"El crimen
de exterminio consiste en la imposición intencional de condiciones de vida,
entre otras la privación del acceso a alimentos o medicinas, encaminadas a
causar la destrucción a una parte de una población. Este acto deberá cometerse
como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y
con conocimiento de dicho ataque“. Wikipedia.
Si no
bastara con la notoria complicidad de la fuerza militar socialista con el
régimen criminal liderado por Hugo Chávez primero y hoy día por Nicolás Maduro
Moros, que hizo posible su permanencia en el poder desde el 11 de abril de 2002
hasta el presente, debemos sumar ahora el prenombrado crimen de exterminio.
Porque eso y no otra cosa es lo que acontece con la negativa del usurpador
socialista frente a la solicitud mundial de un canal humanitario para ingresar
alimentos y medicinas destinados a los miles de venezolanos víctimas del
régimen socialista.
Es innegable
que la fuerza militar es el último bastión de la presente dictadura y por ende
solo aquellos de sus miembros que obedezcan la orden presidencial colaborando
en el restablecimiento pleno del orden constitucional conforme al artículo 333
de la Carta Magna serán merecedores de un trato distinto al de criminales tal
como corresponde a todos los integrantes de esa organización militar fundada
por el socialismo en Venezuela.
Si bien es
cierto que las Fuerzas Armadas Nacionales de la etapa democrática requerían de
profundas reformas para adecuarlas a las necesidades de la República de
Venezuela, el caos militar del presente exige su composición desde cero, para
alcanzar una institución útil a la República, honrando así el histórico legado
del Ejército Libertador
¡Prihibido
olvidar! Ora y labora.
Ronny Padrón
caballeropercivall@gmail.com
@caballeroperci
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