viernes, 21 de agosto de 2020

ROMÁN IBARRA, AUTODESTRUCCIÓN XV

Cerramos el capítulo anterior, comentando brevemente el documento de la Conferencia Episcopal Venezolana, y ahora retomamos por su importancia.

El documento de la jerarquía eclesiástica es una pieza muy importante, no solo por el prestigio que tiene la iglesia católica, sino porque pone el acento en la necesidad de abrir caminos en la búsqueda de salidas posibles; soluciones que parten de la necesidad de la acción, y no de la omisión.

En medio de la tragedia que vivimos los venezolanos en virtud del desastre ocasionado por la gestión irresponsable de Chávez-Maduro, como ejecutores de los planes y designios de la dictadura cubana, y sus socios rusos; chinos; sirios; Farc; ELN; Hezbollah, y afines, la iglesia venezolana cumpliendo con su deber orientador, ofrece estas reflexiones para la discusión y –repito- la acción política.

Ese es un debate que debe abrirse de inmediato para juntarlo con otros esfuerzos como el ya emprendido por el ex presidente del CNE, Andrés Caleca, y otros importantes ciudadanos, comentado en el artículo anterior.

Maravilloso sería que así como a diario se adhieren más y más venezolanos a la solicitud de suspensión de las elecciones parlamentarias, tal como están planteadas, para corregir aspectos constitucionales y legales violados por el actual CNE, también la oposición toda se tomara con seriedad la propuesta de la Conferencia Episcopal, y proceder de inmediato a conversar con todos los factores de la oposición sin mezquindad, ni cálculos subalternos para alcanzar, primero la participación de todos, y luego la presión necesaria para acompañar ambas gestiones: la de Caleca, y la de la Conferencia Episcopal.

La pandemia en medio de las condiciones sanitarias de nuestro país, no ofrece condiciones aceptables de participación de la población en el proceso electoral. Es necesario presionar para que con el recurso ante el TSJ, se puedan suspender y a partir de ahí luchar por mejores condiciones para participar, y ojalá que se alcance también la constitución de alianzas perfectas para las planchas opositoras y convertir el abuso, y el ventajismo del gobierno, en una oportunidad de oro para derrotarlos de nuevo, y conservar ese escenario de lucha.

El gobierno tiene el agua al cuello, y por eso hace todo tipo de maniobras para dividir y reinar en un parlamento que le sea sumiso. Precisamente para amargarle esa posibilidad, hay que hacer todos los esfuerzos de participación, luchar por la suspensión de las elecciones con el recurso de Caleca y aliados, y concitar una gran discusión y acuerdos con la propuesta de la Conferencia Episcopal. Lo que no puede ser una opción, es la abstención sin más.

Nos hacemos solidarios de ambas propuestas, e invitamos al conjunto de ciudadanos preocupados en tal sentido, a acompañar esas propuestas para buscar salidas a esta profunda crisis que acaba con la vida del país, y su gente.

Para que el gobierno consiga recursos internacionales, necesita de la aprobación de la AN, y si esta está en manos de la oposición como en la actualidad, está obligado a negociar con ella.

De tal manera, que la abstención es un grave error; por el contrario, hay que insistir en derrotarlos, y presionarlos para alcanzar acuerdos políticos que solucionen problemas emblemáticos de la ciudadanía como la electrificación; las hidrológicas; el sistema de salud; el transporte superficial, y subterráneo; la recuperación de las refinerías y la producción petrolera, entre otros.

Para evitar suspicacias de lado y lado, pues que los recursos que se consigan mediante acuerdos, sean administrados por los propios organismos internacionales. Lo importante es meterle un frenazo al empobrecimiento vertiginoso de la mayoría de los venezolanos: Parar la destrucción, y avanzar hasta que podamos elegir nuevo Presidente de la República. Que el pueblo decida!

Román Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra

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