Una
nueva arremetida de Nicolás Maduro en contra de Ivan Duque, el presidente de
Colombia, lo que hace es agregarle conflictividad a una relación que viene
deteriorándose de manera visible. La acusación esta vez es tan grave que es
necesario pensar que algo especial espera el dictador venezolano lograr, al
afirmar que desde Colombia se dirigen planes militares contra su gobierno.
Y
no hay que hilar mucho para percatarse que lo que tiene al gobierno contra las
cuerdas es la cercanía de la fecha en la que se deslegitimará su gobierno, la
que está a la vuelta de menos de dos semanas y su incapacidad para
contrarrestar el aislamiento que se producirá a raíz del desconocimiento de su
gobierno por las más importantes naciones y organismos internacionales.
Una
situación como la que se producirá deja al país solo en medio del desierto.
¿Cómo operar una nación sin relaciones comerciales, financieras, diplomáticas
con los grandes centros de producción y financieros del mundo, con sus vecinos
más cercanos, con las instituciones políticas más relevantes, con los países
mas importantes de nuestro Hemisferio?
El
panorama se le torna opaco a la Revolución porque el gobierno de Venezuela,
aunque desee comportarse como una isla de cara al mundo, lo que podrá ofrecerle
a sus administrados es más crisis, más penuria, menos soluciones a los
problemas de la ciudadanía que muestra ya signos de agotamiento por verse
obligada a una calidad de vida insostenible e inhumana. ¿Pero si la revolución
en Cuba en su hora logró mantenerse y lo ha seguido haciendo por más de medio
siglo, porqué Venezuela no? Si esa es la manera en que piensan nuestros
gobernantes tendrían que mantenerse con un cascarón vacío entre las manos hasta
que sea la propia ciudadanía la que los
eche
por la fuerza, o peor aún sus propios correligionarios. Poco heróico este
panorama y lamentable salida para sus líderes. ¿Alquien escuchó el soliloquio
de Jose Vicente Ragen deplorando el drama humano que se vive en el país?
Asi
que lo que le viene quedando al gobierno es negociar una salida que le permita
hacer las más tibias concesiones mientras busca como quedarse en el poder,
realizar elecciones, mantener a sus alfiles en cargos de relevancia. Pero para
ello es necesario presentarse a una mesa negociadora con activos a su favor y
al gobierno de Maduro ya no le quedan ases en la manga. Está siendo calificado
por el mundo entero como dictatorial, autoritario, corrupto, insensible a la
penuria social, vinculado con las guerrillas y el narcotráfico, colaborador del
terrorismo yihadista, violador de los derechos humanos y promotor de la
violencia. Sentarse con todo esto en su morral a negociar una salida honrosa no
le garantiza un buen resultado. Presentarse como la víctima de una componenda
internacional, mostrarse como como el objetivo de un perverso golpe armado
proveniente de Colombia con aliados el imperio Americano mejoraría su imagen de
cara a terceros.
De
allí que el líder de Miraflores la semana pasada le haya dado cuerda a la tesis
de una eventual ayuda militar rusa y ahora el as dentro de la manga es la
agresión del nuevo moderno colombiano.
La
jugada está demasiado descubierta pero ello no le impide insistir en ella
porque las salidas no son muchas. Ya han puesto a rodar las tesis de acuerdos
que se estarían fraguando entre el gobierno con parte de la oposición con el
fin de generar desconcierto y confusión.
Mas
de lo mismo, Mas de la misma estrategia desteñida de los cubanos
revolucionarios que cada día funciona menos. El implacable el paso del tiempo y
el 10 de enero marcará un hoy y un mañana que pudiera no eyectar al madurismo
de la noche a la mañana pero que horadará un hueco aún más grande en sus
actuaciones al frente del país.
Beatriz
de Majo
@beatrizdemajo1
No hay comentarios:
Publicar un comentario