias a su dialéctica, a la justicia
institucional y mucho más, de asumir cualquiera de ellas, habría sido la negación de su
propia obra, que alcanza en el suicidio su más cuidadosa decisión de Maestro,
tal es la identidad de palabra y obra. Mutatis mutandi la crucifixión de Jesucristo, un verdadero y consciente suicidio, pues, él
siempre supo a qué se atenía y por qué
lo hizo, lo cual tiene una dimensión
análoga a la de Sócrates. Mayakovski, en
cambio, con “su” suicidio dejó una lección ética. Poeta inmenso, defensor y luchador a todo riesgo por la
libertad que reclama el poeta para su existencia y la consciencia abierta para contribuir a
librar a la humanidad de sus cadenas, optó por el apostolado en
defensa de la revolución bolchevique que, a poco tiempo de su asalto al poder,
puso en evidencia sus límites, su ser
terrorista. “Su” suicidio fue, pues, una reconciliación con la ética y consigo
mimo, con la verdad, que más allá del tiempo y el espacio concretos tiene en la
libertad su meta.
Chávez está muy lejos de eso,
como está lejos del perro callejero
iconoclasta de Nazoa para quien la vida es un ejercicio de placer con lo
que halla y con las conquistas que sus habilidades alcanzan en el sexo de la
perrita que lo incluye en su universo. La muerte es un toparse con ella, en
eróticas apuestas, o hallase muerto en
cualquier circunstancia, da lo mismo, la vida no es problema. Tampoco está Chávez en suicidios modelos como Hitler, quien decidió suicidarse menos por el pánico al ejército rojo sino, por reconocimiento de su inmenso fracaso y que por sus crímenes sería
sometido a juicio público.
Tampoco Chávez está en el mundo del suicidio por amor, como Rafucho,
Rafael Sánchez López, que ofrendó su
vida por amor a la mujer insensible a
sus valses, sus poemas, canciones y ajena a la belleza se negó a bañare en los
crepúsculos en armonías de besos, en coro, allá en Falcón. A años luz “su” suicidio de los que han tomado
sus armas, su espada, para pagar con su
muerte haber incurrido en corrupción bien por
acción propia bien por omisión o
complicidad. Y, tampoco está Chávez en
la lista de quienes se suicidan por placer, por miedos o despechos. No, nada de eso, Chávez se suicida por su
ignorancia y ser un sabio en eso. Por
soberbia, un avaro de eso. Por mitómano
donde se esconde a la verdad y por ególatra, un tanto narciso y un tanto
asumirse como dios.
Tampoco está Chávez en los
suicidas como Napoleón, cuya entrega a los ingleses partía del supuesto de que
se le reconocerían sus victorias militares, políticas, cimas de su grandeza que
estimaba PROEZAS. Ese supuesto es hijo
de la soberbia pero la soberbia inglesa
no reconoce otra superior. Aquí a escala, nuestro Leopoldo se asumió héroe y
por su peso heroico e inocencia probada,
las masas, el pueblo, obligarían al régimen a doblegarse ante la justa
ira. La justicia del pueblo.
Napoleón olvidó a los ingleses y Leopoldo, iluso, supuso gallardía en Diosdado. Maduro, en una
palabra, del régimen.
No me anima ni motiva otra
intención que buscar la verdad y con ella
poner al descubierto los efectos que ha generado su idolatría en
sectores populares y la catástrofe en que hoy vive el país en su totalidad. He
aquí algunos testimonios. Luis Fuenmayor Toro en un artículo denso y verdadero
editado en La Razón, demolió el mito de que Chávez hubiese tenido alguna
responsabilidad en los triunfos de Lula, los
Kirchner, de Evo, Ortega, cuya
historia diversa tiene fuertes raíces en sus países, y sobre los cuales ningún
peso tiene Chávez, por razones de edad,
de tiempo, de poder. Las uniones
regionales y subregionales ya existían, demuestra Luis, en fin, lea usted, el excelente análisis “La Animadversión estadounidense”. LFT. La Razón
pp A- 5, 5-3-2017 Caracas. Fue tonto útil Chávez de estos
“bichos”.
Por qué tonto útil? Porque todos
ellos descubrieron la más grave de las debilidades de Chávez: su egolatría.
Esos “bichos” lodos lo llenaron de
alabanzas y reconocimientos tal como bien hizo desde sus comienzos Ceresole, como queda
demostrado en “Del Despelote al logos”.
(El Republicano Liberal) Y todos cobraron sus “reconocimientos”. Pero, el mayor
de todos los manipuladores fue, sin duda, Fidel. Lo
colmó de elogios. Al principio
guiado de su mano, luego compartirían el liderazgo y, finalmente, sería el líder del mundo, de lo que el propio Fidel no pudo
ni podría cumplir. Vaya este dato
histórico. “Fidel descubrió en Chávez a un diamante que alcanzaría las cotas
más altas en el discurso político, revolucionario e internacionalista” (Eusebio
Leal, historiador y amigo de ambos).
