EL AGUIJÓN
La figura del hombre nuevo es la concepción demagógica impulsada por el
régimen de la revolución socialista siglo XXI, para ocultar sus fechorías y
destrucción de la convivencia ciudadana, y sus valores sociales y familiares.
El hombre nuevo del socialismo siglo XXI pulula hoy en las calles
venezolanas, aupado por la impunidad y el odio. Son el resultado de lo
indebido; es la degradación de la persona a su mínima expresión.
Afortunadamente son una minoría, pero aún siendo así, hacen daño a la mayoría de
la sociedad honesta, responsable, trabajadora.
El hombre nuevo saquea las escuelas y roban el alimento de los niños;
asalta a cualquier hora del día o la noche; se filtra en las instituciones y
comete delitos; asesina sin pudor.
El hombre nuevo creado por la revolución siglo XXI impone su propia Ley
en Notarias, Registros o cualquier dependencia pública. Crea su propia cuenta
bancaria para que los depósitos que deben ir a cuentas de la institución, pasen
primero por sus manos, y gritan a pulmón limpio lo importante de la moral en la
administración estatal, aparentando ser noble, acucioso y responsable.
El hombre nuevo aprendió a vivir de la cizaña, calumnia y
descalificación de las demás personas. Asumió sin complejos el mandato
totalitario amigo-enemigo, y acude al llamado de sus jefes para arrebatar la
propiedad privada e imponer el miedo a los ciudadanos a través de las armas a
quienes osen reclamar ante el abuso y atropello.
El hombre nuevo, revolucionario, patriota que se encuentra al frente del
poder, niega elecciones y genera caos para hacer saber a propios y extraños lo
“novedoso” de su sistema de gobierno.
La sociedad venezolana se niega a seguir viviendo bajo el sistema
político, económico y social impuesto por el socialismo siglo XXI. El
establecimiento de la paz y armonía ciudadana no puede seguir siendo negada a
los venezolanos.
Basta de hombres nuevos formados para la mediocridad.
Josue Arturo Molina Suarez
jarturomolina@gmail.com
@jarturoms1
Tachira - Venezuela
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