Se sabe que no nació en Venezuela, que funcionarios del
gobierno y el mismo han hecho públicas, versiones diferentes sobre su lugar de
nacimiento. Sin que las autoridades competentes se inquieten, por la mentira
que viola el ordenamiento jurídico.
El mundo democrático no reconoce las elecciones, con
la que se reeligió para un nuevo periodo gubernamental. Convocadas por un ente
espurio se juramentará en pocos días frente a ellos u otro de la misma calaña,
contraviniendo la norma Constitucional.
En sus manos se ha desbaratado la Patria, la ruina ha
llegado a todas las instancias empresariales públicas y privadas. El hambre se
enseñoreo de nuestra sociedad, de la mano de la escasez y del hampa
bolivariana.
Con un saldo de 300.000 muertos, desde que los que
gobiernan, dejan actuar impunemente bandas y colectivos chavistas. A esa cifra
debemos sumársele todos los muertos bajo las balas asesinas, de los que
disparan contra la población cuando protesta… más los enfermos y recién nacidos
que fallecen por desnutrición o ausencia de servicios médicos.
Invadidos por cubanos, miembros del Hezbollah y
guerrilleros colombianos; hipotecados a China y Rusia… y traicionados por los
militares corruptos… se desdibuja lo que antes fue una Nación con futuro.
Con este marco absurdo y dantesco, Maduro se presenta
muy tranquilo jugando dominó con dos desagradables personajes Cilia y Delcy,
“vinculados mitológicos” invocados para aparecer con el mago Maduro.
Saludando como si aquí no pasara nada, según él
celebrando con alegría el nuevo año… vivimos una pesadilla, una película
absurda estilo el exorcista… como aceptar. Aun hablan de pueblo, mintiendo por
costumbre, intentado repetir un guion que una vez funcionó.
Cuando observo sus humanidades, me pregunto, en un
país que deambula buscando comida, ¿será el cinismo o la corrupción lo que
engorda? Mientras esos pregonan que tienen 20 años gobernando para el pueblo…
este huye caminando tratando de salvar la vida.
Ante las pretensiones del irracional régimen
venezolano, se hace necesaria una respuesta contundente, no queda tiempo. Es
imprescindible una reacción interna y otra internacional… ambos sectores
deberán mostrar fortaleza para no ceder a las presiones y las compras de
conciencia; coraje para enfrentar las armas del régimen, el autoritarismo y la
opresión; e inteligencia para derrotar la ignorancia, el maquiavelismo y el
guion cubano.
Partidos políticos, iglesia, académicos,
profesionales, empresarios, sindicatos y estudiantes… no tienen derecho al
error, ni excusa que valga. Nos preparamos para vivir una situación histórica,
de ella surgirá la democracia o sucumbiremos en los abismos de la dictadura más
feroz.
Solo un David fuerte, unido, lucido y valiente podrá
enfrentar el Goliath castrista… los venezolanos lo logramos en el pasado. Lo
mejor de cada uno de nosotros deberá imponerse ante el descabellado proyecto
bolivariano.
Tenemos que estar conscientes que no hay alternativa…
o vencemos o este país se va al “zipote”. Las predicciones de los expertos
económicos presagian una pobreza jamás vista, la absurda política económica de
Nicolás Maduro, compromete con su “rumbo al socialismo” la viabilidad de
Venezuela como país.
El reto nuestro y para el mundo es escoger entre
Dictadura o Democracia. Dentro del País la política sigue viva, no todo está
perdido… la gente se atreve, los estudiantes se atreven, las madres también…
hay políticos, policías, militares y periodistas presos, vejados, torturados y
asesinados… y no se rinden ni se pliegan; la resistencia vive, solo falta
dirección unitaria.
Estamos claros que no tienen pueblo, que el 85% de los
venezolanos pide volver a la democracia… ellos tienen las armas. Pues eso es lo
que debemos enfrentar… para los civiles concebir estrategias que eviten el cara
a cara, pero golpeando fuerte con la guerra de opinión, donde más duela, donde
más quede al descubierto la dictadura, donde más produzca resonancia
internacional.
Para los militares institucionalistas… ellos lo saben
mejor que yo y no es en este artículo que se debe tratar la táctica militar.
A nivel internacional, los políticos en exilio tienen
un importante rol que cumplir: vocería de la oposición nacional, gestionar
apoyo institucional, lobby político ante los organismos internacionales, ayuda
humanitaria, denuncia de violaciones de derechos humanos. También digámoslo
claro negociar con Irán, Rusia, China y Cuba condiciones de salida… y lo más
importante, el apoyo decisivo en las diferentes estrategias de nuestros
aliados.
No debemos olvidar que enfrentamos una dictadura
impuesta por una potencia extranjera. Se acabó el tiempo de los ingenuos, de
los egos, de los acomodaticios, de los que obedecen a intereses ocultos, de los
Zapateros y de los cobardes.
Se trata de liberar a Venezuela del dominio político
castrista, para liberarla del dominio económico ruso-chino. Hemos sido
entregados con el consentimiento de las Fuerzas Armadas.
Sobrevivimos con hambre, desempleo, escasez de
alimentos, de medicinas, con presos políticos, torturas y epidemias que estaban
desaparecidas. Además, con la inseguridad, la inflación más alta del mundo y
con sueldos miserables.
Con un régimen que está eliminando niños y ancianos.
Con un país donde vienen al mundo las nuevas generaciones, en aceras o en cajas
de cartón; con hospitales en ruinas y donde el pueblo mendiga y revisa las
bolsas de basura.
Lidiamos con un régimen corrupto enriquecido con la
miseria de su pueblo. Con unas fuerzas armadas que son el brazo armado del PSUV
y con un ministro de la defensa arrodillado ante Fidel Castro.
Este es el irracional mundo de Maduro, el que pretende
proseguir y profundizar. Sin dudas, sin que nos quede nada por dentro, solo nos
queda enfrentarlo y devolverle a Venezuela su libertad.
Entonces lo primero es estar claros enfrentamos una
dictadura, corrupta y sin escrúpulos; segundo que la precariedad de las
condiciones como vivimos aumentara; tercero que el régimen solo ha intentado
ganar tiempo para instalarse con más fuerza.
Cuarto que no existe la justicia ni el estado de
derecho, que existen bolichicos, enchufados y colaboracionistas… que pueden
encontrarse a nuestro lado y que lo que el régimen llama profundizar el
socialismo es lograr el control total de los venezolanos.
Por lo tanto, no habrá rectificación, al contrario, se
profundizará… veremos más represión, más hegemonía comunicacional, más
adoctrinamiento, más persecución y más crisis. Mantener al pueblo sometido con
las necesidades básicas es parte de la estrategia.
Pero el ser humano necesita tanto satisfacer sus
necesidades básicas materiales como las espirituales… la caja CLAP, cada día
más escuálida, no podrá convertirnos en esclavos. Es con ese venezolano que se
escribirán nuevas páginas de nuestra historia.
Solo necesita de la voluntad y la palabra clara,
lucida y decidida de una dirigencia que le devuelva la esperanza y la capacidad
de soñar. Que le permita creer nuevamente que está en sus manos construir un
nuevo orden democrático.
La misma que logrará la ayuda internacional… siempre y
cuando despierte confianza, renueve con la justicia internacional, se
comprometa a limpiar la administración de corruptos, narcos y pro-terroristas…
y se ocupe del desarrollo nacional y de integrar de nuevo a Venezuela en un
sistema de cooperación regional e internacional.
Nelson Castellano-Hernández,
Ex Cónsul de Venezuela en París
nelsoncastellano@hotmail.com
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