En algún momento hace ya muchos años, ante los atropellos, ilegalidades y acciones anti patrióticas, llevadas adelante por el gobierno de Hugo Chávez Frías, dije que Venezuela lamentaría en el futuro doblemente este tipo de situaciones perversas, pues quienes sustituyeran a los pseudo bolivarianos se iban a aprovechar de todo aquello, para realizar y justificar desmanes iguales o peores contra el país y sus habitantes.
Decisiones inconstitucionales del Tribunal Supremo de Justicia chavecista, como la que sentenció que la inmunidad de jurisdicción en Venezuela era relativa y no absoluta, serían utilizadas en el país y en el extranjero para avalar cualquier acción judicial externa contra Venezuela, sin ninguna resistencia ciudadana. Y como este siniestro caso, ocurrirían otros en el campo de la política, de la economía y de la justicia.
Así, las expropiaciones alegres habidas, sin que mediara el interés nacional ni ningún estudio serio que las respaldara, realizadas en forma totalmente irresponsable, seguramente nos conducirían a demandas internacionales que perderíamos y que generarían un grave daño económico y social al país. Pero no sólo esto, al haber sido estas expropiaciones hechas al margen de todo raciocinio, generarían una actitud cómplice en la gente que favorecería incluso a acciones contrarias a su seguridad y bienestar.
Otro caso ilustrativo es el de las permanentes violaciones del debido proceso judicial, racionalizadas de mil maneras por los delincuentes del régimen, y que han dado pie a posiciones siniestras de la gente, que hoy justifica e impulsa esas mismas violaciones, si se realizaran contra funcionarios del gobierno o simples simpatizantes o seguidores del mismo. El odio creado por la polarización justifica cualquier cosa si es para dañar al contrario.
Un abogado llamado José I. Hernández, que había servido como perito a la empresa Crystallex en el juicio contra Venezuela y que tenía a CITGO como objetivo, fue designado por la Asamblea Nacional (AN) como “Procurador especial” para la protección de CITGO. Es decir, una persona pagada por la empresa que acciona judicialmente contra CITGO y cuyo testimonio la hace ganar el juicio es nombrada para defender a CITGO.
¿Alguien en su sano juicio es capaz de entender esto? ¿Y sería capaz de defenderlo? Pues sí. En la deteriorada Venezuela actual muchos lo defienden y aplauden, porque es una acción que le produce una derrota a Maduro. No les importa que haya prevaricación en la decisión. No les interesa que se trate de una expresión en la realidad del conocido refrán “zamuro cuidando carne”, ni que se pierda una empresa del país. El daño es contra la nación y resulta que parte de sus nacionales lo celebran. ¡Inaudito!
Crystallex, para demandar a CITGO e ir contra sus acciones, tuvo que demostrar que CITGO y Venezuela son la misma cosa. Quien le debe una indemnización a Crystallex es Venezuela, no CITGO, pero Crystallex quiere cobrar lo que le deben con las acciones de CITGO, para lo cual debe demostrar que ésta es lo mismo que Venezuela. Para eso la ayudó José Ignacio Hernández, el zamuro designado por Guaidó, y la termina de ayudar el mismo Guaidó cuando nombra Procurador a quien actuó como experto en el juicio contra los venezolanos. ¡Y muchos gritan hurra!
La Corte de Delaware en EEUU acaba de ratificar que el nombramiento de la directiva de CITGO por la AN es legal, y eso hace saltar de alegría a los dueños de Crystallex, lo cual se comprende, pues el fallo judicial favorable a la misma queda ratificado. Se entiende que los “zamuros” también se alegren, pues han cobrado por sus acciones anti nacionales y sus jefes de Crystallex ahora los tendrán en mayor estima. Lo inaudito es que se alegren el resto de los venezolanos.
Esta decisión ratifica que CITGO es Venezuela pues su directiva la designó el Poder Legislativo, lo que ayudó de nuevo enormemente a Crystallex. Ah… La decisión de la AN es ilegal, pues así no se nombra la directiva de CITGO; la debe hacer PDVHolding.
Luis Fuenmayor Toro
@LFuenmayorToro
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