Señor (no le puedo decir presidente porque no lo es,
ni conciudadano, por la misma razón)
Nicolás Maduro.
Caracas.-
Me tomo la libertad de escribirle esta corta nota, intentando
sumar mi granito de arena a una salida rápida y lo menos traumática posible a
la situación actual del país.
¿Pana, que estas esperando? ¿De verdad crees que vas a
poder salir bien parado de esta situación?
Si lo que estas es contando con la FAN para aferrare
como nigua al poder, pues déjame decirte lo que ya sabes: que esos a los que
llamas generales y almirantes te van a vender apenas puedan concretar un
acuerdo en el que los beneficios superen los costos. Es más, lo harán apenas
salgan ras con ras.
No tienes ningún apoyo externo real (hasta la Unión
Africana se sacudió). Los rusos están negociando con los gringos garantías para
cobrar sus deudas y los chinos ya se están sentando con el equipo de Guaidó
para lo mismo. ¿Los cubanos? Bien sabes
que ni por el chorizo van a arriesgar la frágil apertura con los gringos por
ti. Dios, hasta un redomado comunista como el papa francisco te mando a paseo.
Ya no tienes acceso al dinero del petróleo y ni sueñes
con lograr algún crédito, así sea en la cantina de miraflores. ¿Cómo piensas
sostener a ese montón de sanguijuelas de las que te has rodeado y que te
“apoyan” solo por el dinero que les permitías robar?
¿Apoyo político interno? ¿Del psuv? Lo mismo que con
los militares. Todos los integrantes de las cuatro bandas entre las que
dividiste tu gobierno están peleando por su vida. Y en ese empeño van a vender
hasta a sus padres e hijos, si logran encontrar quien se los acepte, a cambio
de un chance de salvar el pellejo.
¿Apoyo popular? ¿Es un chiste? Desde el 23 de Enero
pasado el país se ha reencontrado en las calles, donde con una mentada de madre
a todo pulmón, en todo el país y cada rato, te ha dejado bien claro que no solo
te desprecia profundamente, sino que ya no te temen, ni a ti ni a ninguno de los tuyos. Ni siquiera a tu fan, que ha mantenido una muy prudente
distancia (¿por aquello del rabo de paja?).
El tiempo apremia, y no hay nada que haga pensar que
podrá mejorar ningún aspecto de tu estado de cosas actual. Guaidó ha mantenido
firmemente la iniciativa y todos los días gana terreno. ¿Recuerdas a
Bonaparte?: “Se puede perder velocidad subiendo al poder, pero nunca bajando de
él”.
Desde el 23 de Enero no has hecho más que defenderte
de manera errática y torpe de cada movimiento de Guaidó, lo que demuestra que
no tienes ningún plan o estrategia para sobrevivir (¿sacar presos de las
cárceles para que te defiendan?). Lo que estás haciendo es esperar un milagro,
y esos, no existen. Al menos no en este mundo, no para ti.
Y olvídate que en La Tiendita vas a reproducir la batalla del Puente de Stirlin. Cuando se
aproximen los camiones con la ayuda humanitaria con escolta militar (de los de
verdad) acompañada de un rio de venezolanos que la necesitan urgentemente, la
fan se retirara y dejara pasar el material… ese y todo el que le seguirá en
diferentes puntos de nuestra vasta frontera. Y olvídate de ordenar una masacre
como la de Amritsary, porque quien ose siquiera tirar un triquitraque será
barrido por una turba incontrolable (¿mil milicianos francotiradores
expertos?), y ningún oficial subalterno se convertirá en criminal por un
usurpador que esta caído. Te recomiendo que te leas las Historias
Extraordinarias de Edgar Allan Poe, particularmente La verdad sobre el caso del señor Valdemar.
Allí el escritor describe fielmente lo
que te está pasando: Estas muerto y no lo sabes aun.
Ahora mismo solo tienes tres opciones: 1.- Negociar YA
tu salida hasta algún país que te acepte y salir de inmediato del país
(agárrala antes que cese la oferta, el cuello no retoña). 2.- Esperar en
miraflores a que te saquen, lo que inevitablemente sucederá. Si eso pasa, muy
probablemente terminaras tus días en unas muy largas vacaciones en Cuba (pero
no en La Habana) y 3.- Esta es la favorita de tu entorno: Tratarán de hacer de
ti un mártir (no se para qué, habría que preguntarles), como los castro
hicieron con allende, y no te veo en ese plan (tu ni te acercas a Antonio
Ricaurte).
Antes de despedirme deseo pedirte que le hagas un
favor a este país que te recibió cuando saliste de Colombia siendo un infante
junto a tu mama y tus dos hermanas. Un favor para este país que te crio, te dio trabajo en el Metro (que
bien carrero eras allí) y que hasta te dio el chance de ser su presidente, y
que aun así, lo odias tan profundamente que te has hecho el firme propósito de
destruirlo hasta reducirlo a cenizas: Sea lo que sea que decidas hacer,
APURATE. Ya no aguantamos más.
Solo me queda decirte una cosa: Me alegra haber podido
vivir para ver tu caída.
Quisiera despedirme con un saludo cortes, pero creo
que es inapropiado.
Vae victis.
Pedro Alcalá
Vice-presidente nacional de Solidaridad Independiente
en el exilio
Montreal-Canada
pa2a@hotmail.com
@tazzio1956
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