CAVANDO TUMBAS
Dicen que los Borbones, “ni aprenden ni olvidan”. Podríamos decir del
Gobierno venezolano que ni aprende ni rectifica ni escarmienta.
Expropiaron Agroisleña y se acabó la producción agrícola y pecuaria en
el país. Expropiaron las empresas productoras de café y los venezolanos nos
quedamos sin café.
Expropiaron las empresas lácteas y nos quedamos sin leche. Expropiaron
Sidor y nos quedamos sin acero. Expropiaron los centrales azucareros y nos
quedamos sin azúcar. Ofrecieron la Ruta de la Empanada y las arepas
socialistas, y ambas brillan por su ausencia. Ahora le toca el turno a las
panaderías y nos quedaremos sin pan.
Esas expropiaciones solo han servido para poner en evidencia la
incompetencia del Gobierno, pero también el despilfarro de la inmensa riqueza
que le ha tocado manejar y, además, la manera de construir oportunidades para
la corrupción.
Despilfarro, corrupción e ineficiencia son las tres palabras que
caracterizan la gestión del Gobierno. En el marco de esa política que se hace
en nombre del socialismo, de la revolución y de los intereses de los pobres, lo
que se ha producido es hambre, desabastecimiento, inflación, deterioro del
poder adquisitivo del ingreso familiar, colas, corrupción, alto costo de la
vida y desnutrición.
Será que no se dan cuenta? ¿Será que los dogmas ideológicos pueden más
que las enseñanzas de la realidad? ¿Será que nadie les ha informado que hay hambre
y desnutrición y que los ciudadanos no consiguen alimentos ni medicinas?
El Gobierno ni aprende ni rectifica. Por causa de esas políticas
equivocadas ha empobrecido a un país que no tendría que estar pasando tantas
penurias. Un país que tiene recursos suficientes para vivir mejor, mucho mejor.
Gracias a esas políticas equivocadas, el Gobierno perdería cualquier
elección que se convoque en cualquier nivel. Por eso le huye a las elecciones.
Por eso toma la peligrosa deriva del autoritarismo y de la reducción de los
espacios democráticos. Lo mismo que ha ocurrido en todos los países en los que
se ha ensayado el modelo del socialismo real.
El Estado existe para cosas muy importantes: proteger la vida de los
ciudadanos y sus propiedades. En Venezuela, ni la vida ni las propiedades están
protegidas por el Estado.
El Gobierno ni aprende ni rectifica. Está empeñado en cavar su propia
tumba. Pero lo más grave es que está cavando la tumba de muchos venezolanos.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernandez
efernandez@ifedec.com
@EFernandezVE
Miranda - Venezuela
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