sábado, 7 de diciembre de 2019

DOMINGO A. RANGEL: LA CHINA, ECUADOR Y DONALD TRUMP

Fui uno de los pocos que en nuestro país vimos posible un triunfo de Donald Trump en las elecciones del 2016

Recuerdo un viejo amigo, banquero de oficio, quien me llamó para conversar sobre el tema en el apacible ambiente del Caracas Country Club donde las ideas fluyen. 

Me decía el amigo que en el club habían colectado 20 millones de dólares destinados a la campaña de Hillary Clinton, a quien veía ganadora un joven ex diputado, hoy día ciudadano estadounidense, que durante unas horas fue juramentado ministro por Pedro Carmona en aquel golpe. Y anunciaba tener acceso a la candidata que luego ayudaría a derrocar a Nicolàs Maduro. 

El amigo banquero hizo las veces de augur persa pronosticando que ganaba Trump a pesar de todo… y que de esos 20 millones de dólares si le llegaban a las arcas de los Demócratas la mitad… era mucho. 

Luego la conversación pasó a temas más livianos y nos despedimos esperando los resultados que fueron como el amigo había pronosticado. 

Con Donald Trump tengo sentimientos encontrados: Me fastidia el personaje a veces chabacano pero siempre rodeado de bellas mujeres… quien es un empresario extraño que a pesar de haber heredado 300 millones de dólares… estuvo al borde de la quiebra 4 veces. Tan hábil –o tramposo- que paga menos impuestos que el ascensorista de la Trump Tower. Pero indudablemente es un ganador. 

No obstante algunos de sus lemas de campaña me parecieron interesantes –hacer América grande- aún cuando no viniendo Trump del estamento político le sería más difícil introducir cambios en un medio  la vez muy corrupto… pero suficientemente institucionalizado… por falta de equipo. 

Cuando Trump ya ganador anunció los nombres de sus acompañantes, me pareció que salvo Rex Tillerson, los demás, ya en el ocaso de sus carreras y que como Elliot Abrams son considerados orates peligrosos por los jefes Republicanos… poco harían para que cambiara la política yanqui… y eso era y es vital. 

Es sabido que la globalización adsorbió los inmensos capitales estadounidenses, acumulados durante un siglo, y hace décadas los invirtió desde en la China… pensando los grandes capitalistas, quienes como todo ser humano se equivocan,  que el gigante asiático se conformaría con fabricar eternamente licuadoras a bajísimo costo… para solaz de las clases medias del Primer Mundo. 

Estaban erradados en sus pronósticos los gigantes de las finanzas y hoy día la China marcha embalada a superar a los Estados Unidos como primera economía del planeta.

Pero volviendo a Trump hace tres años pensé que se atrevería a cambiar sus alianzas en América Latina donde los productos chinos… después de inundar el mercado estadounidense y europeo… se podían comprar en todas partes. 

Productos de compañías chinas que se habían separado del cordón umbilical de Wall Street que como es sabido nunca quiso saber de Donald Trump y que como el ex diputado venezolano… apostó junto a la mediática mundial… a la senadora Clinton.

Pensé que aprovechando Trump el apalancamiento que en este continente tienen los Estados Unidos desde que hace dos siglos gobernó James Monroe… comenzarían a colocar sus fábricas en territorio latinoamericano… para sustituir los productos chinos… poco a poco. 

Comenzando por Cuba y Guatemala donde la población es más disciplinada… hasta llegar a nuestro país donde se puede cultivar todo el año y los venezolanos ganamos una miseria. 

Pero nada… Trump… buen negociante… a pesar de esto se tuvo que entregar al lobby armamentístico que en su equipo de gobierno está representado por casi todos los que a diario declaran contra el gobierno venezolano… como si nosotros fuésemos realmente su gran problema a resolver. 

Los resultados de esa política acaban de aflorar en el Ecuador donde el equipo de bribones que acompañan a Trump en el Alto Gobierno… urdieron junto a los grupos económicos de Guayaquil… el espectacular salto de talanquera protagonizado por Lenin –vaya nombre- Moreno. 

Ignoro los cálculos que quienes manejan desde fuera del gobierno estadounidense, hicieron para pensar que es negocio que un traidor que insisto en señalar le puede dar lecciones en un doctorado a Judas Iscariote, le quite de buenas a primeras los beneficios que merced a buenos precios petroleros y la dolarización –protestada en principio por los grandes grupos económicos de Guayaquil… obtuvieron los grupos más pobres del Ecuador en los gobiernos de Correa. 

El sinvergüenza de la silla de ruedas… como es poco conocido porque la mediatica también censura… pactó quitarle la mitad de las vacaciones, subir la gasolina al doble y aumentar los impuestos al ecuatoriano común… a cambio de nada, 

Al tiempo en que por años dispensó de pagos impositivos a los grandes grupos económicos que en aquel país son casi todos de Guayaquil. 

Como negocio la trapacería de moreno es una birria toda vez que las rebajas de impuestos a los grandes significa una suma mayor a la que el FMI le dará en materia de préstamo. Como política es suicida. 

Ese acuerdo es parecido al que tenía pactado Ricardo Haussman con el FMI… si el autonombrado llegaba a la Presidencia aquí en nuestra Venezuela. 

Pero volviendo al Ecuador por lo pronto hay una tregua que implica retirar el aumento de la gasolina. 

El problema estriba en que el acuerdo con el FMI sigue en pie y cuando los ecuatorianos se den cuenta que los grupos económicos siguen con sus beneficios y los pobres y la clase media con sus alzas de impuestos… se volverá a prender la sampablera. 

Pero volviendo a Trump y su posible segundo gobierno… si Trump no cambia de aliados en este segundo debut… la China será potencia dominante por su política inteligente como fue muy hábil prestarle al gobierno botarate de Hugo Chávez –en suministros petroleros principalmente- … a cambio de ayudar a la China a ingresar en América Latina.Para eso servía el Foro de Sao Paulo.

Domingo Alberto Rangel
doalra@yahoo.com
@DomingoAlbertoR

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