Valerio Alfonso Bruno en su entrevista al Profesor Vittorio Parsi, sobre su último libro, « The Vulnerable: How the Pandemic Will Change the World», le pregunta: “usted argumenta que la pandemia COVID-19 de repente expuso la fragilidad y la debilidad del sistema internacional actual que durante mucho tiempo había estado latente. Lo haces utilizando la imagen evocadora de un vaso: ¿por qué elegiste esta imagen?”
Vittorio Emanuele Parsi le respondió: “Me gusta la imagen del recipiente, y también la utilicé en libros anteriores. El buque representa nuestro mundo globalizado. Es importante que comencemos a considerarnos como una tripulación, ser parte del mismo barco mientras navegamos por los océanos. Es importante entender que este recipiente no puede ser reemplazado, es el único que tenemos. El buque es vulnerable y la tripulación es su elemento más vulnerable. Si no hay solidaridad entre los miembros de la tripulación o si su seguridad está en riesgo, no hay futuro ni navegación.”
Vittorio continúa “durante mucho tiempo, hemos considerado, erróneamente, que la embarcación es segura e invencible, y la seguridad de la tripulación como un «costo» que debe exprimirse, solo para descubrir recientemente que nadie estaba realmente en el timón y que estaba en una condición bastante mala. Ahora, el evento catastrófico de la pandemia COVID-19, repentinamente requiere que la humanidad, como miembros de la tripulación, aprenda de sus errores y asuma la responsabilidad de nuestro mundo al liderar el barco. Nunca debemos olvidar que una embarcación se construye y opera desde la conciencia de que su tripulación es vulnerable. Después de todo, ¿qué es un buque sin su tripulación? Un barco fantasma”
La Carta de Navegación.
Leído los párrafos anteriores hay que devolver el barco a estas aguas caribeñas y darle un cambio de tripulación y tripulantes. Sigue abierto el desafío interpretativo para levar anclas y emprender el viaje de retorno a nosotros mismos.
Estimo conveniente detenernos en una reflexión sobre nuestro presente y futuro, a raíz del viaje emprendido con el chavismo hace 21 años, cuando el puerto de partida con todos sus problemas, era casi un paraíso terrenal de donde nadie emigraba y la gente no se acostaba sin comer, o al menos a muy pocos le ocurría tal calamidad.
Si partimos de ese supuesto, llegamos rápidamente a ubicar el profundo daño causado por el chavismo a la nación, hecho este del cual todos somos culpables por acción u omisión. Difícil encontrar donde y cuando se inició la pérdida del rumbo. Tengo 1 sesgo interpretativo sobre los éxitos de los gobiernos de Betancourt y Leoni en medio de las azarosas situaciones que enfrentaron.
Especialmente Rómulo que condujo una transición difícil y. exitosa. Después, con Caldera, los recuerdos de la manera como se logró detener la candidatura presidencial de Luis Herrera, para este opinador fue el detonante de los sucesos que empañaron de muchas maneras con la continuación del proyecto de república civil.
Después están los hechos, situaciones y circunstancias de los muchos errores, y delitos cometidos. A vía de ejemplo se resalta, de un solo indiciado en el control de cambios de Betancourt administrado por el BCV-Aduanas, a la corrupción de Recadi y multimillonaria corrupción de Cadivi. A este punto, ya la dictadura está inmersa en la delincuencia transnacional en todas sus dimensiones, en abierta violación a las Convenciones de Ginebra, Mérida y Palermo, internalizadas en Venezuela con las respectivas leyes orgánicas contra las drogas, corrupción, y crimen organizado.
Si a lo anterior le agregamos las características del estado represor. El chavismo es una Dictadura post moderna, de tiempos de cibernética, de guerra híbrida, de posverdad, truthiness y fakenews bajo la sombrilla de la hegemonía comunicacional. Es sistemáticamente una guerra para sembrar la obediencia, miedo, temor y docilidad para incrustar en el cerebro de la gente el Síndrome de Indefensión.
Contra la Dictadura.
Contra esta dictadura no se puede responder con el viejo librito, el “manual democrático”, no funciona como tampoco funciona el pragmatismo desilusionado. Es hora de la neuropolítica vista y entendida como el hacer académico multidisciplinario. Se acabó el tiempo de los oráculos, gurús e influencers mediáticos, es hora del realismo y no precisamente del mágico sino de la política en tiempo real.
Basta un simple ejercicio de memoria para concluir que desde los dos intentos de golpes de estado, los presos políticos, torturados, “suicidados”, masacrados y. asesinados sin fórmula de juicio, suman mayor cantidad que los que padecieron el mismo trato desde López Contreras hasta Caldera. El chavismo es una Dictadura sin Piedad,
La conducta delincuencial de la Dictadura muy pronto empezó a no hacer el mantenimiento del barco, lo cual inexorablemente se inició en la sala de máquinas, PDVSA, después la infraestructura de país, el resto de las empresas del Estado, al final la quiebra, cierre y desmantelamiento de los activos económicos expropiados, confiscados, o incautados.
