lunes, 19 de octubre de 2020

ROMÁN IBARRA, CRUELDAD EXTREMA

La expresión más triste; grotesca; desesperante; humillante, y dramática de la crisis socioeconómica venezolana, tiene una contracara, que se expresa en la crueldad extrema con la que actúa el régimen venezolano, y sus secuaces. 

La desfachatez, e impudicia con la que exhiben su poder y su dinero mal habido en medio de bacanales dispendiosas de todo cuanto le robaron en bienes y servicios a la ciudadanía entera, que hoy no puede acceder a derechos fundamentales como la comida; luz; agua; gasolina; gas; medicinas; empleo; transporte y seguridad social, entre otros.

La fiesta de la corrupción y el descaro llevada a cabo en las instalaciones del Avila nos da una muestra de cómo actúan, de cómo se regodean en sus fortunas nauseabundas, gritándole al país todo que no les importa si no hay luz; agua, y comida, pero que para ellos hay de sobra, y lo lanzan al cielo en iluminación robótica para burlarse de la pobreza extrema que sus crímenes han provocado contra toda la población que hoy muere de mengua.

La manera en que arrasaron y destruyeron industrias como Pdvsa; las empresas básicas de Guayana; las azucareras; la pesca; la agroindustria; el sistema de transporte, en fin, como arruinaron todo el aparato productivo, público y privado, nos dibuja a plenitud la catadura de estos sujetos que hoy dirigen la nación.

Quienes les sirvieron de trampolín para acceder al poder, por acción, u omisión; voluntaria o involuntariamente, espero que hayan tenido tiempo para darse cuenta del mal inmenso que le produjeron a un país que merecía un mejor destino.

Hoy tenemos un país en ruinas, y colonizado por una tiranía asesina, y ladrona como la de los Castro en Cuba, por el deseo traidor y cobarde de un miserable como Chávez, entregado rastreramente a los designios de su amo Fidel. De igual forma ha hecho el sucesor designado, quien por cierto ya existía para los sátrapas cubanos antes que el estafador eterno, con lo cual, se presume que le fue impuesto ante la inminencia de su muerte.

Por su gestión deletérea a lo largo de estos 21 años, hoy el pueblo venezolano vive en estado de pobreza extrema, a pesar de que Venezuela sigue siendo una bendición en cuanto a materias primas se refiere, pero lamentablemente, esa inmensa cantidad de recursos materiales son usados estrictamente en beneficio de la corrupción de los gobernantes, y sus aliados internacionales, con la intención de controlar el mundo.

Así vemos como el régimen venezolano se ha hecho aliado de lo peor del mundo, siempre en contra de los intereses de nuestra nación, y nuestra gente. Cuba; China; Rusia; Siria; Turquía, y también con fuerzas irregulares de las Farc, ELN, Hezbollah, el narcotráfico, entre otras empresas criminales, y desgraciadamente sustentadas y protegidas por la Fuerza Armada venezolana, al servicio de esos oscuros intereses, en abierta violación de la Constitución de la República.

Todo ello, sumado a la inacción de la dirigencia de la oposición hace predecir un futuro más negro y dramático que éste presente desesperante; la conducta asumida llamando a la abstención sin haber dado la lucha que todos esperábamos para desenmascarar y derrotar al régimen, nos deja en el abandono frente a un gobierno insensible, y sin escrúpulos.

Dejaron en manos de la alianza internacional las posibles soluciones a nuestra crisis, a expensas de que otros hicieran el trabajo que nos correspondía, pero especialmente le hicieron creer a la población que todo estaba listo, y a la vuelta de la esquina.

Abandonaron la ruta correcta, diseñada anteriormente: cívica; pacífica; constitucional, y electoral, por aventuras de guerras imposibles, e irresponsables, y sin ánimos de enmienda.

Que Dios nos agarre confesados!

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra

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