HACE CINCUENTA AÑOS
“El Desarrollo de los Pueblos” es el reto más importante de
los estados, es la razón de ser de ellos
y lo que justifica su existencia. Populorum Progressio es justicia social y
garantía de paz local y mundial. Se cumplen ahora cincuenta años de esta, la
más importante Encíclica Social de Paulo VI, en la que se ocupa “de aquellos
que se esfuerzan por escapar del hambre, de la miseria, de las enfermedades
endémicas, de la ignorancia…”.
Da un profundo dolor
constatar que medio siglo después de su publicación, los venezolanos hemos
retrocedido en el objetivo de “vernos libres de la miseria, de hallar con más
seguridad la propia subsistencia, la salud y una ocupación estable”. En 1967,
al tiempo de la publicación de esta Carta Encíclica, estaba por concluir el
segundo período presidencial de la democracia, luego de la dictadura
perezjimenista. Todos los indicadores señalaban crecimiento.
Este 26 de
marzo se celebra el Cincuentenario de la publicación de la Carta Encíclica
Populorum Progressio, “dirigida a los obispos, sacerdotes y a todos los hombres
de buena voluntad”, sobre la necesidad de promover el desarrollo de los
pueblos. Junto a Rerum Novarum, de León XIII; Quadragesimo Anno, de Pío XI;
Mater et Magistra y Pacem in Terris, de Juan XXIII, Populorum Progressio
proyecta la cuestión social a la luz del Evangelio.
Dice Paulo VI, “en una palabra, hacer, conocer y tener más
para ser más: tal es la aspiración de los hombres de hoy, mientras que un gran
número de ellos se ven condenados a vivir en condiciones que hacen ilusorio
este legítimo deseo”. Retrata Paulo VI la Venezuela de este tiempo menguado.
Los venezolanos vivimos en condiciones que hacen ilusorio el legítimo deseo de
“tener más para ser más”. En 18 años la ilusión de una justicia socialista se
transformó en la tragedia de una realidad comunista, y el que era considerado
como uno de los países más ricos del continente, se convirtió en el más pobre y
miserable, con una población hambrienta y una
producción decreciente, una moneda sin valor y vapuleada por una
asfixiante inflación, una corrupción repugnante y un régimen político despótico
y dictatorial, negador de los Derechos Humanos, las libertades y la democracia.
Para Paulo
VI y la Iglesia, “El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico.
Para ser auténtico, debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y
a todo el hombre... En los designios de Dios, cada hombre está llamado a
promover su propio progreso, porque la vida de todo hombre es una vocación dada
por Dios para una misión concreta… Dotado de inteligencia y de libertad, el
hombre es responsable de su crecimiento, lo mismo que de su salvación”. El
actual régimen podrido de Venezuela niega la libertad e imposibilita por todos
los medios el crecimiento de los hombres, quieren someternos a los designios
del Estado.
“Llenad la tierra, y sometedla (Gén 1, 28). La Biblia,
desde sus primeras páginas, nos enseña que la creación entera es para el
hombre, quien tiene que aplicar su esfuerzo inteligente para valorizarla y,
mediante su trabajo, perfeccionarla, por decirlo así, poniéndola a su servicio”.
Si alguna tierra ha sido bendita por sus recursos y potencialidades es la
nuestra, donde lo tenemos todo excepto un gobierno que gobierne y cree
condiciones de gobernabilidad. Da rabia ver como perdemos la posibilidad de
crecer, como se pierden las tierras fértiles y como se desaprovechan las
riquezas naturales, en medio de la ineficiencia y la corrupción desbordada.
“Hay que darse prisa. Muchos hombres sufren y aumenta la
distancia que separa el progreso de los unos del estancamiento y aún retroceso
de los otros”. Estas sentencias parecen haber sido escritas pensando en los
venezolanos de hoy, que estamos llamados a darnos prisa y a romper la caída
vertiginosa que nos lleva al foso. La Carta Populorum Progressio está
plenamente vigente cuando cumple medio siglo de luz. E-Mail:
pacianopadron@gmail.com. Twitter: @padronpaciano.
Paciano José Padrón Valladares
pacianopadron@gmail.com
@padronpaciano
Miranda - Venezuela
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