Los
católicos y demócratas, hemos estado esperando que El Papa Francisco, se
pronuncie clara e inequívocamente, sobre la situación de las dictaduras o
gobiernos totalitarios existentes hoy día, que oprimen brutalmente a sus
respectivos pueblos. Ciertamente, lo ha hecho en varias ocasiones, pero sus
declaraciones llevan un dejo de ambigüedad que preocupa al universo de
demócratas del mundo, puesto que, papas anteriores, han sido más claros y
contundentes ante las dictaduras, cumpliendo así con las grandes mayorías que
reclaman libertad, justicia en sus países donde existen tales gobiernos
inhumanos, que violan constantemente sus derechos humanos.
Ese
es precisamente el punto. No es conciliación lo que reclaman los pueblos,
puesto que eso es imposible lograrlo con esas dictaduras delincuenciales a las
que nos referimos. Esos pueblos reclaman libertades, trato humano adecuado y
respeto a sus derechos, lo cual pedírselo a una dictadura, son como palabras al
aire. Es muy extraño, que el papa Francisco, cambie repentinamente la filosofía
de la Iglesia Católica, la cual antes estaba alineada con el mundo de la
democracia y las libertades, entre las cuales, la de culto, es negada en las
dictaduras comunistas que el bien conoce y pareciera que evita cuestionarlas y
pareciera proteger.
Recuerdo
un discurso en México, donde el Papa Francisco, repudiaba al capitalismo o
sistema económico de libre mercado, acusándolo de ser la causa principal de la
pobreza mundial. En estos momentos China, un país con ideología política
marxista leninista está demostrando que ese razonamiento ha estado equivocado
por siglos, puesto que con el uso del capitalismo, estaría sacando de la
pobreza, a millones de ciudadanos chinos.
Esta
postura, pasiva, al parecer y excesivamente conciliadora del papa Francisco
debería llamarlo a la reflexión, puesto que una gran mayoría demócrata en el
mundo, pudiera estar inconforme con la misma, sobre todo en Latinoamérica,
región donde él nació. El pueblo católico de la región americana, pareciera que
le pide al Papa Francisco con humildad, que se pronuncie claramente sobre lo
que sucede en Cuba, Nicaragua y Venezuela, dado que ese apoyo a la democracia,
pudieran estar necesitándolo millones de feligreses católicos en dichos países,
donde la santería, el babalao, la brujería, y demás rituales satánicos que
contradicen a la religión católica, y se consolidan cada vez más en esos
países.
En
virtud de que la iglesia Católica siempre ha estado al frente de reclamos y
posiciones humanas en defensa de los explotados y oprimidos; esperamos
esperanzados que esa carta que le enviaron recientemente 20 expresidentes de
repúblicas latinoamericanas, le hagan reflexionar y cambiar de postura respecto
a ser más concreto y directo en sus reclamos al llamado de la paz, la justica,
las libertadas y los derechos ciudadanos, en las regiones aludidas. Con todo
respeto al catolicismo, el cual profeso, y a su santidad, Papa Francisco, le
solicito humildemente, me bendiga a nombre de Dios, nuestro señor.
Guillermo A. Zurga
@Apresivo
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