“Fidel es para mí un padre, un compañero, un maestro de estrategia
perfecta”. Afirmaría siempre Chávez.
Mas hay un dato histórico poco difundido y que es capital para ver la
psicopatía de Chávez. De visita en el pueblito de Chávez, en su casa, Fidel puso su mano en la cabeza de Hugo
Rafael y lo ungió. Hugo en los próximos
400 años las multitudes vendrán a este
lugar a reconocer tu obra y le aconsejó cómo actuar, la primera decisión que habrá de tomar, salir de todo quien le hiciese
sombra, y por ello pidió que echara a
Miquilena, en quien veía un personaje de imposible control. La sumisión de Chávez a Fidel carece de
parangón en la historia mundial. Tal vez un parecido pueda haber en la
subordinación de Nerón a Séneca. Séneca
domina a
Nerón, empero le dejó la ventana de escaparse a Grecia, tocar la lira,
escribir pseudo poemas y las demás
hazañas propias del homosexual en ejercicio de su libertad.
Esa egolatría comparable a Kim Il sum, si no el más ególatra de todos
los dictadores de todos los tiempos, independientemente de faraones que se creían dioses, le llevó a la total irracionalidad en su
famoso por estúpido discurso en la ONU, donde vociferó contra Estados Unidos en
pose de orate “aquí huele a azufre…
y descalificó a su presidente ”a quien yo llamo el diablo” y se pavoneó.
Como siempre el Chávez ególatra quiso demostrar su poder tal como lo hizo
Kruschev en rechazo a acusaciones
formuladas por el delego de Filipinas contra
la URSS. Esta verborrea se
mantuvo siempre, porque tales estupideces impedían pronunciamientos de igual
calaña, pero, como todo ególatra y más si es dictador, padece de miedo cerval, cerró sus fauces cuando el Rey de España, en tono
imperial, le increpó, “y por qué no te
callas”. Un almacén de estas
estupideces, colmado de injurias, calumnias, pudieron servirle como un gran espejismo de poder y, a la par,
dar pruebas de ese poder a sus seguidores, convertidos en rebaño.
La egolatría será intensamente cultivada mediante un proceso de
deificación que garantizaba el culto a
su personalidad, a su invencibilidad, a su superioridad que reafirmaba su
narcisismo paranoico y,
simultáneamente, buscaba generar
confianza, fidelidad en sus seguidores,
convertidos en cruzados idólatras.
Comandante Supremo, comandante eterno. El plan de La Patria, su texto
sagrado. El vacío ideológico, teórico
del chavismo, se cubre con el culto fanático al Ídolo, y se da al fanatismo
como vector de unión el odio al otro y mediante ese mecanismo se alimentaba la
esperanza en la justicia como venganza
contra quien habría sido responsable de su miseria, los ricos y las
dádivas que el régimen podía dispensar, como su maná para el camino. Se intentaba llenar la panza pero se mantenía
el hambre vigente para poder mantener la esperanza en la redención que llegaría
mañana. Ese mañana que nunca se hace hoy.
Chávez optó por ese camino, porque no podía tener otro. Ni una idea
propia. En manos de sus manipuladores, Fidel a la cabeza, de manera abierta y
padecida por Chávez como placer, pero con no menos eficacia los taimados,
calculadores, Lula, Evo, Ortega, Kirchner, Correa, los líderes del
Caribe, incluido de manera muy especial por su capacidad de elevar el valor
libertador del Comandante contra el imperialismo inglés, Chávez entrega a La Republica Cooperativa de Guyana El Esequibo, la Zona en Reclamación, esos
“tíos”, esos hermanos aliados le
engañaron sistemáticamente, calculadamente. Chávez nunca supo que él rencílleme
era el muñeco de esos ventrílocuos y sabios en esa pantomima lo explotaban al
extremo. De ese modo iba ingiriendo su
propio veneno, abonando con placer su suicidio.
Para poder existir de ese modo, Chávez necesitaba ser mitómano. Contaba sus hazañas, alguna de ellas de una
ficción digna de novelar. Con soltura se
subía a los naranjos, lo cual nunca pudo hacer Bolívar ni el Negro Felipe ni
Guaicaipuro. Atravesó el Arauca a nado, totalmente desnudo, en una mano en alto
como un periscopio llevaba sus botas, sus ropas, sus zapatos, sus medias,
camisa, interiores, su fusil su bayoneta,
su pistola. Las cacerinas. Eso no lo pudo hacer Bolívar. Y al llegar a la otra
orilla, en Colombia, quien lo hace preso es un oficial colombiano, que resultó
ser bolivariano y juntos se fueron a un
bar de prostitutas a trazar la estrategias de la revolución. Por si fuese esto de record único, las
prostitutas lejos de ejercer su clásico oficio, se dedicaron con ellos a vislumbrar el futuro con la revolución…La mentira es el mejor tobogán
para entrar al infierno. Comisionó a Maduro, discípulo y émulo para concluir
“su” suicidio!.
Americo Dario Gollo Chávez
americod@gmail.com
@americogollo
Zulia - Venezuela
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