Hoy, las crisis venezolanas están a punto de causar en naufragio. El buque no tiene fuentes energía, agua, gas, gasolina, alimentos, ni medicinas, no hay grúas de remolque, abundan los piratas marinos con tecnologías de hacker que afrentan sus transponders. Sobre el puesto de mando posan intranquilos cisnes negros y zamuros blancos.
Dos Tormentas Imperfectas.
En estas condiciones se desatan dos tormentas con características de Tsunami. La crisis económica arrastrada desde 2014 explota con dos hechos irreparables por el desgobierno robolucionario: el desabastecimiento con hiperinflación y la pandemia del Covid19 en medio de la carencia absoluta y total de gasolina, que solo es adquirible en el Mercado Negro a precios irreales.
Hasta ahora los tripulantes actúan como si la tripulación salvará al barco, que llegará a puerto. La Oposición está divida, los políticos y antipolíticos sobrevivientes de la explosión del volcán de los partidos y los extremistas de los dos sectores, que creen que la política es un juego de azar.
El chavismo da muestras serias de agrietamiento interno, solo los une el poder y la corrupción que se mantiene por el apoyo militar y las contradicciones y debilidades de una oposición que no comprende la Unidad y su sentido aglutinados.
La Oposición es un océano de sospechas mutuas, de jugadas adelantadas, de egos desbocados y una capacidad lindante a la locura de no aprender de los errores. La Junta Patriótica sirvió de ejemplo global a las transiciones pacíficas y los managers y capitanes de equipo pretenden ganar un juego de béisbol metiéndose autogoles. La tripulación está condenada con barco listo para el desguace, a no llegar a su destino, es la dura realidad.
El Chavismo Incubador de Pobreza.
El chavismo es y ha sido más letal que el coronavirus para el pueblo venezolano y la dirección opositora no ha comprendido que es necesario afiliar a los desposeídos, al 80% de los venezolanos que viven en la pobreza y pobreza crítica, a la tarea de construir su futuro.
Es necesario convencerlos de que no habrá retroceso al pasado, que el futuro lleva como marca registrada la igualdad de oportunidades, en la sociedad del bienestar, en el capitalismo con rostro humano y la garantía creíble a las generaciones por venir, de un futuro donde tendrán educación de calidad, sanidad pública de calidad y seguridad ciudadana de calidad. La garantía que este será un país moderno, culto y justo donde el futuro se observe con dignidad. Para ello es necesario acabar definitivamente a todo aquellos que tienen el horizonte en la punta de la nariz, porque estorban.
Venezuela es el buque que no puede ser reemplazado, su destino histórico es llegar a puerto seguro. El venezolano es nuestra prioridad riqueza, un capital que ha demostrado su valor, capacidad e inventiva en la diáspora, el éxodo, el exilio. De esta fatalidad debemos aprender, ni en el mejor de los destinos existe otro país como este, fácil para la risa cómplice y la lagrima solidaria.
Vienen tiempos difíciles y arduos. La transición no será fácil, por el contrario será más difícil que la que llevó a feliz término Betancourt. Sería irresponsable no advertir los intereses en juegos que siempre tratarán de sacar la tajada más grande. Los riesgos son muchos en un estado desmantelado de Instituciones y Políticas Públicas, sin separación de poderes. Lo fundamental de la mejor política económica es la Seguridad Jurídica. Ahí está el secreto para la búsqueda de la invalorable y necesaria Inversión Extranjera.
Abiertos al Mundo del Comercio.
El aparato productivo nacional está destruido y obsoleto. Debemos derrotar de una vez por todas las ambiciones autárquicas. y de proteccionismo. Debemos apuntar hacia la Seguridad Alimentaria e impulsar el desarrollo agrícola. La industria deberá aprovechar las ventajas comparativas en los sectores petroquímicos, hierro-acero-aluminio, minería y plástico. No podemos tener miedo a las importaciones, pero poniendo el objetivo en las exportaciones. Es fundamental abrir el mercado. La política comercial, aduanera y arancelaria debe asumir en las primeras de cambio una gran autonomía y diversidades de FTZ y Acuerdos bilaterales y plurilaterales de asociación o membresía, lo primero sería el Arco Pacífico.
La diplomacia del comercio es una necesidad nacional, tanto como la meritocracia. La globalización no se detendrá, sin duda alguna, pero la pandemia será un freno importante de la economía mundial cuyos efectos hoy son difícilmente cuantificables. Las guerras comerciales son síntomas de los populismos que hoy florecen en el mundo, junto a los restos insepultos de los facho-stalinismos.
A fin de cuentas los que aquí vivimos y hacemos oposición, tenemos una sola obligación, que el barco no se hunda, que no se convierta en un barco fantasma o que la tripulación se desmotive o se muera de hambre. La última sentencia del TSJ, nos alumbra el camino. Nos alerta, nos grita que no atravesemos el Triángulo de las Bermudas. El chavismo siempre es una celada, una emboscada, la repetición de Berruecos.
Freddy Rios Rios
friosrios@gmail.com
@doserre
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