CRÓNICAS DE UN BUHONERO QUE TUVO UN SUEÑO
Algo inusual sucede en Venezuela. La gente lleva muchos días en la
calle. En una batalla desigual de un bando valiente, ampliamente mayoritario,
que se echó a la calles para batallar contra un ejército fuertemente armado,
cuyos jefes tenían mucho tiempo delinquiendo, robando, extorsionando, traficando,
pero especialmente, violentando la Constitución y los Derechos Humanos de los
venezolanos.
Fue una desigual batalla que se decidió cuando después de los
primeros heridos, la tropa obedeció al venezolano que cada soldado lleva por
dentro y como un solo hombre se rebelaron contra los delincuentes y se plegaron
al pueblo.
En pocos minutos, un pueblo desarmado recibió el decidido apoyo de
sus soldados y como en Las Queseras, al grito de “Vuelvan Caras” se
convirtieron en perseguidores de sus generales inmorales.
En pocos momentos,
las distintas fuerzas se plegaron a Poder Civil, de donde nunca debieron salir.
Los magistrados despavoridos corrieron a ocultarse en las madrigueras que
previamente habían preparado. Algunos pocos aviones lograron despegar pero ninguno
de los países vecinos acepto recibirlos. Se dice que algunas avionetas, agotado
su combustible, se perdieron en el mar… El pueblo enardecido, sin ningún freno
persiguió y apreso a sus verdugos de tantos años. Algunos de ellos, corrieron a
refugiarse en las iglesias y la Iglesia, a pesar de los insultos y maltratos
recibidos, fiel a su tradición, refugio y asilo les otorgo.
Mientras continúan las escaramuzas y las franelas y boinas rojas se
acumulan a la basura de las calles, se hacen llamados a la calma y se trata de
restablecer el orden. Se han dictado medidas de captura entre otros, contra
maduro, cabello, carreño, cilia, iris, delcy, luisa, Jorge, tarek y muchos
otros. Hay prohibición de enajenar y gravar bienes contra los personeros del
régimen derrocado.
Rápidamente se constituyo un gobierno de emergencia encabezado por
Leopoldo López, quien fue liberado luego de la quemas de las cárceles de Ramo
Verde y La Tumba, le acompañan entre otros Enrique Capriles, Antonio Ledezma,
El General Suju, Cecilia Sosa, Henry Ramos y María Corina.
En su primera
alocución al país y al mundo, Leopoldo anuncio medidas de emergencia para
apoyar al pueblo en su lucha contra el hambre, solicito el apoyo de la banca
para congelar cuentas de los personajes de la dictadura y anuncio fuertes
sanciones contra quienes se presten a servir de testaferros.
Inmediatamente fue restablecido el Poder Legislativo representado por la
Asamblea Nacional y anuncio medidas para apoyar a los estados y alcaldías que
quedaron desiertas por la fuga de sus titulares. Suspendió por irregular a
todos los magistrado del tsj y anuncio juicios contra sus titulares. Su anuncio
más importante fue la inmediata Amnistía para todos los presos políticos y el
compromiso del gobierno transitorio para llamar a elecciones libres en un lapso
no mayor de 45 días. Anuncio igualmente que había solicitado la colaboración y
apoyo de gobiernos vecinos, que inmediatamente reconocieron al nuevo gobierno.
La mayor emoción, hasta el punto que se le quebró la voz, fue cuando hizo un
llamado a todos los venezolanos de buena voluntad para que regresaran al país,
a tales efectos, las línea aéreas que por tantos años prestaron servicios en el
país, inmediatamente anunciaron un plan para transportar gratuitamente a las
familias que quisieran y pudieran regresar.
Durante los siguientes días, Venezuela dejo de ser el peor lugar para
convertirse nuevamente en el país más querido por todos. Muchos acudieron a
trabajar sin conocer ni exigir salario alguno.
Luego de esos anuncios, los aeropuertos se congestionaron con los
aviones que traían a los hijos regados por el mundo. Así, regresaron mesoneros,
choferes, mujeres de servicio, cuidadoras de niños y ancianos, vendedores,
obreros de la construcción, enfermeros y otros, a recuperar sus oficios y
profesiones como médicos, ingenieros, profesores, contadores, economistas,
odontólogos, abogados farmaceutas y otros que durante los años de la dictadura
tuvieron que abandonar su patria, unos por las persecuciones, otros en busca de
oportunidades para la manutención de sus familias y otros como El Buhonero, en
busca de la salud que en su patria no tenían, todos a integrarse a la
recuperación del país. Un anónimo venezolano comento sobre la recuperación de
la humildad, para muchos que se creyeron superiores y que lograron sobrevivir
desempeñando modestos oficios en el extranjero. También dijo sobre los
beneficios de ver el respeto a las leyes y convivencia que algunos países nos
enseñaron y que se espera apliquen en la patria.
En algunos sitios como los aeropuertos, se vivieron momentos de mucha
emoción cuando por el mismo pasillo por donde habían salido, regresaban los
venezolanos expatriados. Muchos lloraban y aun sin conocerse se abrazaban.
Otros lloraban por los padres, abuelos y familiares que no sobrevivieron a las
penurias y a la larga ausencia. Muchas familias, a pesar que no podían
quedarse, llegaron para compartir durante pocos días, la euforia por la
libertad.
Circulo un comunicado de la Iglesia para mantener el orden, y llamar al
perdón, que muchos nos negamos a dar, porque el daño moral fue muy fuerte y la
brecha que separo amigos y familias no es sencillo subsanar. Pasaran muchos
años para que el perdón pueda llegar. En la opinión de muchos, solo es posible
el perdón, después que llegue e impere la Justicia.
Un movimiento silencioso que crece día a día, solicita una Asamblea
Constituyente para corregir la Constitución y bloquear experiencias similares
en el futuro. Ya comienzan los distintos gobiernos a poner a la disposición del
país cuantiosas cuentas y propiedades que los personeros de régimen mantenían
en esos países y que al decir de muchos, podrían servir para dotar a
hospitales, escuelas y universidades abandonados por tantos años.
El gobierno transitorio sabe que el trabajo es arduo, que será muy
difícil superar la enorme fractura social, que las cuentas son muchas pero que
con el esfuerzo de todos, es posible avanzar y que después de esa dura prueba,
el venezolano será capaz de restañar sus heridas y aprender de la amarga experiencia.
Que la cordura y la humildad tendrán que regresar, esta vez para quedarse. Que
PDVSA es recuperable pero que no podemos continuar dependiendo del petróleo y
que hay que incentivar la producción, la agricultura, la cría y la industria en
general y que todo ello, es posible, real y alcanzable. Solo tenemos que
trabajar duro. El mundo está pendiente de Venezuela, un país que tiene que
aprender de la amarga lección.
Ivan Fernandez
El Buhonero de La Resistencia.
chicho2512@hotmail.com
@chicho2512
Caracas-Venezuela
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