En el actual estado de la economía nacional y ante la
incertidumbre acerca de las nuevas medidas económicas del Ejecutivo Nacional,
se me ha hecho común escuchar a muchas personas en el país sugerir que las
autoridades, en lugar de devaluar, deberían revaluar el bolívar. Así, se
percibe que la revaluación de la moneda sería una medida ideal para asegurar
que no aumenten los precios tras una decisión de política cambiaria; la
garantía del fortalecimiento de la moneda local; la estrategia para evitar los
efectos “perversos” de las devaluaciones sobre los precios de las mercancías; y
el mecanismo para minimizar la indisposición de los ciudadanos a las políticas
cambiarias del gobierno, caracterizadas como “impopulares” dentro del análisis
corriente.
Esta sugerencia da cuenta de lo importante que es el
tema cambiario para los venezolanos, quienes, incluso sin tener conocimiento de
teoría económica, se atreven a opinar al respecto; demuestra que las personas
reconocen la necesidad de hacer algo distinto en política económica; y expone
las dos grandes preocupaciones de la población: cómo detener la abrupta subida
de precios y la manera de recuperar el poder de compra de la moneda nacional,
sin importar los sacrificios individuales que se deban hacer. Lo cual es resultado
de la inestabilidad presente en el mercado de divisas como consecuencia de la
inacción gubernamental para asegurar una rápida estabilización alrededor de una
sola tasa de cambio; que debe ser competitiva para incentivar a los tenedores
de dólares a colocarlos en el país, y definida sin intervención gubernamental
para facilitar la identificación de la verdadera relación de intercambio entre
nuestra moneda y el dólar.
En este sentido, resulta pertinente aclarar que el
mercado de divisas y la economía no funcionan de manera lineal, tal que una
disminución del tipo de cambio detendrá la inflación; son muchas las variables
que condicionan el impacto de una medida de política cambiaria y los parámetros
que influyen en la evolución de los precios. Así, dada la estructura
seleccionada para la definición del tipo de cambio nominal en el país, una
revaluación de la moneda se puede describir como la disminución en la cantidad
de moneda local que los residentes de Venezuela deben dar por una moneda
extranjera, es una situación que se presenta dentro del contexto de un esquema
de tipo de cambio fijo y explica un proceso de fortalecimiento del signo
monetario local con respecto a las monedas del resto del mundo. Corresponde al
tipo de ajuste en la tasa de cambio nominal que, en un contexto de estabilidad
macroeconómica, genera los siguientes efectos positivos: 1) disminución del
valor en moneda nacional de los pagos por endeudamiento en moneda extranjera;
2) disminución de los pagos por importaciones tanto de productos terminados
como de materias primas; y 3) disminución del precio de las mercancías
intercambiadas en el mercado local.
Mientras que son efectos negativos de la revaluación:
a) la pérdida de competitividad de los productores nacionales frente a la
producción extranjera; b) desestímulo a las exportaciones, la producción y el
empleo doméstico; c) disminución del valor en moneda nacional de las remesas
enviadas desde el extranjero y de la renta obtenida por la venta de materias
primas en el mercado internacional; y d) incentivo exacerbado al consumo,
afectando la capacidad de ahorro de la población y su disponibilidad de recursos
para la inversión. Por ende, disminuir el tipo de cambio no es la salida a los
dilemas que plantea el mercado cambiario local y mucho menos la solución a los
actuales problemas del país.
Alberto Jose Hurtado B
@ajhurtadob
No hay comentarios:
Publicar un comentario