Un
país consternado y anhelante de tiempos mejores acaba de tener una Navidad
afligida y espera un cambio en 1919. La
lucha por un futuro mejor, sin los infortunios que ahora se viven, no va a
cesar. Es un compromiso que tiene dimensión existencial.
Los compatriotas que han
sido aventados por la diáspora, desde lejos alargan sus brazos por encima de
las fronteras patrias para acercarse a sus seres queridos.
Solo cuando se ha
conocido el exilio, sea político u obligado por una crítica situación nacional,
se sabe lo que es añorar con nostalgia la tierra que nos vio nacer.
Si se han ido unos
millones de venezolanos, eso significa que la población se ha reducido, con
problemas que se agravan con el paso de los días. Los niños que deambulan por
las calles buscando algo que comer en los basureros, es seña dolorosa de la
tragedia que afrontamos.
El hambre y la pobreza
nos indican que la solución no son los aumentos salariales que en horas
desaparecen por la hiperinflación, ni los bonos amparados por el carnet de la
patria. La solución es otra: una distinta política fiscal, cambiaria y
monetaria que detenga el aumento desenfrenado de los precios y pare la emisión
de dinero sin respaldo por parte del Banco Central.
La solución es generar
confianza y credibilidad para la inversión del capital nacional y extranjero,
sacar el PIB del subsuelo, poner a producir los 5 millones de hectáreas
expropiadas que ahora no producen, rehacer el parque industrial que se ha
reducido a un tercio, y resucitar la producción petrolera que apenas balbucea
poco más de 1 millón de barriles diarios.
La solución, en fin, es
cambiar el modelo económico suicida que se ha venido aplicando y, sin
subordinación a asesorías foráneas, poner en práctica las medidas que exige el
interés nacional.
Hay que rescatar el
Estado de Derecho y levantarlo y ponerlo a andar, un requisito o reclamo que no
puede esperar más. Dentro de cuatro días, 2019 se hace presente. La oposición
democrática ha anunciado el “Plan País, el día después”, una apuesta a lo que
hay que hacer en el futuro.
Carlos Canache Mata
@CarlosCanacheMa
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