ACUSACIONES INJUSTAS
Cuando la civilización triunfe sobre el bárbaro régimen totalitario Siglo XXI habrá entuertos
que podrán ser solucionados a corto plazo. Lamentablemente hay otros que
tardarán más tiempo. Sin desconocer la grave situación que heredaremos de los
rojos en cuanto a la inflación, escasez de productos, inseguridad,
corrupción, deuda pública, violación de los derechos humanos y
quiebra de las empresas del Estado, son problemas que se podrán resolver
con los recursos humanos que contamos. Requerirá más tiempo educar a un Alférez Mayor, hoy general, para
que entienda que no fue formado para
robar panaderías. También cómo
transformar a unas jóvenes necrófilas en ciudadanas útiles para el país.
El Alférez Mayor es el grado que
otorgan las Escuelas Militares en el
último año de la carrera al cadete que más se distinguió en sus
estudios, disciplina y don de mando. Después de graduado y de los diferentes
cursos para ascender se supone que, si
mantiene el rendimiento y comportamiento logrado en la academia militar y el
gobierno de turno respeta la
meritocracia, llegará a ocupar los más
altos grados y cargos dentro del escalafón militar. Teóricamente, alguien que
fue Alférez Mayor debería culminar su carrera como Mayor General. En democracia no hubo ningún General en Jefe,
por considerar que para ello se requerían
otros méritos. Por eso el último fue Eleazar López Contreras. En tiempos
de revolución roja lo logró hasta un García Carneiro, quien fue de los últimos
de su promoción, y abundan los cinco estrellados sin credenciales.
Quien haya sido Alférez Mayor
siempre ha contado con el respeto y aprecio de las diferentes promociones y de
la ciudadanía. Los venezolanos
apreciamos a nuestra Fuerza Armada
y entendemos su importante papel, a pesar de lo desprestigiada que está
por culpa de Altos Mandos corruptos y sumisos. Sentimos vergüenza de que alguien que fue Alférez
Mayor y hoy general rojo como Menry
Rafael Fernández Pereira se haya
convertido en ladrón de pan. ¨Te voy a
quitar la materia prima y te voy a cerrar la panadería¨, vociferó manu militari
el arbitrario general al panadero. Esta conducta produce rechazo y
al mismo tiempo lástima por el individuo
y por la institución armada.
Nuestros panaderos, un alto
porcentaje de ellos de origen portugués, son gente laboriosa que nos tenían
acostumbrados a un pan de excelente calidad. Hoy el régimen los acosa
acusándolos injustamente de acaparadores y especuladores. Otro atropello más de
quienes nos sumieron en la miseria.
Otro hecho indicador del deterioro de los valores está reflejado en un
video en el que dos muchachas fingen tener sexo con un malandro, abatido por la policía, y
ya encerrado en su urna. . Este macabro
¨homenaje¨ no sabemos si fue para
evidenciar que el malandro era un macho conocido por sus dotes de padrote o
simplemente para mostrar admiración por sus fechorías, mientras gente no tan
joven aupaban el acto de
necrofilia. Algo degradante y
nunca visto, producto del ¨hombre nuevo¨ de la revolución.
Eddie A. Ramírez S.
eddiearamirez@hotmail.com
@eddieAramirez
Miranda - Venezuela
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